Una 'miss' casi clandestina
La elecci¨®n de la reina de belleza de Marruecos se celebra a escondidas a causa de la presi¨®n islamista
En un pa¨ªs en el que la formaci¨®n islamista, el Partido de la Justicia y del Desarrollo, ha triplicado su n¨²mero de esca?os en las elecciones legislativas celebradas hace un mes, organizar el primer concurso para elegir una miss nacional, es un aut¨¦ntico desaf¨ªo. Este es el reto que se propuso Anas Jazuli, de 35 a?os, director del gabinete de comunicaci¨®n Carrefour 9.
Miss Marruecos fue por fin elegida, tras varios aplazamientos, el s¨¢bado por la noche en un lujoso barrio de Rabat, pero la ceremonia transcurri¨® pr¨¢cticamente en la clandestinidad. 'A las concursantes se les dijo que la ceremonia se celebrar¨ªa en Marraquech pero se les dio cita en Rabat y s¨®lo en el ¨²ltimo momento se les confes¨® la verdad', explica Jazuli. 'Ni siquiera mis colaboradores sab¨ªan horas antes en qu¨¦ local se desarrollar¨ªa el acto'.
Desfilaron en 'caft¨¢n' y en traje de noche, pero no en ba?ador
Tales precauciones se explican porque varias elecciones de misses regionales fueron boicoteadas por los islamistas. En la capital, por ejemplo, convocaron hace un par de a?os sentadas ante el Hotel Hilton y s¨®lo el dispositivo policial permiti¨® que la gala se celebrase con normalidad. Desde At Tajdid, su principal ¨®rgano de prensa, el PJD arremete contra un concurso contrario a la tradici¨®n isl¨¢mica y da incluso a entender que las candidatas tienen vocaci¨®n de prostitutas y Jazuli de proxeneta o de 'Salman Rushdie marroqu¨ª'.
'S¨®lo propagan la intolerancia y el odio', se queja Jazuli. 'Son enfermos mentales'. La presi¨®n islamista no s¨®lo le ha incitado a ser discreto sino que le ha hecho perder a buena parte de los patrocinadores del concurso. 'Las multinacionales han dado marcha atr¨¢s y s¨®lo los peque?os mecenas nos han ayudado', se lamenta.
Pese al auge del islamismo, Jazuli no ha tenido dificultad alguna en suscitar vocaciones entre las j¨®venes marroqu¨ªes de 18 a 24 a?os. 'Es parad¨®jico, pero han surgido 14.000 aspirantes, un n¨²mero equivalente al de Francia, donde se hace mucha publicidad'. 'Muchas de ellas vienen de barrios populares, lo que demuestra que incluso entre la gente modesta los integristas no tienen tanto predicamento'.
Ser candidata requiere cierta valent¨ªa. Una joven de Larache no pudo participar en el concurso porque su hermano le rompi¨® la mand¨ªbula cuando se enter¨® de sus intenciones. La joven, que proyecta estudiar en Espa?a, pas¨® la noche del s¨¢bado al domingo en el hospital.
A¨²n as¨ª, 22 misses regionales acudieron el s¨¢bado a la cita de Rabat. Desfilaron en caft¨¢n (lujoso vestido tradicional) y en traje de noche, pero, en contra de la costumbre, no lo hicieron en ba?ador. Jazuli pidi¨® al Comit¨¦ Miss Internacional, con sede en Tokio, una exenci¨®n, de la que ya gozan otros pa¨ªses, como L¨ªbano, que le fue concedida. 'Conf¨ªo en que dentro de no muchos a?os s¨ª lo hagan en ba?ador', declara optimista.
La parada con esa prenda irritaba especialmente a los islamistas. 'En el desfile de Miss Marruecos llevan trajes de ba?o y los miembros del jurado las acarician abundantemente cuando toman las medidas corporales de las concursantes', sostiene en un art¨ªculo, Mohamed Yatim, director de At Tajdid.
El jurado eligi¨® Miss Marruecos a Doja Lahlu, de 18 a?os, de Fez. Su tarea ser¨¢ algo diferente de la de una miss espa?ola. Acaso para hacerse perdonar su atrevimiento, Jazuli insiste en el 'papel social' que desempe?ar¨¢. 'Nos ayudar¨¢ a movilizar a patrocinadores para equipar colegios en la cordillera del Atlas'.
![Doja Lahlu, Miss Marruecos 2002.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/44ZPDMAX5NBY66PT2FSHOFJXWA.jpg?auth=98bcdec5257a2bdfd4427638fc48e10d246102995738c3b11a54bf0c580bacd1&width=414)
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