Los jefes del 11-S recibieron ayuda de radicales islamistas en Tarragona, seg¨²n la Guardia Civil

Un informe confidencial de la Guardia Civil entregado al FBI se?ala que los terroristas del 11-S reunidos en Tarragona poco antes del atentado contaron con la posible ayuda 'de una red de apoyo operativo o financiero por parte de los colectivos y grupos isl¨¢micos radicales asentados en la provincia que pudieran haber facilitado de alg¨²n modo la reuni¨®n que mantuvieron en esta provincia Mohamed Atta y Ramzi Binalshibh', cerebro del ataque, detenido en Pakist¨¢n. El documento describe la estancia de los terroristas ¨¢rabes detectados en la costa.

El yemen¨ª plane¨® permanecer 22 d¨ªas en la costa catalana, pero adelant¨® su regreso

La colaboraci¨®n de radicales islamistas residentes en Tarragona en la cumbre de los pilotos suicidas celebrada entre el 9 y el 18 de julio de 2001 es uno de los enigmas de este encuentro previo al ataque terrorista del 11-S que las fuerzas de seguridad del Estado no han logrado resolver. El informe del Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil, firmado por el capit¨¢n Jos¨¦ Luis Carrasco y fechado el pasado 23 de mayo, reconoce el posible apoyo de miembros de Al Qaeda residentes en la zona y no identificados hasta ahora que habr¨ªan facilitado a los terroristas un lugar donde reunirse sin ser vistos.

?C¨®mo se introduce en el ordenador la nacionalidad de Yemen?, pregunt¨® la recepcionista Laura C., de 32 a?os, a su compa?era Mar¨ªa L. cuando, sentada frente al ordenador del hotel M¨®nica, en Cambrils (Tarragona), introdujo el nombre de Ramzi Binalshibh, el cerebro de los atentados del 11-S detenido el pasado d¨ªa 11 en Karachi, que segundos antes le hab¨ªa entregado su pasaporte yemen¨ª n¨²mero 00085243, en el que figuraba su domicilio en Sana¨¢.

Mar¨ªa, que estaba en una oficina contigua, no respondi¨®, y Laura abri¨® en la pantalla una nueva ventana con las letras YE. Aquella noche del 9 de julio de 2001, el vest¨ªbulo de este establecimiento de cuatro estrellas situado en la calle de Galcer¨¢n, junto al Club N¨¢utico, estaba vac¨ªo y nadie, salvo las dos recepcionistas, vio a Binalshibh y a su acompa?ante, que le aguardaba en el aparcamiento, un hombre de unos treinta a?os, 'de piel clara, 1,80 de altura, pelo negro y complexi¨®n atl¨¦tica, que vest¨ªa ropas oscuras'.

Laura estaba algo nerviosa porque minutos antes hab¨ªa rechazado a los dos clientes ¨¢rabes 'porque le inspiraron desconfianza y no encajaban en el perfil del cliente' y ahora los ten¨ªa de nuevo frente a su mostrador despu¨¦s de aceptar una llamada del hotel Tropicana que ped¨ªa alojamiento para dos personas. Binalshibh y su acompa?ante, que, seg¨²n las declaraciones de las empleadas a la polic¨ªa, parec¨ªa 'un invitado', se retiraron a la habitaci¨®n 412 sin pasar por la cafeter¨ªa.

El coche en el que lleg¨® el yemen¨ª al hotel M¨®nica es una de las pistas principales que se siguen de su estancia en Espa?a. Binalshibh hab¨ªa aterrizado ese mismo d¨ªa 9 en el aeropuerto de Reus (Tarragona) en el vuelo IPI 408 de la compa?¨ªa Aero Lloyd procedente de Hamburgo (Alemania). En asientos pr¨®ximos al del yemen¨ª llegaron a la ciudad catalana Nasrttine Makhloude Houcin, de 36 a?os, y Farid Abdjani, de 29, a los que, seg¨²n el informe de la Guardia Civil, se investiga por si tuvieran relaci¨®n con el terrorista.

Binalshibh, que hab¨ªa convivido en un piso de Hamburgo con Atta y Said Bahaji, otro piloto frustrado, lleg¨® a Reus a las 19.15, pero su aparici¨®n en el M¨®nica no se produjo hasta las 21.30, tres horas despu¨¦s. La distancia entre el aeropuerto y Cambrils se recorre en una media hora, de lo que se deduce que Binalshibh esper¨® a que apareciera su acompa?ante y lo recogiera en un coche que se ha convertido en una de las claves de la investigaci¨®n.

Un coche gris

Mar¨ªa, de 31 a?os, una de las dos empleadas del M¨®nica que atend¨ªan esa noche la recepci¨®n, ha declarado a la polic¨ªa que, cuando su compa?era enga?¨® a Binalshibh y le dijo que el hotel estaba completo, vio que el terrorista se introdujo en un veh¨ªculo aparcado frente al hotel en el que hab¨ªa otro var¨®n sentado en el asiento del copiloto, m¨¢s grueso que el que entr¨® a pedir la habitaci¨®n y de rasgos ¨¢rabes. 'El coche era de color gris oscuro, grande, con cinco puertas y lo llevaba cargado de bultos', ha se?alado la empleada a los dos polic¨ªas que la interrogaron, uno espa?ol y otro del FBI.

A las nueve de la ma?ana del d¨ªa 10, Binalshibh, 'el de piel oscura, que vest¨ªa ropa amplia y oscura y llevaba la voz cantante', seg¨²n la descripci¨®n de Laura, pag¨® las 13.371 pesetas de la habitaci¨®n. La empleada comprob¨® que no hab¨ªan hecho llamadas telef¨®nicas, ni usado al garaje, ni recibido visitas. El yemen¨ª y su acompa?ante se fueron en el coche gris que han descrito las empleadas y busca la polic¨ªa por toda Espa?a.

El informe de la Guardia Civil asegura que Binalshibh y Atta coincidieron tanto en Salou como en Reus el d¨ªa 16. El egipcio hab¨ªa llegado a Madrid la tarde del 8 de julio, y el 9, despu¨¦s de dormir en el hotel Diana Cazadora, viaj¨® en un coche alquilado hacia Tarragona, donde se aloj¨® en el hotel Sant Jordi a partir del d¨ªa 13. El documento destaca que el mismo d¨ªa 16 en que el yemen¨ª regres¨® a Hamburgo desde el aeropuerto de Reus, Atta extrajo, a las 18.48, 150 euros con su Visa en un cajero del Banco Central Hispano, sito en la calle de Ram¨®n y Cajal de Tarragona. Y que esa tarde el terrorista telefone¨® desde una cabina del aeropuerto de Reus a una agencia para ampliar el alquiler de su coche.

'?Por qu¨¦ el M¨®nica cuando hay tantos hoteles en la localidad? Desde ese d¨ªa hasta el 16 de julio no se ha logrado reconstruir la estancia de Ramzi y de su acompa?ante en Espa?a. Las gestiones en el Casablanca , el Tropicana y el M¨®nica no han dado m¨¢s de s¨ª', reconoce otro informe de la polic¨ªa. Esas seis noches sin dejar rastro en ningun hotel acrecientan la sospecha de que recibieron apoyo local de radicales islamistas residentes en la zona.

'Su comportamiento fue normal y correcto', coinciden en su declaraci¨®n las dos ¨²nicas personas que recuerdan haber visto y hablado con el cerebro del 11-S, el piloto n¨²mero 20 que no particip¨® en el ataque porque EE UU no le concedi¨® permiso de entrada las tres veces que lo solicit¨®. Nuria B., de 33 a?os, la supervisora de Servisair, la agencia del aeropuerto de Reus en la que el yemen¨ª compr¨® su billete de vuelta a Hamburgo, no lo recuerda.

Binalshibh adelant¨® su vuelta a Alemania 19 d¨ªas. Ten¨ªa una reserva para regresar el 30 de julio, pero la cumbre con Atta y con Marwan al Shehhi, el emirat¨ª que estrell¨® el avi¨®n contra la torre sur, al que han reconocido empleados de Port Aventura (Salou), termin¨® antes de lo previsto.