La 'squadra' libia
El hijo de Gadafi, tras escribir su padre en 1969 que el 'f¨²tbol es de idiotas', es consejero del Juventus y ha firmado un acuerdo con el Lazio
Libia estuvo bajo la ¨®rbita de Italia entre 1911 y 1947, como una vuelta moderna tras el paso de los romanos. Ahora, 55 a?os despu¨¦s, Al Saadi Gadafi, el hijo del coronel Muammar, l¨ªder del pa¨ªs desde 1970, desembarca cada vez m¨¢s en la antigua metr¨®poli de la mano del f¨²tbol. Parece una clara estrategia familiar para recuperar la imagen que la responsabilidad del terrorismo libio en el atentado a¨¦reo de Lockerbie tuvo al pa¨ªs con un embargo de ocho a?os en los 90.
Se trata tambi¨¦n de un curioso giro en el que la afici¨®n del hijo del coronel convence al padre, cerrado hace a?os en muchas cosas, entre las que el f¨²tbol no era una excepci¨®n. En 1969, por ejemplo, en su dogm¨¢tico Libro Verde, Muammar escribi¨®: 'Los aficionados al f¨²tbol y a los deportes son completamente idiotas, hasta el punto de que llevan a los campos de juego todas sus frustraciones e incapacidades. Son gente fracasada, desperdiciada'. Pero el nuevo coronel -Al Saadi tambi¨¦n tiene este grado- ha cambiado todo. Ahora, quiz¨¢ s¨®lo discuten porque el ¨ªdolo del padre es Ronaldo y el del hijo, Michael Owen. Y quiz¨¢ lo hicieron porque tampoco los primeros escarceos italianos terminaron bien. En julio de 1999, Al Saadi llev¨® a la selecci¨®n de Libia en la que jugaba -complicado era decirle que no- a disputar un partido amistoso contra el Perugia. Todo acab¨® en 17 minutos por una pelea multitudinaria entre los jugadores tras una falta. Al Saadi tuvo que ser escoltado desde el banquillo hasta fuera del recinto.
Maradona, Bilardo, Venables y Ben Johnson han tenido relaci¨®n con la promoci¨®n familiar
Pero la f¨²tbolestrategia era imparable. El inter¨¦s de Gadafi por fomentar el f¨²tbol y tambi¨¦n saber su propio futuro como jugador, le llev¨® a contactar con Diego Armando Maradona, que en otro ejemplo de amistades peligrosas le recomend¨® contratar como preparador f¨ªsico a Ben Johnson, el atleta que pasar¨¢ a la historia como el m¨¢s famoso sancionado por dopaje tras ganar los 100 metros de los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l 88 y batir su ¨²ltimo r¨¦cord del mundo de los tramposos con anabolizantes. El Pelusa tambi¨¦n lanz¨® a la aventura a Carlos Bilardo, el t¨¦cnico que no acab¨® de convencerse de que el f¨²tbol libio pod¨ªa levantar cabeza, al menos a corto plazo. Tampoco se atrevi¨® el ingl¨¦s Terry Venables y ha acabado aceptando el italiano Francesco Scoglio. Aunque los sue?os de Gadafi pasan por ganar t¨ªtulos y hasta organizar un Mundial, de momento ya ser¨ªa un ¨¦xito clasificarse para el Mundial 2006, porque sus triunfos sin salir de ?frica han sido contados. Ning¨²n t¨ªtulo, ni siquiera un acceso a fases finales, y apenas seis victorias de entidad.
Al Saadi ser¨¢ limitado sobre el c¨¦sped, pero ¨¦l y su padre no en petrod¨®lares. Y se han puesto en marcha. En enero de este a?o, a trav¨¦s de la empresa estatal Lafico (Libyan Arab Foreign Investment Company) de inversiones en el extranjero, compr¨® el 5% de las acciones del Juventus, valoradas en unos 20 millones de euros. 'Nos interesa el club porque queremos potenciar la realidad de nuestro f¨²tbol y porque abre el camino a muchos j¨®venes de mi pa¨ªs'. Se juntaron as¨ª las ganas libias de invertir en una afici¨®n para lavarse de muchas cosas, con los apuros econ¨®micos de los Agnelli, due?os de la Fiat y del club turin¨¦s. Al Saadi pudo as¨ª, al menos, entrenarse en febrero una hora con la plantilla de un gran equipo y ser feliz. Desde el 28 de octubre, luego de subir su participaci¨®n al 7,5% del accionariado, est¨¢ en el consejo de administraci¨®n.
Era el principio de una amistad menos peligrosa. Tras llegar tambi¨¦n a un acuerdo de colaboraci¨®n con la federaci¨®n italiana, ¨¦sta permiti¨® -ya lo hab¨ªa hecho en 1993 cuando Mil¨¢n y Torino jugaron en Washington- que la Supercopa italiana de 2002 se disputara el 25 de agosto en Tr¨ªpoli, la capital libia. Juventus y Parma se enfrentaron no sin superar antes un desconcierto nunca aclarado. Los dos equipos estuvieron cinco horas esperando en el aeropuerto Malpensa de Mil¨¢n a que se diera luz verde al partido, aplazado seg¨²n la agencia oficial libia Jana por 'dificultades t¨¦cnicas'. Misterios ¨¢rabes.
Pero la implicaci¨®n de los Gadafi en el f¨²tbol italiano era ya imparable. Al Saadi firm¨® el pasado martes con Sergio Cragnotti, presidente y accionista mayoritario del Lazio, otro acuerdo de colaboraci¨®n t¨¦cnica y deportiva, que en el futuro podr¨ªa ser tambi¨¦n comercial. No entrar¨¢ como accionista, pero s¨ª pagar¨¢ 600.000 euros anuales por los servicios del equipo romano, que disputar¨¢ un partido amistoso cada a?o en Tr¨ªpol y j¨®venes libios se entrenar¨¢n y jugar¨¢n en el equipo juvenil. Adem¨¢s, la Ciudad Deportiva de Fomello deber¨¢ acoger 10 d¨ªas al a?o al club particular de Al Saadi, Al Itthad. En ¨¦l milita desde septiembre, por ejemplo, el delantero nigeriano ex b¨¦tico Ipkeba. En la ruta de los petrod¨®lares.
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