El Bar?a mete la directa en Estambul

El Bar?a dio ayer una zancada de gigante en la Liga de Campeones. La noche en Estambul fue perfecta. Los azulgrana mantuvieron su racha de buen juego y frustraron al Galatasaray, que se vio impotente para vengar la derrota de marzo pasado, cuando estaba en liza el pase a cuartos. Kluivert, reconciliado ya definitivamente con el gol, marc¨® en la primera mitad y Luis Enrique el segundo al principio de la segunda, justo cuando Hasan Sas, la estrella turca que hab¨ªa empezado como suplente, salt¨® al campo para lograr la reacci¨®n de su equipo. Fue in¨²til. El Bar?a est¨¢ lanzado: ayer jug¨® un partido espl¨¦ndido, suma ya cuatro victorias consecutivas y ya manda con claridad en su grupo europeo. No se olvidar¨¢n f¨¢cilmente del asturiano en el Ali Sami Yen: gole¨® en marzo pasado y ayer tambi¨¦n. Fue su sexto gol en cinco encuentros y el que hace cien desde que viste la camiseta azulgrana.

Van Gaal se fue feliz de Estambul. Europa ha empezado bien este a?o, lejos de la pesadilla inicial de su primera ¨¦poca. Est¨¢ claro que el Bar?a funciona y sabe que ganando los dos partidos que quedan en casa tendr¨¢ el pase para la pr¨®xima liguilla en el bolsillo. Una victoria, el pr¨®ximo martes en Mosc¨², ser¨ªa casi definitiva. El Bar?a, que vivi¨® de los dos hombres que anotaron en el derby, se acab¨® paseando por el estadio turco que vio, en el tramo final, como la grada se quedaba vac¨ªa. No hubo esta vez el menor sufrimiento. La defensa, con un atrevido V¨ªctor Vald¨¦s, que se jug¨® en un par de ocasiones el f¨ªsico, estuvo anoche perfecta.

La noche se le plant¨® muy pronto de cara. El Bar?a se dedic¨® primero a frenar las embestidas del Galasaray, empujado por el brasile?o Felipe. Los azulgrana no encontraban huecos delante y apenas hab¨ªan aparecido en un par de ocasiones aisladas. El partido fue al principio tan intenso como equilibrado. Pero los azulgrana tuvieron un minuto de lucidez que result¨® definitivo. Corr¨ªa el minuto 26 y el equipo hizo lo mejor que sabe hacer: coger la pelota y pas¨¢rsela, tranquilamente y sin prisa, de punta a punta. Un rondo casi como los de antes. Una jugada deliciosa. El bal¨®n pas¨® por Xavi, Luis Enrique, Mendieta, Cocu y media alineaci¨®n hasta que lleg¨® a los pies de Motta que, desde la banda derecha, meti¨® un centro preciso para que Kluivert se revolviera en el ¨¢rea, se escurriera de sus defensas y batiera a Mondrag¨®n. El Ali Sami Yen enmudeci¨®. El Bar?a exhibi¨® una eficacia letal y se meti¨® medio partido en el bolsillo. El Galatasaray reaccion¨®, pero fue impotente ante un muro impecable.

El Bar?a pudo incluso engordar el marcador gracia a los contragolpes pero por tres veces se qued¨® a un palmo del gol. Primero fall¨® Kluivert, que envi¨® alto un centro, luego Luis Enrique y, por ¨²ltimo Saviola que se escurri¨® como un pez entre todos los defensas para luego enviar alto. La noche pintaba perfecta. Van Gaal, que tiene una fe ciega en este equipo, no toc¨® nada, pero Terim se olvid¨® de los problemas "ps¨ªquicos", como ¨¦l mismo defini¨®, de Hasan Sas y le sustituy¨® por el lateral Sarr. Umit Davala, el centrocampista, se desplaz¨® atr¨¢s. El Galatasaray puso entonces su esperanza en el h¨¦roe del ¨²ltimo Mundial, pero la ilusi¨®n apenas dur¨® un suspiro. Bajo forma de forma, s¨®lo pudo hacer una cosa: prob¨® un centro perfecto desde la banda derecha para Christian. El brasile?o tuvo ah¨ª el empate pero envi¨® el bal¨®n fuera.

Justo lo contrario de lo que hizo el Bar?a. Los azulgrana, que siempre dieron la impresi¨®n de controlar el partido y que no dejaron de presionar en todo el encuentro, batieron un par de c¨®rners despu¨¦s. A Frank de Boer se le fue por poco. Pero Luis Enrique, que atraviesa una racha extraordinaria, cabece¨® a placer. El 0-2 fue ya definitivo. V¨ªctor Vald¨¦s se la jug¨® con dos internadas de Hakan Unsal y Umit Karan que precisaron asistencia m¨¦dica. Van Gaal repiti¨® los cambios que hizo ante el Espanyol y sustituy¨® a Xavi por Gabri, que se dedic¨® a perseguir a Hass. El centrocampista super¨® al canterazo en marzo pero ayer no pudo. Estuvo invisible. Giovanni, que relev¨® a Saviola al final, pudo incluso lograr la goleada final. Pero la hora de la venganza, como dec¨ªa una pancarta de la grada, no lleg¨®.

El Ali Sami Yen se qued¨® sin voz y el Bar?a vol¨® a Barcelona con tres puntos m¨¢s en el bolsillo.