?Qu¨¦ pasa con Riquelme?
El argentino, suplente en el Bar?a, se va a su pa¨ªs por el nacimiento de su segundo hijo y no jugar¨¢ ni ante el Betis ni ante el Lokomotiv de Mosc¨²
Una frase basta. El Bar?a difundi¨® ayer por la tarde un comunicado para anunciar que el cuerpo t¨¦cnico hab¨ªa autorizado al argentino Juan Rom¨¢n Riquelme a viajar a Argentina para asistir al nacimiento de su segundo hijo. El media punta ya no se desplaz¨® el domingo a Estambul (sufri¨® una leve lesi¨®n en los isquiotibiales) y tampoco estar¨¢ el s¨¢bado en Huelva (el Bar?a juega all¨ª ante el Betis) ni el martes en Mosc¨² (para actuar ante el Lokomotiv). Los azulgrana, que han encadenado cuatro victorias, se han habituado a jugar sin el ex 10 del Boca. El fichaje estrella es casi solo una ilusi¨®n: o es suplente o no juega. Su concurso en el Camp Nou es casi un acontecimiento y fuera de casa s¨®lo ha actuado en uno de cuatro partidos. Fue el d¨ªa en que el Bar?a, formado por suplentes, cay¨® en Novelda, en la Copa del Rey (3-2).
O es por una lesi¨®n. O por que est¨¢ en el banquillo. O, porque como ayer, est¨¢ a punto de nacer su segundo hijo. No importa la raz¨®n. Pero lo que est¨¢ claro es que la adaptaci¨®n de Riquelme al Bar?a pasa por un camino tortuoso desde que en julio el presidente Joan Gaspart hizo lo nunca visto: anunci¨® el fichaje con solemnidad y acto seguido desliz¨® que el argentino quiz¨¢ ser¨ªa cedido. Luego, el club se retract¨®. Quiz¨¢ es la consecuencia l¨®gica de algo. El t¨¦cnico Louis Van Gaal ya dijo en mayo que no quer¨ªa a Riquelme, pero la junta lo impuso para compensar el adi¨®s de Rivaldo. El holand¨¦s ha excluido al ni?o mimado del Boca de su equipo titular (dijo que no le consideraba una estrella) y nadie se lo ha reprochado. El Bar?a funciona (ha ganado siete partidos, empatado otro y perdido otro) y la afici¨®n que, curiosamente, llena el estadio a diario, no est¨¢ ahora para pulsos que desgastan tanto como el de Van Gaal con Rivaldo.
'Puede ser un buen jugador para el Bar?a, pero no es f¨¢cil su adaptaci¨®n. El juego aqu¨ª es m¨¢s r¨¢pido y tiene que adaptarse a la cultura espa?ola. Y, adem¨¢s, su mujer Anabella est¨¢ en Argentina', dijo Van Gaal anteayer. 'Pero yo s¨®lo puedo alinear a once jugadores que lo hacen bien. Y hora no tengo razones para cambiar'. Y su apuesta es Luis Enrique, que suma seis goles en cinco partidos. Los n¨²meros del argentino son definitivos: ha jugado 106 minutos de 720 posibles, no ha sido titular y se ha perdido dos partidos, con viaje incluido, por lesi¨®n.
Nada cambiar¨¢, por tanto, y como m¨ªnimo, hasta el pr¨®ximo siete de octubre cuando el Bar?a reciba a Osasuna. Cabizbajo, extremadamente t¨ªmido y nada amigo de la prensa (dicen sus amigos, sin embargo, que cuando decide hablar no le importa enfrentarse a quien sea), Riquelme parece atrapado en el golazo que logr¨® en agosto ante el Legia de Varsovia, en la previa de la Liga de Campeones. Ya no ha vuelto a colocarse las manos tras las orejas en honor a Topo Gigio, la marioneta italiana que le gusta tanto a su hija. El gesto lo repet¨ªa a diario en Boca y ya no se ha visto m¨¢s en Barcelona. Luego, una misteriosa lesi¨®n muscular le descabalg¨® del encuentro de vuelta en Polonia.
Su trayectoria apenas incluye despu¨¦s grandes cosas: suplente en el debut liguero ante el Atl¨¦tico (jug¨® once minutos) y protagonista despu¨¦s en Novelda, donde marc¨® de penalti. No vol¨® luego con el equipo: Van Gaal, antes de la derrota, le hab¨ªa autorizado a regresar en coche a Barcelona para consultar en Valencia un asunto privado a Aymar. Riquelme vio luego desde el banquillo la victoria en San Mam¨¦s y act¨²o 17 minutos ante el Brujas (3-2). No le fue bien: perdi¨® un bal¨®n y propici¨® el contraataque y segundo gol de los belgas (3-2). Van Gaal le culp¨® y le abronc¨® por esos minutos de nervios.
Y, por fin, la luz pareci¨® encenderse en el derby.. El Bar?a no pod¨ªa con el Espanyol y Van Gaal tir¨® en la segunda parte de Riquelme, recibido con alborozo en la grada. El juego se abri¨® y el equipo gan¨®. 'He jugado en el mismo sitio que en Boca', dijo el argentino, obligado normalmente a jugar en la banda izquierda. Todo pintaba bien: parec¨ªa que Van Gaal le hac¨ªa un hueco en su libreta. Pero el domingo, justo antes de viajar a Estambul, sucedi¨® lo inesperado: el argentino sufri¨® una leve contractura en los isquiotibiales, pendiente de examen. Ya no fue a Turqu¨ªa. La prueba confirm¨® el martes que no hab¨ªa hab¨ªa rotura y que era dudoso para Huelva. La duda se aclar¨® ayer: no hubo parte m¨¦dico pero el club lo zanj¨® en tres l¨ªneas e inform¨® que autorizaba a Riquelme a viajar Argentina.
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