United Biscuits liquida Fontaneda

Ni marca ni f¨¢brica. La peque?a localidad palentina de Aguilar de Campoo se quedar¨¢ sin su marca m¨¢s emblem¨¢tica, Galletas Fontaneda, y sin una industria que daba empleo a 212 familias. Seis meses de conversaciones con United Biscuits no han servido para encontrar una soluci¨®n al conflicto. La multinacional iniciar¨¢ ma?ana conversaciones con los trabajadores para fijar traslados . Sin embargo, esta situaci¨®n puede dar un vuelco si se produce un acuerdo entre Siro y la multinacional sobre la venta de la factor¨ªa.

El grupo Siro, tras el fracaso de Gull¨®n, se perfila como el futuro comprador de la planta para desarrollar un proyecto industrial

Seg¨²n manifestaciones del director general de United Biscuits en Espa?a, Joan Casaponsa, la decisi¨®n de cerrar en Aguilar de Campoo es definitiva, ante la inviabilidad del centro de producci¨®n. Los responsables del grupo lamentan no haber encontrado hasta la fecha una salida con otra empresa para mantener la actividad en la f¨¢brica . El pasado 18 de septiembre, Galletas Fontaneda dej¨® de existir, absorbida por Marb¨², y su producci¨®n se trasladar¨¢ a las plantas del grupo en Orozco (Vizcaya) y Viana (Navarra). Todos los trabajadores tienen la opci¨®n de trabajar en otra f¨¢brica del grupo, algo que se rechazan los afectados.

La decisi¨®n de United Biscuits Espa?a se enmarca en la estrategia global del grupo en Europa, centrada en una carrera para lograr una mayor eficiencia productiva y una significativa reducci¨®n de costes.

Galletas Fontaneda, con una historia de 121 a?os a sus espaldas, ha sido uno de los buques insignia en el sector galletero espa?ol, en una localidad centrada en la elaboraci¨®n de este producto. En 1996, por un precio de venta de unos 36 millones de euros, dej¨® de ser una empresa familiar y entr¨® en la ¨®rbita de la multinacional Nabisco Iberia. Posteriormente, los acuerdos de fusi¨®n entre Philip Morris y Kraft Foods dieron la propiedad del grupo a la empresa del Reino Unido. En aquel ejercicio, las p¨¦rdidas de Fontaneda se estimaban en 8,4 millones de euros y, seg¨²n los datos manejados por United Biscuits, desde entonces hasta hoy ha acumulado unas p¨¦rdidas de otros 20 millones de euros. A pesar de que la multinacional ha invertido, seg¨²n afirma, 10 millones de euros en las instalaciones, la realidad es que, con inversi¨®n o sin ella, Fontaneda no ha llegado a salir de los n¨²meros rojos y ha ido perdiendo cuota de mercado hasta reducirla a un 7%.

Seis meses de agon¨ªa

La cuenta atr¨¢s para el desmantelamiento de Fontaneda se inici¨® el 3 de abril, cuando la multinacional anunci¨® su decisi¨®n de reordenar el grupo en Espa?a. Seg¨²n los datos del grupo, la inversi¨®n prevista era de 21 millones de euros, de los que cinco corresponder¨ªan a la planta de Viana y 3,5 a la de Orozco, para concentrar en esas factor¨ªas, llamadas a ser las dos mayores de Europa, toda su producci¨®n de galletas en Espa?a.

El anuncio de United Biscuits fue rechazado radicalmente y desde el primer momento, tanto por los trabajadores como por la poblaci¨®n palentina, los pol¨ªticos y la propia comunidad aut¨®noma. Sobre el papel, se produjo un largo proceso de conversaciones para buscar una salida. En la pr¨¢ctica, nunca han existido unas negociaciones claras. La multinacional dej¨® patente desde un primer momento su decisi¨®n de no vender en ning¨²n caso la marca, que seguir¨¢ fabricando en otra factor¨ªa. Sin embargo, dej¨® siempre la puerta abierta a un acuerdo con otros grupos galleteros, para que se mantuviera la actividad de la planta e incluso se hablaba de regalar las instalaciones.

En la b¨²squeda de una salida industrial para la planta entraron en un primer momento Galletas Gull¨®n, empresa radicada en Aguilar de Campoo, y el grupo Siro, firma ubicada en la localidad palentina de Venta de Ba?os y experimentada en la compra de empresas a multinacionales como Danone, Barilla y la propia United Biscuits. Sin embargo, Siro se retir¨® de la puja y dej¨® el camino libre a que la negociaci¨®n la llevase Galletas Gull¨®n. Esta empresa se?al¨®, hace varios meses, que hab¨ªa llegado a un preacuerdo con United Buiscuits para adquirir las instalaciones y mantener la actividad de acuerdo con un plan industrial. Hoy, ese preacuerdo est¨¢ roto. Ante esta nueva situaci¨®n, todo indica que el grupo Siro abrir¨¢ negociaciones con la multinacional para la adquisicion de la planta e incorporar la misma a su grupo industrial.

La decisi¨®n final de United Biscuits hace sospechar que todo estaba decidido de antemano y explica la falta de transparencia en las negociaciones . La Junta se ha limitado en este proceso a realizar declaraciones formales de apoyo al conflicto, pero sin asumir compromisos para evitar el desmantelamiento de la escasa industria ubicada en esa zona deprimida.