Raynaud asume el reto de recuperar la alcald¨ªa para el PP
El PP cierra estos meses su traves¨ªa del desierto. Tras la losa de perder el gobierno de la ciudad cuando hab¨ªa sido el partido m¨¢s votado en las municipales de 1999; tras el mal trago de ver c¨®mo su socio en la coalici¨®n gubernamental, el PA, se echaba en los brazos del eterno rival, el PSOE; y tras sufrir la huida masiva de los principales componentes de aquella lista hecha para ganar, Soledad Becerril la primera, nombrada en 2000 vicepresidenta del Congreso de los Diputados, los populares han cerrado filas en torno a su candidato accidental, Jaime Raynaud, con el ¨²nico objetivo de recuperar la alcald¨ªa de Sevilla.
Mediado el mandato actual, tras la marcha de Becerril y, sucesivamente, de Luis Miguel Mart¨ªn Rubio, Carmen Diz o el joven diputado Carlos N¨²?ez, y pasado el congreso provincial que Ricardo Tarno aprovech¨® para poner orden en el partido y en el grupo municipal, el aparejador Jaime Raynaud, que compareci¨® a las elecciones mediada la lista, se encontr¨®, casi sin comerlo ni beberlo, como portavoz del PP en el Consistorio.
Raynaud quiere presentarse con la bandera de la seriedad y la eficacia en la gesti¨®n
Raynaud ha conseguido en estos meses al mando del grupo municipal popular cohesionar lo que, meses despu¨¦s de las elecciones, parec¨ªa fracturado irremediablemente. Y ha construido, pese a su escaso peso pol¨ªtico hasta entonces, una labor de oposici¨®n seria. M¨¢s dif¨ªcil lo ha tenido y lo sigue teniendo en lo que toca a la percepci¨®n que de ¨¦l tiene la calle. Pese a sus innumerables visitas a barrios y entidades, se le sigue viendo como un dirigente algo distante.
Pese a todo, y en la confianza de que en los meses que quedan para que llegue la hora de la verdad de las elecciones esa barrera que le separa de la gente de la calle ser¨¢ superada, el PP ha apostado firmemente por ¨¦l como candidato, como elegido para recuperar la alcald¨ªa que la mejor candidata que su partido pudo tener, Soledad Becerril, no supo retener.
El candidato popular afronta su tarea con tres directrices claras: la cr¨ªtica a la gesti¨®n del actual alcalde, al que ha calificado como 'el peor de la democracia'; la rentabilizaci¨®n pol¨ªtica de las inversiones del Gobierno central en Sevilla, y la reivindicaci¨®n de la labor realizada en el anterior mandato por el equipo de Becerril como ejemplo de lo que ¨¦l ofrece para la ciudad.
En el reciente acto de presentaci¨®n del candidato, Raynaud estuvo arropado por la plana mayor de su partido en Andaluc¨ªa, incluido el ministro de Administraciones P¨²blicas, Javier Arenas. All¨ª, el portavoz municipal afirm¨® que aspira a formar un gobierno 'estable, sin hipotecas ni condiciones', en alusi¨®n directa a la marcha de los sucesivos pactos de gobierno de populares y socialistas con el PA.
La declaraci¨®n de Ray-naud no deja de ser algo ilusoria, ya que lo m¨¢s probable es que los resultados electorales enfrenten al ganador, sea el que sea, ante la necesidad de volver a pactar con los andalucistas para poder ostentar la alcald¨ªa; pero no deja de ser una se?al del recuerdo que el PP a¨²n conserva de lo mal que qued¨® resuelta en junio de 1999 su ¨²ltima experiencia en com¨²n con el PA.
En aquel acto, en el que Raynaud carg¨® contra Monteseir¨ªn por, entre otros motivos, su actitud en los sucesos registrados en la ciudad en agosto; el candidato rescat¨® del olvido e incluy¨® entre sus promesas electorales la de la construcci¨®n de un edificio de oficinas municipales en el Prado de San Sebasti¨¢n, un proyecto que ya estaba en marcha en 1999 de la mano de Becerril y cuya paralizaci¨®n fue una de las primeras decisiones que tom¨® Monteseir¨ªn tras tomar posesi¨®n.
Pese al a¨²n escaso calado de su imagen en el electorado, Ray-naud, con el respaldo de un PP que, desde el Gobierno central, ha dado a veces muestras de no tomar en mucha consideraci¨®n a la ciudad con sus inversiones en Sevilla, afronta en estos meses el reto de sacar partido principalmente de los errores en la gesti¨®n de Monteseir¨ªn para proponerse como sustituto con la bandera de la seriedad y la eficacia en la gesti¨®n, y el compromiso con la ciudad.
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