Casa de cultura cerrada por fiestas
- Salven las casonas. 'Realmente no s¨¦ a qu¨¦ juegan nuestras autoridades urban¨ªsticas', dice Remedios. 'El caso es que hay un conjunto de casonas de estilo ferroviario situadas en las inmediaciones del Hipercor de M¨¦ndez ?lvaro; su planta es un poco l¨®brega, pero es muy caracter¨ªstica; tiene personalidad arquitect¨®nica y con l¨ªneas y decoraciones muy definidas', explica. 'Bueno, pues, pese a verse cercadas por alambradas y r¨®tulos que indican que la zona se encuentra en obras, ah¨ª no se mueve un ladrillo desde hace a?os. Si las casonas, que parecen casi mansiones, fueran adecentadas', a?ade, 'el acceso ferroviario a Madrid desde el sur ser¨ªa bastante m¨¢s acogedor. En fin, pido a quien corresponda que adecenten esos edificios, que valen la pena, no parece que se derrumben sobre el suelo y significan algo en la historia arquitect¨®nica de esta maltratada ciudad'. -
E Solidaridad con la Fundaci¨®n Manrique. 'A prop¨®sito de La Vaguada, manifiesto mi solidaridad con la Fundaci¨®n C¨¦sar Manrique y me muestro totalmente en contra de la reforma que llevan a cabo en ese centro', dice una usuaria de esa superficie comercial.
- Ruido brutal en el cine. 'El otro d¨ªa asist¨ª a la proyecci¨®n de una pel¨ªcula reci¨¦n estrenada en uno de los cines ¨²ltimamente inaugurados en Madrid', cuenta Norberto. 'La sala era buena, confortable; las distancias, correctas; la gente aguardaba en silencio el comienzo del filme; en fin, todo estaba a punto para presenciar c¨®modamente la proyecci¨®n. Entonces', se?ala, 'en los anuncios iniciales del propio cine, donde se mostraba una especie de Venus de Milo, entre colores en exceso llamativos, comenz¨® a sonar un ruido enorme, como si del maldito sensoround aquel se tratara, que estuvo a punto de dejarnos sordos a todos los que asist¨ªamos al cine en esa sala. Me parece mal que se agreda a tanta gente de esa manera, como reclamo publicitario del propio cine. Yo me pregunto', concluye, 'si todo va bien y est¨¢ listo para agradar, ?por qu¨¦ raz¨®n a alg¨²n est¨²pido se le ocurre molestar tanto al p¨²blico con algo tan desagradable como un ruido de decenas de decibelios?'.
- Asistencia m¨¦dica. 'Me siento realmente mal cuando veo cu¨¢nto ha cambiado la asistencia m¨¦dica, tanto privada como p¨²blica en esta ciudad', cuenta Mar¨ªa Pilar. 'Mi padre, que fue m¨¦dico, se compromet¨ªa profundamente con sus enfermos para detener su dolor y luchar juntos contra esos padecimientos; pero ahora parece que los m¨¦dicos est¨¢n m¨¢s preocupados por que el enfermo, aunque se retuerza de dolor, le firme antes de nada no s¨¦ qu¨¦ volante, no s¨¦ qu¨¦ recibo, no s¨¦ qu¨¦ gaita de la compa?¨ªa sanitaria privada o de la Seguridad Social. Creo', a?ade, 'que hay excepciones honrosas para la profesi¨®n m¨¦dica, pero la pauta general, lo que predomina, es la actitud de los m¨¦dicos a la que me refiero, al menos por lo que yo vengo viendo en uno y otro tipos de sitios'.
- Queja de un sueco. 'Soy ciudadano sueco y me sorprende la falta de indicaciones en lenguas extranjeras existente en los carteles callejeros e indicadores urbanos de Madrid', dice Sven. 'Por favor, piensen ustedes, si viajan a Suecia, lo que les gustar¨ªa hallar carteles comprensibles. En mi caso no digo que los pongan en sueco, s¨¦ que es una lengua muy dif¨ªcil y minoritaria, pero, al menos, en ingl¨¦s o franc¨¦s'.
- ?rboles para la plaza de Dal¨ª. 'Recibo con alegr¨ªa la noticia de que la plaza de Dal¨ª va a recibir ¨¢rboles', comenta Mar¨ªa. 'Es una decisi¨®n tard¨ªa pero muy necesaria, porque es una plaza muy dura, muy del gusto de los 12 nefastos ¨²ltimos a?os que Madrid ha vivido bajo la alcald¨ªa de ?lvarez del Manzano y de muchos concejales de distrito del PP, verdaderos indocumentados est¨¦ticos, que han hecho tanto da?o a esta ciudad'.
- Fiestas sin cultura. 'Mi denuncia', cuenta Pepe Molleda, 'es porque llevo tres d¨ªas intentando ver una exposici¨®n de pintura y grabado de mi amigo Felipe Jim¨¦nez de la Rosa que se expone en la Casa de la Cultura de Villaviciosa de Od¨®n; la paradoja', explica, 'es que, con motivo de las fiestas del pueblo, quien corresponda ha decidido cerrar la exposici¨®n y el centro cultural. ?Qu¨¦ entienden estos caballeros por ocio y cultura, algo incompatible con las fiestas de una poblaci¨®n?', se pregunta.
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