El beneficio para las rentas m¨¢s bajas 'ha de ser tomado con cautela'

Otro de los mensajes lanzados profusamente por Hacienda sobre la reforma fiscal del a?o 1999 es que favoreci¨® a las rentas m¨¢s bajas. El informe de Tributos que eval¨²a esa reforma explica algunos resultados comparativos con el IRPF de 1998 y afirma que es una conclusi¨®n que 'ha de ser tomada con cautela'. Las razones son, como ocurre con la progresividad y el tipo efectivo, que el impuesto ha cambiado y los resultados no son homog¨¦neos.

Tributos utiliza s¨®lo cuatro intervalos de renta para analizar c¨®mo afect¨® el nuevo IRPF seg¨²n el nivel de ingresos. Los de rentas m¨¢s bajas, hasta 30.000 euros al a?o, aportaron a la carga fiscal general 7,66 puntos menos que el a?o anterior. El n¨²mero de contribuyentes en ese grupo baj¨® 3,79 puntos. Es decir, la rebaja fue m¨¢s intensiva en ese tramo de renta.

En las rentas medias (entre 30.000 y 60.000 euros), por el contrario, aument¨® el n¨²mero de declaraciones (2,94 puntos) y su contribuci¨®n a la carga fiscal general tambi¨¦n creci¨® (2,73 puntos) pero en menor proporci¨®n. A partir de 60.000 euros, la aportaci¨®n al IRPF aument¨® 4,93 puntos, aunque se mantuvo pr¨¢cticamente igual el n¨²mero de declaraciones.

Seg¨²n el origen de esas rentas, el porcentaje que representan las del trabajo sobre el total baj¨® 4,76 puntos en relaci¨®n al a?o anterior. Pese a ello, siguen siendo las que nutren el IRPF en mayor proporci¨®n (74,86%), a mucha distancia de lo que representan las rentas del capital inmobiliario (2,80%) o mobiliario (3,92%).

Dentro de las rentas del trabajo, las remuneraciones en especie (coches, comidas, viajes) han concentrado en los tramos altos de renta y suponen el 20,1% en ingresos superiores a 500.000 euros. Las reducciones por rentas irregulares (stock options, por ejemplo) beneficiaron sobre todo a rentas entre 25.000 y 150.000 euros.