Una tesis que d¨¦ trabajo

En Espa?a, el doctorado no tiene, hoy por hoy, 'ning¨²n reconocimiento empresarial', y pierde fuelle frente al m¨¢ster o los cursos de especialista. Lo dice el informe El doctorado en las universidades espa?olas: situaci¨®n actual y propuestas de mejora, basado en encuestas realizadas a las comisiones de doctorado de todas las universidades espa?olas.

El estudio, dirigido por el catedr¨¢tico de la Universidad de C¨®rdoba Miguel Valc¨¢rcel, critica la 'escasa consideraci¨®n del doctorado como estudios reglados pese a su importancia estrat¨¦gica, su escasa financiaci¨®n, el reconocimiento insuficiente de la labor del profesorado y de los directores de tesis, la ausencia de una cultura de la calidad, la escasa movilidad, la complejidad administrativa y las salidas profesionales restringidas', entre otras cuestiones.

El gran aliciente para estos estudiantes era hacer carrera en la Universidad, pero esto es cada vez m¨¢s dif¨ªcil

La lista de defectos es extensa y no ha pasado inadvertida para el Gobierno. Tras conocer el informe, el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia se ha puesto a trabajar en un nuevo decreto sobre estudios de doctorado, que modificar¨ªa al actual, aprobado en 1998. El objetivo es verlo publicado en el Bolet¨ªn Oficial del Estado este a?o, seg¨²n las fuentes consultadas.

Esta norma recoger¨ªa la mayor¨ªa de las propuestas de las comisiones, que constatan que el gran aliciente del doctorado hasta ahora -desarrollar una carrera acad¨¦mica en las propias universidades- se est¨¢ difuminando. 'El problema', explica Valc¨¢rcel, 'es grave. Cada vez habr¨¢ menos plazas disponibles para los doctores como profesores porque las tendencias demogr¨¢ficas confirman que disminuye el n¨²mero de alumnos universitarios. Llegar¨¢ un momento en que no se pueda contratar'.

El estudio sugiere que se busquen salidas profesionales alternativas, y la primera pasa por prestigiar el Diploma de Estudios Avanzados (DEA), que se obtiene tras dos a?os matriculado en doctorado y antes de la tesis. El DEA fue concebido para preparar al alumno para investigar y como una alternativa a otros t¨ªtulos. Sin embargo, en el mercado laboral apenas se conoce. Los expertos aseguran que son necesarias campa?as de promoci¨®n y proponen que el DEA sea relevante para lograr un trabajo en la Administraci¨®n.

Otra insistencia continua es que se atienda al entorno socioecon¨®mico y empresarial. Las universidades creen que profesionales de prestigio deber¨ªan impartir algunas de las clases, e incluso formar parte de los tribunales de las tesis. Pretenden, adem¨¢s, que un mayor n¨²mero de doctorandos realicen sus investigaciones en empresas. As¨ª se familiarizar¨ªan con el mercado laboral y las grandes corporaciones conocer¨ªan proyectos que podr¨ªan llegar a financiar. Tambi¨¦n se sugieren incentivos fiscales y laborales a las compa?¨ªas que contraten doctores o a los doctores que creen su firma.

Otros cambios necesarios se refieren a la dedicaci¨®n de los profesores. Mientras reciben una retribuci¨®n complementaria por cualquier cr¨¦dito impartido en un master, m¨¢s de la mitad de las universidades espa?olas ni siquiera les reconoce como carga docente lo que imparten en programas de doctorado. Esto provoca rechazo a tutelar las tesis y fugas de los docentes a otros estudios que s¨ª se remuneran.

Los estudiantes, por su parte, se ven atrapados por la complejidad administrativa de los programas (el estudio menciona los 'innumerables tr¨¢mites existentes') y por la falta de recursos. El informe pide que se d¨¦ un impulso a la pol¨ªtica de becas.

Antes, cuando un doctorando cumpl¨ªa con sus cursos y ten¨ªa su tesis inscrita, pod¨ªa esperar el tiempo que quisiera para leerla, sin abonar ning¨²n pago a la Universidad. Ahora las cosas han cambiado. 'No s¨¦ a d¨®nde ir¨¢n a parar esos nuevos ingresos, pero, desde luego, a nosotros no', desconf¨ªa una profesora.