Otra oportunidad para Melva
Nuevo juicio en la Audiencia de Madrid contra la inmigrante ecuatoriana acusada de matar a su beb¨¦
Un jurado popular volver¨¢ a juzgar desde hoy en la Audiencia de Madrid, por segunda vez, a Felicitas Melva Ca?ar Camacho, inmigrante ecuatoriana de 24 a?os que fue condenada el 27 de noviembre de 2001 a 17 a?os y seis meses de prisi¨®n por el asesinato de su beb¨¦ reci¨¦n nacido en el madrile?o parque del Retiro. Melva ser¨¢ juzgada, nuevamente, porque el juez que le impuso 17 a?os de c¨¢rcel no acept¨® que un psic¨®logo testificase en el juicio, a favor de ella, y pudiera exponer la desesperaci¨®n y adversas circunstancias que llevaron a la acusada a cometer el presunto crimen. No se tuvo en cuenta, ni siquiera como atenuante, que el beb¨¦ era fruto de una violaci¨®n que Melva sufri¨® en Ecuador semanas antes de venir a Espa?a a manos 'del se?or' para el que trabajaba. S¨®lo as¨ª ¨¦ste accedi¨® a prestarle los 2.000 d¨®lares necesarios para que Melva pudiera viajar a Espa?a. Proveniente de una familia dedicada a la agricultura en la localidad de Cariamanga, provincia de Loja, a los pies de la cordillera andina, Melva comenz¨® a trabajar a los 8 a?os para poder echar una mano a su padre en las labores del campo. Ocult¨® su viaje a Madrid hasta el ¨²ltimo momento. Ya en la capital de Espa?a logr¨® trabajo en casa de un piloto de Iberia, pero los 600 euros mensuales que ganaba los repart¨ªa en mantener a su otra hija, en Ecuador, devolver el pr¨¦stamo 'al se?or' y mantenerse ella.
La muerte del beb¨¦ reci¨¦n nacido de Melva sucedi¨® el 11 de noviembre de 2000. El fiscal sostuvo que Melva sinti¨® dolores de parto cuando caminaba por el parque del Retiro. Tras dar a luz, ella misma desgarr¨® el cord¨®n umbilical del beb¨¦ y provoc¨® una hemorragia que acab¨® con su vida. Despu¨¦s introdujo su cuerpo en dos bolsas de pl¨¢stico y lo abandon¨® entre unos arbustos.
Melva neg¨® ante el tribunal haber matado a su hija. Se?al¨® que, aunque era consciente de que el parto se avecinaba y de que no pod¨ªa mantener a su 'hijita', pensaba encaminarse hacia una iglesia pr¨®xima que conoc¨ªa con la intenci¨®n de dar all¨ª a luz y entregar el beb¨¦ al p¨¢rroco. Sin embargo, no pudo evitar dar a luz en el Retiro y siempre mantuvo que la ni?a naci¨® muerta. Luego de abandonar a la criatura, volvi¨® 'como pudo' a su domicilio. Despu¨¦s sus compa?eras de piso la acercaron hasta un centro sanitario. Los m¨¦dicos la atendieron de un desgarro vaginal posparto y le preguntaron d¨®nde estaba el reci¨¦n nacido; al no obtener respuesta, dieron parte a la polic¨ªa.
El fiscal puntualiz¨®, en la vista anulada, que la polic¨ªa 'tard¨® tres d¨ªas en localizar el cuerpo del beb¨¦' debido a que Melva les comunicaba calles y direcciones 'falsas' cuando los agentes le preguntaban d¨®nde hab¨ªa abandonado a la ni?a. Melva insisti¨® ante el tribunal en que su hija naci¨® muerta y que se deshizo del cad¨¢ver porque 'estaba en situaci¨®n ilegal en Espa?a y tem¨ªa ser expulsada' si daba cuenta de ello a la polic¨ªa. Al final del juicio, la joven suplic¨® al jurado: 'Tengan compasi¨®n por m¨ª, por mi familia y mi otra hija, de cuatro a?os, que est¨¢ en Ecuador. Veinte a?os de c¨¢rcel [los que le ped¨ªa el fiscal] son muchos para m¨ª. Ellos dependen mucho de m¨ª y he hecho un gran esfuerzo para venir a trabajar a Espa?a'. Sus ruegos no enternecieron al jurado, que la declar¨® culpable por unanimidad.
La sentencia condenatoria, 17 a?os de c¨¢rcel, cay¨® como un mazazo sobra esta inmigrante. Pero su abogada, Mar¨ªa Luz Bleda, recurri¨® el fallo ante el Tribunal Superior de Madrid y el 5 de marzo de 2002 logr¨® que este tribunal anulase el juicio.
El Tribunal Superior interpret¨® que el testimonio del psic¨®logo, que no lleg¨® a declarar en el juicio, hubiera clarificado el estado de Melva en el momento de los hechos y favorecido la aplicaci¨®n de alg¨²n atenuante. 'La ausencia de la pr¨¢ctica de dicha prueba impidi¨® la acreditaci¨®n de ciertos hechos relevantes que posibilitar¨ªan la alegaci¨®n por la defensa de una circunstancia atenuatoria o exoneratoria, total o parcial, de la pena, o la inclusi¨®n de oficio de esos hechos en el objeto del veredicto'.
Hoy comienza el nuevo juicio en la Secci¨®n Primera de la Audiencia de Madrid. Tras dos a?os en la c¨¢rcel, Melva tiene otra oportunidad.
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