Cees Nooteboom defiende el viaje como aprendizaje y asombro
El autor escribe sobre ?frica, M¨¦xico y Bolivia en 'Hotel N¨®mada'
Arquetipo incansable del holand¨¦s errante, Cees Nooteboom (La Haya, 1933) sali¨® de su casa con 20 a?os porque 'ten¨ªa nostalgia del Sur'. Desde entonces no ha parado de viajar y de escribir. 'Era mi destino', dijo ayer Nooteboom en Madrid, al presentar los textos de viajes reunidos en Hotel N¨®mada (Siruela), un libro que desprende una curiosidad meditativa y una actitud solitaria y solidaria a la vez.
Nooteboom defendi¨® en la librer¨ªa madrile?a De Viaje el af¨¢n pausado y literario de viajeros ilustres como Stendhal y Goethe, pero tambi¨¦n la actitud generosa de toda esa gente an¨®nima que a lo largo del tiempo ha entendido el viaje no como una fuga, sino como una forma de aprendizaje: 'No cuenta el destino, sino el camino', dijo ayer este poeta, ensayista, novelista, cr¨ªtico y periodista, que en Hotel N¨®mada escribe: 'Quien huye de la realidad es el que se queda en casa sometido a la rutina de la vida diaria porque no puede soportar la amarga sabidur¨ªa que proporciona el viaje'.
Pero lo que cuenta no es el viaje, sino la disposici¨®n, la mirada, conocer al otro, la capacidad de asombro por el mundo que est¨¢ fuera. En este caso, los lugares visitados son Gambia, Mal¨ª, el S¨¢hara, Bolivia ('quiz¨¢ el pa¨ªs m¨¢s triste y pobre del mundo') y M¨¦xico, unos viajes (o estudios) que Nooteboom escribi¨® en los a?os sesenta, setenta y ochenta. Hay encuentros con personajes y paisajes, iron¨ªas y paradojas, datos y miedos que Nooteboom va anotando... Y a eso se suma un borgiano ep¨ªlogo escrito hace dos a?os en Australia.
Llama la atenci¨®n lo bien que estos textos sobrios y sabios del autor de ?Mokusei! y El desv¨ªo a Santiago han aguantado el paso del tiempo; con la ventaja a?adida para los lectores actuales, dice, de que 'esos lugares siguen pareci¨¦ndose bastante a como eran: los pobres no suelen cambiar mucho'.
En sus ediciones alemana y neerlandesa, el libro se titul¨® Hotel Nooteboom. 'Aqu¨ª no nos atrevimos a llamarlo as¨ª', dice sonriendo Nooteboom, un casi perpetuo candidato al Nobel. El t¨ªtulo se refiere, m¨¢s bien en broma, al universo que el viajero-escritor ha ido construyendo con los a?os: 'Hoteles ricos, pobres, miserables, n¨®rdicos o tropicales, todos forman un inexistente edificio que s¨®lo existe en mi cabeza, y en cuyas habitaciones he escrito un poema, un fragmento, un cap¨ªtulo de una novela'.
Pero n¨®madas, para Nooteboom, somos todos: 'El origen de la existencia es el movimiento'. Aunque, a estas alturas, todav¨ªa no sabe por qu¨¦ le dijo adi¨®s a su madre y ech¨® a andar. 'Por urgencia interior, por intuici¨®n, por destino... El reto era viajar, moverse'. Y lo sigue siendo, en este mundo globalizado y tur¨ªstico: 'Viajando es f¨¢cil ver que la globalizaci¨®n s¨®lo marcha bien para unos pocos. Pero todav¨ªa es posible apartarse de los autobuses y las rutas de los turistas cl¨®nicos'.
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