Almod¨®var responde a Ben Jelloun
Perdonen el tono exaltado de mis palabras, pero todav¨ªa estoy bajo el shock de lo que acabo de leer en un peri¨®dico espa?ol acerca de mi negativa a recibir un homenaje en el Festival de Marraquech. Me refiero a la carta de Tahar Ben Jelloun en la que interpreta mi negativa como una manifestaci¨®n de racismo y apoyo a la pol¨ªtica colonialista del se?or Aznar, presidente del Gobierno de mi pa¨ªs.
La carta del se?or Ben Jelloun es tan disparatada, absurda, est¨²pida, insultante, irreal e injusta que todav¨ªa no puedo creerme que no se trate de una broma de mal gusto que alguien me env¨ªa por fax (de este modo me ha llegado el recorte del peri¨®dico La Vanguardia, que publica la carta).
La decisi¨®n de no acudir al Festival de Marraquech, cuyo homenaje agradezco de todo coraz¨®n, la tom¨¦ yo solo, de acuerdo con mi agenda y mis circunstancias profesionales y personales, sin mediaci¨®n externa de ning¨²n tipo. Mucho menos, presiones medi¨¢ticas o pol¨ªticas.
?Pero en qu¨¦ mundo piensa el se?or Ben Jelloun que vivo? Vivo en un pa¨ªs democr¨¢tico en el que soy due?o de las decisiones que ata?en a mi propia vida y decido no ir a Marruecos del mismo modo que en el pasado agosto no he ido a Telluride (EE UU), Toronto, Jerusal¨¦n, ni en septiembre ir¨¦ a Islandia ni a R¨ªo de Janeiro, todos ellos lugares a los que estoy invitado y en los que se proyecta mi pel¨ªcula.
?No es posible que el hecho de no acudir a un homenaje (y comunicarlo con antelaci¨®n suficiente para no crear el menor problema al festival) me convierta de la noche a la ma?ana en racista! ?Qu¨¦ relaci¨®n causa-efecto hay en semejante acusaci¨®n?
Estoy absolutamente a favor de la interculturalidad, del encuentro y la convivencia de las diferentes culturas. Lo considero necesario para el desarrollo social y humano del mundo en que vivimos. Si de m¨ª dependiera, no existir¨ªan fronteras. Y los hombres no tendr¨ªan que exponer sus vidas cuando cruzan de un pa¨ªs a otro. Esa libertad de movimientos es algo consustancial a mi vida y mi trabajo.
Yo no estoy dispuesto, como hace Tahar Ben Jelloun, a que mi decisi¨®n personal se instrumentalice en un momento especialmente delicado para las relaciones de nuestros dos pa¨ªses, situaci¨®n que deseo se supere pronto.
Tambi¨¦n deploro que mi ausencia del festival se utilice como un argumento m¨¢s para la confrontaci¨®n cultural que el mundo vive ahora mismo. Y advierto: hoy soy la misma persona que hace un mes.
Me repugna que un supuesto homenaje pueda convertirse en un insulto, un profundo agravio a mi persona, s¨®lo por haber declinado amablemente mi asistencia. Por mucho que me esfuerzo, no logro entenderlo. Alguien deber¨ªa explic¨¢rmelo.
Y para terminar, aunque no sea necesario, adoro al pueblo marroqu¨ª, adoro Marraquech. Recuerdo el descubrimiento de la plaza de Yem¨¢ el Fn¨¢ como una de las emociones m¨¢s intensas de mi vida. Todo lo que he querido plasmar en mis pel¨ªculas sucede cada d¨ªa en esa plaza. Los misterios de la Ficci¨®n, el Espect¨¢culo y el Disfrute de la Vida se dan cita en esos pocos metros cuadrados a los que me gustar¨ªa volver cualquier d¨ªa de ¨¦stos.
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