Gran tema y gran historiador
Jos¨¦ ?lvarez Junco procede de una corriente de la historiograf¨ªa espa?ola que mucho contribuy¨® en su momento a renovar nuestros conocimientos del pasado. Fueron sus figuras insignes, plenamente consagradas desde los a?os cincuenta, Maravall y D¨ªez del Corral, ambos prol¨ªficos, liberales, cosmopolitas, exigentes y rodeados de una tropa nutrida de disc¨ªpulos brillantes. En una universidad a veces demasiado rutinaria y gris ven¨ªan a constituir, ya en los sesenta, un oasis de excelencia. La disciplina que ambos cultivaban -la Historia de las ideas pol¨ªticas y sociales- fue, gracias a ellos, una especie de hermano mayor para otras ramas de la historia que s¨®lo lograron una posterior renovaci¨®n. ?lvarez Junco, fruto de esos maestros, ha escrito dos libros fundamentales sobre cuestiones cruciales de la Espa?a contempor¨¢nea: el pensamiento anarquista, m¨¢s conectado con el liberalismo de lo que se suele pensar, y el populismo de Lerroux, tan f¨¢cil de caricaturizar como dif¨ªcil de entender.
Con Mater dolorosa. La idea de Espa?a en el siglo XIX, ?lvarez Junco prosigue una l¨ªnea de inter¨¦s de Maravall, uno de cuyos libros vers¨® sobre el concepto de Espa?a en la Edad Media. Se trata de un tema fundamental y de enorme actualidad. Si Espa?a existi¨® en aquellos tiempos fue como realidad cultural. Pero, como asegura el nuevo Premio Nacional de Ensayo, Espa?a como Estado-naci¨®n tuvo sus or¨ªgenes en las d¨¦cadas finales del XVIII y se construy¨® a partir de la guerra de la independencia contra el franc¨¦s. Aun as¨ª, seg¨²n nos descubre en unas p¨¢ginas llenas de erudici¨®n y de brillantez, ese conflicto tuvo un componente religioso y mon¨¢rquico que impide calificarlo como simplemente nacionalista. La construcci¨®n del sentimiento de identidad se hizo a partir de los a?os centrales del siglo XIX por procedimientos utilizados en otras latitudes: la escuela, el ej¨¦rcito, las conmemoraciones del pasado y los s¨ªmbolos. Pero se hizo tambi¨¦n de una forma equ¨ªvoca: hubo un sentimiento nacional espa?ol tradicional y cat¨®lico y, al mismo tiempo, una idea de Espa?a liberal. La pugna entre esas dos concepciones y el esp¨ªritu finisecular contribuyen a explicar que, en cualquiera de los casos, la visi¨®n de los espa?oles acerca de su Patria fue desasosegada, cr¨ªtica, siempre sujeta a pol¨¦micas y conflictiva. De ah¨ª deriva el t¨ªtulo Mater dolorosa del libro ahora premiado. En sus p¨¢ginas finales se pregunta ?lvarez Junco si la idea de Espa?a -la conciencia de pertenencia a una comunidad- perme¨® el conjunto de la sociedad como sucedi¨® en otras latitudes europeas. ?l mismo se responde afirmando que no lo hizo con tanta fuerza como en el caso de Francia, por ejemplo, pero s¨ª m¨¢s que en el del Imperio austroh¨²ngaro.
Es una buena comparaci¨®n como colof¨®n a un libro excelente. S¨®lo, en mi opini¨®n, le faltar¨ªa tomar en consideraci¨®n que en las nacionalidades hist¨®ricas al mismo tiempo que nace Espa?a surge tambi¨¦n la peculiaridad propia, a veces en conflicto, como complemento, con pretensi¨®n redentora o por completo al margen de aqu¨¦lla. Pero, en definitiva, estas realidades aparecieron con claridad s¨®lo en el siglo XX. No hace falta recalcar lo mucho que este libro aporta al actual debate intelectual sobre la vertebraci¨®n de Espa?a. Otros historiadores hemos hecho aportaciones monogr¨¢ficas o ensay¨ªsticas. ?lvarez Junco ha escrito un libro definitivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.