Turismo en ¨®rbita para millonarios

El capricho del primer turista espacial, el estadounidense Dennis Tito, que vol¨® en una Soyuz a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) en 2001, provoc¨® una aut¨¦ntica crisis entre las autoridades espaciales rusas y la NASA, que se opon¨ªa a autorizar el ingreso del turista en las instalaciones internacionales en ¨®rbita por razones de seguridad y por la alteraci¨®n del trabajo de los astronautas profesionales que supondr¨ªa. Pero las dos potencias espaciales llegaron a un acuerdo al respecto y este turismo de millonarios va camino de convertirse en practica habitual para obtener la financiaci¨®n a?adida que tan angustiosamente necesita el programa espacial ruso.

Fondos adicionales

Mijail V. Sinelschikov, jefe de los programas pilotados de la Agencia de la Aviaci¨®n y el Espacio rusa, declar¨® la semana pasada, en el Congreso Mundial del Espacio celebrado en Houston (EE UU), que los objetivos principales de la ISS son cient¨ªficos, pero que la agencia ve las actividades comerciales como el turismo espacial y el negocio del espect¨¢culo como v¨ªas positivas de lograr fondos adicionales.

El precio de la plaza de turista en Soyuz para ir a la ISS es de 20 millones de d¨®lares, lo que incluye el entrenamiento obligatorio de varios meses y los ex¨¢menes m¨¦dicos. Y ha sido el impago del billete lo que ha impedido a ¨²ltima hora al cantante estadounidense Lance Bass ocupar una plaza en el pr¨®ximo vuelo-taxi, junto al belga Frank De Winne y al comandante ruso Sergei Zalyotin. Bass incluso inici¨® el entremaniento, pero al final no pag¨® la tarifa y los rusos cancelaron la operaci¨®n. A falta de viajero de pago, se completa la tripulaci¨®n de esta Soyuz con otro astronauta profesional ruso.

Pedro Duque, al plantearse la posibilidad de su viaje a la ISS acompa?ado de un turista, coment¨® que ser¨ªa mejor hacer una estaci¨®n espacial para turistas y crear un cuerpo de astronautas comerciales: pilotos y azafatas.