Carandell, gran microhistoriador

Luis Carandell ya habr¨¢ escrito la mejor cr¨®nica sobre la boda aznaro-botellil-agariana que se celebr¨® en el pante¨®n de El Escorial a la misma hora del mismo d¨ªa en que sus amigos -incluido el cura- celebraban su funeral en una iglesia luminosa madrile?a situada en la misma calle donde vivi¨®.

Me deleito pensando en tal cr¨®nica y me enfurezco por sentir el vac¨ªo. Luis era capaz del m¨¢s alto humor y, al mismo tiempo, la mayor consideraci¨®n y ternura, atributos de su inteligencia que supo llevar a las m¨¢s altas cotas. Como ni?o de la guerra observ¨® todo -que era mucho- quiz¨¢ en silencio, y lo fu¨¦ hilando y afinando en el huso de su pensamiento para darlo a los dem¨¢s en sus art¨ªculos, cr¨®nicas, libros y conversas.

Luis Carandell ha sido el mejor microhistoriador de la ¨¦poca dram¨¢tica y confusa que le toc¨® vivir. Sin su testimonio ser¨¢ muy dif¨ªcil escribir la 'nueva historia' de esa otra manera que desde Braudel a Peter Burke ya se ha abierto camino y donde lo cotidiano y, a veces, banal -tal la boda citada- revela tramas m¨¢s intrincadas de la historia, y que Luis sab¨ªa describir como un gran maestro.