"La memoria no tiene calendario"
La peripecia vital del escritor uruguayo Mauricio Rosencof es sobrecogedora, tambi¨¦n muy literaria. De hecho, en el libro que ahora se publica en Espa?a, Las cartas que no llegaron (Alfaguara), mezcla aspectos de su vida con la ficci¨®n. Siendo dirigente del Movimiento de Liberaci¨®n Nacional (Tupamaros), fue detenido en 1972. Durante 10 largos meses fue sometido sin respiro (salvo dos ingresos en el hospital) a todo tipo de torturas e interrogatorios. Luego pas¨® 13 a?os incomunicado en una celda que no llegaba a medir dos metros cuadrados. ?l lo recuerda hasta con cierto sentido del humor: 'Com¨ªamos dos raciones al d¨ªa que consist¨ªan en mondongo, callos, que ven¨ªan de una partida rechazada para la exportaci¨®n. Algunos guardias las usaban para hacerse ceniceros. Y, como no hay mal que por bien no venga, a nosotros nos ven¨ªa bien para hacer cigarrillos con los restos. De beber: nuestras orinas, que no crea, es toda una t¨¦cnica'.
'Reconstruyo literalmente la vida de mi familia desde el gueto de Varsovia'
De ese infierno sali¨® 'como en la cresta de una ola, trag¨¢ndome los vientos'. Le impactaban los espacios de una vivienda normal o de una avenida, y le faltaban los reflejos para abrir una puerta porque durante 13 a?os los carceleros lo hicieron por ¨¦l. Ten¨ªa una hija que dej¨® con 5 a?os; se la encontr¨® con 18 y con ella inici¨® unas relaciones 'dif¨ªciles'.
En fin, este hombre de 69 a?os y ojos muy vivaces, cuenta y cuenta historias de forma muy amena. Algunas de ellas las ha ido desgranando en sus obras, como Memorias del calabozo o en Piedrecitas bajo la almohada. En Las cartas que no llegaron, que ahora publica, elige la voz de un ni?o para narrar el horror del nazismo y, por extensi¨®n, de todas las dictaduras.
'A trav¨¦s de un ni?o quer¨ªa recuperar mis comienzos, trasladar el clima que se viv¨ªa en mi barrio, las conversaciones entre la gente de distintas ideolog¨ªas. Ese mundo real en el que una madre de una familia simpatizante de Mussolini le cuenta a otra, que teje calcetines para los republicanos, una receta de tallarines. Ese mundo que no se interrumpe'.
El t¨ªtulo de esta novela corta se debe a su af¨¢n por recuperar la imagen del cartero asociado a toda su historia. 'De ese cartero que atraviesa el mundo, desde Centroeuropa hasta Uruguay, para entregarle a mi padre una carta que le cuenta c¨®mo sigue la familia jud¨ªa que dej¨® al otro lado del mundo. Hasta que un d¨ªa, cuando Centroeuropa cae bajo la ocupaci¨®n alemana, deja de llegar la carta. As¨ª reconstruyo literalmente la vida de mi familia desde el gueto de Varsovia, la c¨¢mara de gas, los trenes...'.
Tambi¨¦n est¨¢ muy presente en esta novela la guerra civil espa?ola. 'En Uruguay, a¨²n hoy, siempre ha habido mucha presencia espa?ola. Durante la guerra, muchos uruguayos lucharon en Espa?a y a Uruguay fueron muchos exiliados, como Jos¨¦ Bergam¨ªn, Margarita Xirgu o Rafael Alberti'.
Rosencof cree que siempre quedan cosas por decir de los horrores de las guerras, que nunca es suficiente todo lo que se ha dicho y escrito. 'Pensamos que las cosas se resuelven por arte de birlibirloque y no es as¨ª. Hay que tener siempre presente la historia de cada uno, tu memoria, que no tiene calendario, tus recuerdos. La historia de un pa¨ªs es su memoria'.
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