Una exposici¨®n convierte Buenos Aires en la ciudad universal que amaba Borges
'Cosm¨®polis', que se presenta en Barcelona, cuenta con la colaboraci¨®n de Mar¨ªa Kodama
'Que otros se jacten de lo que han escrito; yo me enorgullezco de lo que he le¨ªdo', dec¨ªa Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986) en una entrevista televisiva. 'Cada cual tiene su Borges', avisaba Josep Ramoneda, director del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), a la hora de presentar la exposici¨®n que sobre la relaci¨®n entre Buenos Aires y el autor de El Aleph se presenta hasta el 16 de febrero de 2003 en este centro. La ciudad porte?a, de hecho, comparte protagonismo con el libro, con las muchas lecturas que ampliaron el universo vital y mental del escritor y que justifican que la exposici¨®n, integrada por m¨¢s de 450 piezas, lleve por t¨ªtulo Cosm¨®polis.
Cosm¨®polis. Borges y Buenos Aires es la cuarta exposici¨®n del ciclo dedicado a las ciudades y sus escritores que organiza el CCCB. Antes de ella se dedicaron otras al Dubl¨ªn de Joyce, la Lisboa de Pessoa y la Praga de Kafka. La de Borges, que despu¨¦s se presentar¨¢ en la Biblioteca Nacional de Madrid, es la que m¨¢s satisfacci¨®n parece haber dado a su comisario, Juan Ins¨²a, para quien ha sido aqu¨ª cuando ha podido aplicar los resultados de la experimentaci¨®n con el lenguaje expositivo que inici¨® en las anteriores.
Cosm¨®polis incluye 310 documentos -primeras ediciones, libros procedentes de la biblioteca de Borges, manuscritos, revistas y objetos personales-, 150 fotograf¨ªas del escritor, sus conocidos y familiares y de Buenos Aires, y seis audiovisuales realizados por los servicios del centro entre los que destaca por encima de todos un montaje que, con formato de ajedrez, ofrece fragmentos de las principales entrevistas que Borges ofreci¨® a televisiones de todo el mundo entre 1964 y 1985. S¨®lo este documento ya justifica la visita a la muestra que, por otra parte, cuenta con un lenguaje expositivo sofisticado que incluye, por ejemplo, un metacrilato sobre las vitrinas que permite la visi¨®n s¨®lo de un libro o documento a la vez ya que el resto queda difuminado. En el juego de luces del montaje predomina el amarillo porque, explica el mismo Borges en otra entrevista, era el ¨²nico color que pod¨ªa percibir. El negro, se lamentaba, de-sapareci¨® con la ceguera.
En la organizaci¨®n de la exposici¨®n, un proceso iniciado hace tres a?os, ha participado de forma activa la viuda del escritor, Mar¨ªa Kodama, que ayer se?al¨® 'la emoci¨®n y el contento' que le provocaba el resultado. Fue una presentaci¨®n larga en la que, como hab¨ªa apuntado Ramoneda, qued¨® claro que todos ten¨ªan su Borges y quer¨ªan explicarlo. Ins¨²a, por ejemplo, consider¨® que el escritor hab¨ªa sido como el buen vino que es mejor cuanto m¨¢s viejo. Lo corrobor¨® una sonriente Kodama. Hubo tambi¨¦n coincidencia en resaltar la defensa que hac¨ªa Borges de la emoci¨®n, el asombro y la pasi¨®n como los principales elementos del arte. Y, como no, su car¨¢cter autocr¨ªtico y cr¨ªtico, as¨ª como su visi¨®n cosmopolita del mundo.
'Ser cosmopolita no significa ser indiferente a un pa¨ªs, y ser sensible a otros, no. Significa la generosa ambici¨®n de querer ser sensibles a todos los pa¨ªses y a todas las ¨¦pocas, el deseo de eternidad, el deseo de haber sido muchos', escribi¨® Borges en 1980.
Buenos Aires como una ciudad m¨ªtica, universal, como la cosm¨®polis de Borges es el hilo conductor de la exposici¨®n que se divide en siete grandes apartados: Fundaci¨®n M¨ªtica, en referencia a uno de sus poemas de juventud m¨¢s conocidos; Fervor de Buenos Aires, en el que se presentan sus primeras obras y su participaci¨®n en los movimientos culturales y de vanguardia porte?a de los a?os veinte; El Sur Met¨¢fisico, centrado en la admiraci¨®n que sinti¨® Borges por Rafael Cansinos Assens, Macedonio Fern¨¢ndez y Xul Solar; La ciudad transfigurada, sobre la oposici¨®n entre realidad y ficci¨®n en su obra a partir de los a?os treinta; La biblioteca infinita, que plantea su ¨ªntima relaci¨®n con las bibliotecas reales y metaf¨®ricas (en este apartado figura una instalaci¨®n con espejos que alude a la inagotable biblioteca de Babel); El heresiarca canonizado, sobre su tard¨ªa fama; y Cosm¨®polis, que resume la mirada universal sobre el mundo de este escritor que no se cre¨ªa merecedor del Nobel y salvaba s¨®lo dos de entre sus muchos libros: El libro de arena, en prosa, y La cifra. En este ¨²ltimo poemario escribi¨®: 'He nacido en otra ciudad que tambi¨¦n se llamaba Buenos Aires'.
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