Una especie de para¨ªso perdido
Miguel Naveros (Madrid, 1956) vive en Almer¨ªa desde 1986. Autor de las novelas La ciudad del sol y Al calor del d¨ªa, Naveros encontr¨® en la ciudad andaluza el espacio ideal para iniciar su labor. 'M¨¦ quede en Almer¨ªa para escribir una novela. La met¨ª en una caja, la llev¨¦ a Madrid y al cabo de unos meses me llamaron para publicarla. Se trata de La ciudad del sol. Han cambiado mucho las cosas. El mundo se ha acercado', relata Naveros. La ciudad del sol se adentra en la historia de una familia entre 1900 y 1991 en una ciudad costera y sure?a donde el sol abrasa las piedras. Fue una novela que Naveros no pudo escribir hasta radicarse en Almer¨ªa.
'Mi segunda novela la envi¨¦ por correo electr¨®nico a Alfaguara. Habl¨¦ con alguien de la editorial, lo t¨ªpico, y me dijeron 'm¨¢ndala por correo electr¨®nico'. ?Por qu¨¦ vine a Almer¨ªa? Hubo un c¨²mulo de circunstancias. La fundamental fue que yo me vine a Almer¨ªa a pasar un verano en 1986 que se alarg¨® hasta ahora. Fue como las largas vacaciones del 36, pero sin guerra civil por medio', se?ala.
'Hay que tener en cuenta que el trabajo que desempe?aba en Madrid era en uno de los partidos comunistas de entonces. Y yo ya no era comunista. Hab¨ªa viajado por los pa¨ªses del Este y hab¨ªa visto c¨®mo era la experiencia piloto del comunismo. En Madrid pagaba de piso pr¨¢cticamente lo que ganaba', cuenta Naveros. 'Y en Almer¨ªa ten¨ªa casa. Soy hijo de almeriense y siempre me he ido llorando de Almer¨ªa', agrega.
Cuando era ni?o Naveros forj¨® en su mente una Almer¨ªa plagada de resonancias m¨ªticas. 'Almer¨ªa era para m¨ª una especie de para¨ªso perdido que frag¨¹¨¦ en mi infancia. La idea de escribir mi primera novela se fue aglomerando desde la infancia. La primera vez que intent¨¦ ponerme a escribirla fue con 18 a?os. Todo lo ve¨ªa en una tierra seca, de mar... A mis fantas¨ªas les pon¨ªa el decorado de este sitio al que ven¨ªa en los veranos', comenta.
Naveros destaca las ventajas de vivir en Almer¨ªa. 'Es todo mucho m¨¢s pr¨®ximo. En el ir y venir de cada d¨ªa lo ves todo. Cerca de mi casa hay un pub de rusas. Se trata de bares m¨¢s o menos de prostituci¨®n con chicas eslavas. Un poco m¨¢s all¨¢ est¨¢ el ¨²ltimo vestigio de lo que fue la playa de Almer¨ªa. A la hora de pasear lo ves todo mucho mejor. Lo que en grandes ciudades son barrios, aqu¨ª son manzanas', dice el autor de La ciudad del sol.
Naveros hace hincapi¨¦ asimismo en que en Almer¨ªa 'se trabaja con m¨¢s facilidad, se emplea menos tiempo en ir a cualquier sitio, se gasta menos dinero'.
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