'Con el dise?o camino, con la creaci¨®n pl¨¢stica crezco'
Alberto Coraz¨®n (Madrid, 1942) siente una atracci¨®n muy fuerte por la imagen y su representaci¨®n. Tanto que cuando decidi¨® estudiar una carrera no opt¨® por la de bellas artes, sino por la de sociolog¨ªa, que en los a?os sesenta estaba dentro de Ciencias Econ¨®micas. 'Desde el punto de vista expresivo me interesaban el dibujo y la pintura y desde el acad¨¦mico, la antropolog¨ªa', afirma. Se acaba de inaugurar una antol¨®gica de su obra en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid; el 26 de noviembre se abrir¨¢ una muestra de obra reciente en la galer¨ªa Marlborough, y en estos d¨ªas aparece tambi¨¦n el libro Nolibro (TF Editores), con obras y textos suyos.
PREGUNTA. Desde el principio de su carrera se decant¨® por el dise?o. ?Qu¨¦ relaci¨®n mantuvo con la pintura?
RESPUESTA. Para m¨ª han sido actividades paralelas, pero hay una clara diferenciaci¨®n entre el dise?o y la pr¨¢ctica art¨ªstica. Con el dise?o camino y con la creaci¨®n pl¨¢stica crezco. Quiz¨¢ entrever la posibilidad de crecer como persona es lo que te lleva a la creaci¨®n. Alimento la esperanza de que ese crecimiento tambi¨¦n suceda en el que contempla la obra. Eso explicar¨ªa por qu¨¦ sigue habiendo espectadores para el arte. Estamos siempre a la caza de miradas.
P. ?Por qu¨¦ dej¨® de exponer durante los a?os ochenta?
R. En los a?os setenta, me relacion¨¦ con el movimiento conceptual en mi inter¨¦s por c¨®mo nos relacionamos con la imagen. Luego sufrimos una invasi¨®n en la iconograf¨ªa cotidiana a trav¨¦s de la televisi¨®n y los medios, y la fotograf¨ªa se hizo popular. Un cambio radical que no suced¨ªa desde el g¨®tico, cuando se deja la pintura al servicio de la Iglesia y empieza la pintura de g¨¦nero como el bodeg¨®n o el paisaje. A principios de los ochenta se normaliza el asunto y abandono lo conceptual art¨ªstico para concentrarme en la investigaci¨®n de la imagen en torno al dise?o, retomando lo simb¨®lico y lo misterioso que esconde. Esa reflexi¨®n me llev¨® a un silencio expositivo.
P. Entre las obras que expone en su antol¨®gica hay preferencia por esa pintura cl¨¢sica de g¨¦nero, como el bodeg¨®n.
R. La pintura de g¨¦nero no me interesa en s¨ª, sino como m¨¦todo de trabajo para profundizar en lo simb¨®lico y en lo formal.
P. Usted trabaja en su estudio con nuevas tecnolog¨ªas, pero su pintura y escultura persisten en el valor de lo manual.
R. Ahora uso la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada como herramienta de dise?o. Y eso me permite recuperar otras t¨¦cnicas. En los ¨²ltimos a?os viajo mucho y siempre lo hago con un cuaderno de dibujo. La conexi¨®n mano-cerebro es fundamental y no es algo espont¨¢neo, sino algo que hay que trabajar mucho. Dibujar es una forma de placer y una necesidad para m¨ª.
P. ?Es ¨¦ste un momento de evaluaci¨®n para usted?
R. Este cambio de siglo puede servirnos para reflexionar sobre la importancia de la segunda mitad del XX, en el que yo veo dos claras eclosiones: la de la libertad en el concepto de creaci¨®n que hace v¨¢lidas todas las expresiones y la de un escepticismo ante la realidad. El punto de partida del siglo XXI es ese estado de confusi¨®n. Pienso que ahora lo que cuenta es la reflexi¨®n del ojo, m¨¢s que de la cabeza.
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