Un espect¨¢culo de generosidad
La Real Sociedad y el Betis se entregan en una demostraci¨®n de clase y acierto
Cuesto mucho contemplar a la Real Sociedad como uno de los equipos inspirados del campeonato, pero, de momento, es el ¨²nico conjunto -a falta de la resoluci¨®n del Betis-Madrid- capaz de contener y dar la r¨¦plica al Betis, que se encontr¨® en Anoeta con un calco de s¨ª mismo. El resultado, c¨®mo no, fue un partido vibrante, con clase y arrojo casi suicida.
La Real y el Betis se divierten jugando al f¨²tbol, lo que les convierte en dos conjuntos valientes, ajenos a la especulaci¨®n y terriblemente ofensivos. Por eso est¨¢n de moda, cada cual con sus argumentos diferenciadores: Joaqu¨ªn y sus momentos geniales, Assun?ao y sus lanzamientos de falta; la velocidad de Nihat y la visi¨®n del juego que posee Karpin.
REAL SOCIEDAD 3| BETIS 3
Real Sociedad: Westerveld; Rekarte, Jauregi, Sch¨¹rrer, Aranzabal; Xabi Alonso (De Pedro, m. 75), Aranburu; Karpin, Gabilondo (Llorente, m. 75); Nihat, Kovacevic (Tayfun, m. 85). Betis: Prats; Varela, Juanito, Rivas, Luis Fern¨¢ndez; Assun?ao, Arzu; Joaqu¨ªn (Fernando, M. 54), Capi, Denilson (Mingo, m. 62); Alfonso. Goles: 0-1. M. 14. Alfonso cabecea un saque de porter¨ªa y Capi eleva ante Westerveld. 0-2. M. 25. Joaqu¨ªn recoge un pase largo de Assun?ao y cruza al ¨¢rea al primer toque para que Capi remate a gol. 1-2. M. 29. Rivas remata en propia puerta un centro de Xabi Alonso. 2-2. M. 55. Kovacevic remata de cabeza un centro de Rekarte. 2-3. M. 60. Alfonso bate de tiro raso a Westerveld. 3-3. M. 79. Kovacecic cabecea un gran centro de De Pedro servido desde la izquierda. ?rbitro: Undiano. Mostr¨® tarjetas amarillas a Capi y Alfonso. Unos 25.000 espectadores en Anoeta.
Su vocaci¨®n ofensiva result¨® un atajo l¨®gico hacia un partido espectacular que despreci¨® lo defensivo: tocaba protegerse a la vuelta precipitada de un contraataque. Pero porque no quedaba m¨¢s remedio. As¨ª, unos y otros encontraron r¨¢pidamente la manera de hacerse da?o, respaldados por una facilidad pasmosa para elaborar en un visto y no visto fulgurantes jugadas de ataque. Al cuarto de hora de partido, la Real se hab¨ªa fabricado tres ocasiones claras y el Betis un gol en una jugada que no lo fue realmente. Prats sac¨® en largo, la pein¨® Alfonso y Capi le hizo un globo a Westerveld. Mucho m¨¢s elegante, el segundo gol b¨¦tico confirm¨® la clase de Joaqu¨ªn, capaz de cazar un centro alejad¨ªsimo para poner un bal¨®n de gol en el pie de Capi.
Todo se suced¨ªa r¨¢pido, muy r¨¢pido en Anoeta. Sobre todo, del lado donsotiarra, que vuela sobre el c¨¦sped lo mismo si gana que si tiene que remontar dos goles. La velocidad de este equipo parece un asunto de contagio, un gesto reflejo transmitido por Nihat, el delantero feliz y escurridizo de la Real. El turco es todo pelea y desmarque. Tambi¨¦n centro. Y una bendici¨®n para Kovacevic, que ha dado con el compa?ero ideal de viaje.
Muy mejorado, Kovacevic se dio de bofetadas con todo el que sali¨® al paso de su empe?o por marcar. Testigo del gol en propia puerta del Betis, el yugoslavo acert¨® a empatar en un error de marcaje.
Equilibrado en el balance ofensivo, el choque acab¨® decidi¨¦ndose en la defensa, donde la Real fue un poco m¨¢s endeble. Sin embargo, siempre llev¨® el paso en el ataque, con una elaboraci¨®n vertiginosa del juego y una facilidad desarmante para propiciar los desmarques de Nihat y Kovacecic.
La claridad de ideas de los donostiarras, su elaboraci¨®n el¨¦ctrica del ataque se intensific¨® en la segunda mitad, y m¨¢s cuando el Betis marc¨® su tercer tanto. Los andaluces tiraban de inteligencia y pases largos y contaban con la benevolencia defensiva de la Real, sin duda la l¨ªnea m¨¢s lenta del equipo.
Siempre a remolque en el marcador, la Real no hizo caso de nada que no fuese bajar la cabeza y empujar, todo fe y buen gusto. Altern¨® el toque en corto con balonazos certeros y directos a las carreras de Nihat y Kovacevic. La defensa b¨¦tica sufr¨ªa, pero resist¨ªa y lanzaba el juego de su equipo, que se resist¨ªa a bajar el ritmo.
Justamente cuando la Real dio los primeros s¨ªntomas de agotamiento, Denoueix, su t¨¦cnico, coloc¨® aire fresco sobre el c¨¦sped. Y, sobre todo, la zurda de De Pedro, el toque de precisi¨®n que reclamaba una agotada Real. El internacional se sac¨® un centro impecable, a la medida del salto de Kovacevic, de nuevo m¨¢s listo que la defensa rival.
Su gol fue pura justicia y zanj¨® un encuentro de pelea igualada, acierto y rentabilidad b¨¦tica e imaginaci¨®n con clase del conjunto donostiarra, que lleg¨® a so?ar con su tercera victoria seguida cuando Llorente estrell¨® un remate en el larguero en el ¨²ltimo minuto de la cita. En su caso, eso no ocurre desde hace 21 a?os, cuando la Real conquist¨® su segunda Liga con Alberto Hormaetxea en el banquillo.
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