La educaci¨®n en Espa?a
El curso acad¨¦mico ha comenzado. Los ni?os han vuelto de nuevo a las escuelas y muchos adolescentes y j¨®venes comenzar¨¢n sus programas de formaci¨®n profesional o sus estudios universitarios en unos d¨ªas. Es una oportunidad pues para iniciar una reflexi¨®n sobre la educaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Y lo primero que tenemos que reconocer es que no podemos entender nuestro presente sin entender nuestra historia reciente que contin¨²a, por lo general, siendo ignorada en nuestras propias escuelas. Me estoy refiriendo a la guerra mal llamada civil y a la dictadura que las clases e instituciones vencedoras establecieron en Espa?a una dictadura que adem¨¢s de ser enormemente represiva careci¨® no s¨®lo de sensibilidad social, sino de una visi¨®n que antepusiera los intereses generales del pa¨ªs a los particulares de los grupos que controlaron el estado durante aquel r¨¦gimen. Como consecuencia de esta realidad, ignorada en nuestro pa¨ªs, Espa?a en el a?o 1975, cuando el dictador muri¨®, era el pa¨ªs que, (junto con Grecia y Portugal que padecieron dictaduras semejantes), ten¨ªa un porcentaje mayor de la poblaci¨®n con escasa educaci¨®n (con menos de seis a?os de escuela). Incluso hoy, y como resultado de aquella herencia, el porcentaje de la poblaci¨®n con escasa educaci¨®n entre los que se educaron durante el franquismo es nada menos que el 87%. Naturalmente, mucho se ha hecho durante la democracia. As¨ª, seg¨²n el informe de la OCDE, Education at Glance, 2001, el 55% de j¨®venes de 25 a 34 a?os que se han educado durante el periodo democr¨¢tico tienen m¨¢s de 10 a?os de escuela, lo que significa una mejora muy notable, aunque contin¨²a siendo insuficiente. El promedio de la UE para este grupo de edad es del 78%. Como nota comparativa, los pa¨ªses de tradici¨®n socialdem¨®crata del norte de Europa, como Suecia, el porcentaje es del 90%.
Este d¨¦ficit educativo aparece tambi¨¦n cuando analizamos el gasto educativo por estudiante. Aqu¨ª, de nuevo, y a pesar de los avances considerables que se han hecho durante el periodo democr¨¢tico, el gasto por estudiante de primaria, de secundaria y de terciaria (incluyendo el gasto universitario) contin¨²a por debajo del gasto promedio de la UE, d¨¦ficit que alcanza mayores niveles en la educaci¨®n universitaria. Algunas voces conservadoras han intentado relativizar este d¨¦ficit, indicando que este menor gasto por estudiante se debe a la masificaci¨®n de la ense?anza, observaci¨®n que parece insinuar una protesta de que hay demasiada gente educ¨¢ndose. Las cifras, sin embargo, no confirman este supuesto. El porcentaje de ni?os y j¨®venes que se educan es Espa?a es inferior, no superior, al resto de la UE. La causa real de este d¨¦ficit es el bajo gasto p¨²blico en educaci¨®n primaria y secundaria (3,26% del PIB) menor que el promedio de la UE (excluyendo Espa?a, Grecia y Portugal, de 4,2%). Un d¨¦ficit aun mayor ocurre en la educaci¨®n universitaria (0,84% del PIB en Espa?a versus 1,5% en la UE). Tenemos un claro d¨¦ficit educativo en Espa?a.
El hecho de que no haya un clamor y protesta a este d¨¦ficit se debe a la polarizaci¨®n de la educaci¨®n en nuestro pa¨ªs. Espa?a es una sociedad con una clara estructura de clases que el sistema educativo reproduce. Las clases de renta alta y media alta env¨ªan a sus hijos a la escuela privada, mientras que la escuela p¨²blica atiende, en general, a los hijos de la clase trabajadora y clase media de renta baja. Esta polarizaci¨®n social de la educaci¨®n aparece claramente en los datos. Espa?a que tiene uno de los gastos p¨²blicos en educaci¨®n m¨¢s bajos; tiene, en cambio, uno de los gastos privados en educaci¨®n m¨¢s altos de la UE: 0,40% del PIB, comparado con el 0,30% del PIB en la UE. Las clases altas y media altas en Espa?a se desligan de la escuela p¨²blica por creer que tienen su problema resuelto y no a?aden su considerable influencia pol¨ªtica -que se realiza a trav¨¦s de los medios de informaci¨®n y partidos pol¨ªticos- para que la situaci¨®n cambie. En realidad, durante el Gobierno conservador, af¨ªn a sus intereses, el gasto p¨²blico en escuelas ha bajado del 3,88% del PIB en 1995, al 3,26% del PIB en 2001.
Se equivocan, sin embargo, las familias pudientes que por enviar sus hijos a la escuela privada creen tener su educaci¨®n resuelta. En realidad, la calidad de la escuela privada depende de la calidad de la escuela p¨²blica, puesto que si el gasto en la p¨²blica es bajo, el gasto para estar por encima de la p¨²blica no requiere ser muy alto. De ah¨ª que el gasto total en educaci¨®n sea bajo y con ello la calidad. As¨ª, en el ¨²ltimo informe de la OCDE -PISA- que compara la calidad de las escuelas en los pa¨ªses desarrollados se nota, en general, una relaci¨®n clara entre gasto total (p¨²blico y privado) por estudiante y la calidad de la educaci¨®n (medida por la comprensi¨®n de lectura literaria y cient¨ªfica, y conocimiento matem¨¢tico). En todos estos indicadores, los estudiantes espa?oles, tanto los de las escuelas privadas como los de las p¨²blicas est¨¢n (junto con Grecia y Portugal) muy por debajo del promedio de la UE. Una vez m¨¢s se muestra que la insolidaridad y falta de cohesi¨®n social que tipifica el pensamiento conservador y liberal no es eficiente econ¨®micamente, ni siquiera para los insolidarios, aun cuando ellos no lo sepan, ni se enteren.
Este d¨¦ficit de gasto p¨²blico alcanza dimensiones dram¨¢ticas en la educaci¨®n universitaria y muy en particular en la dimensi¨®n m¨¢s aplicada de tal educaci¨®n, que es la educaci¨®n del tercer ciclo que forma especialistas e investigadores, y que est¨¢ muy poco desarrollado en la universidad espa?ola. El Gobierno espa?ol intenta suplir estas enormes deficiencias con gasto privado mediante aportaciones empresariales, imitando lo que err¨®neamente se define como modelo de universidad estadounidense, ignorando que la mayor¨ªa de la investigaci¨®n acad¨¦mica en EE UU procede precisamente de fondos gubernamentales. Es incoherente que, al mismo tiempo en que se ensalza la sociedad del conocimiento, las autoridades p¨²blicas est¨¦n disminuyendo el esfuerzo p¨²blico para alcanzarlo.
Vicen? Navarroes catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas. Universidad Pompeu Fabra.
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