Alta tecnolog¨ªa arropada por el dise?ador Toni Mir¨®

La noticia de estos d¨ªas en Bilbao ha sido el bautismo con gran aparato publicitario de un hotel boutique dise?ado por el modista Toni Mir¨® frente al Museo Guggenheim. Un atrevimiento visual capaz de generar ciertas expectativas en el ¨¢mbito art¨ªstico, social y pol¨ªtico de la ciudad, m¨¢s universal que nunca, pese a las reticencias de algunos. Apoyado en los planos de la arquitecta Carmen Abad y la interiorista Pilar L¨ªbano (creadora de un ambiente tan refinado como el del restaurante barcelon¨¦s Salero), el trabajo del catal¨¢n gusta por su rigor conceptual, pero no sorprende tanto como cabr¨ªa esperar de uno de los dise?adores m¨¢s en boga del pa¨ªs.

Incorporado a la marca internacional Design Hotels, club de calidad que ha etiquetado seis establecimientos de este tipo en Espa?a, el Mir¨®Hotel bebe en las fuentes de un minimalismo discreto, funcional, atl¨¢ntico, sin dobleces ni trucos de inspiraci¨®n zen. Vanguardista, ma non troppo. Decididamente actual. Un mon¨®logo de tonalidades neutras tan s¨®lo interrumpido por el histrionismo decorativo del sill¨®n vedette expuesto en la entrada o por las butacas Ch¨¦ster del sal¨®n-biblioteca, parad¨®jicas frente a las sillas Maui de pl¨¢stico alineadas en la sala reservada para reuniones de empresas. Otros apuntes estil¨ªsticos, como el grafismo corporativo del hotel, nacieron ya en la ¨²ltima d¨¦cada del siglo XX y no acreditan la originalidad demostrada por Mir¨® en la industria de la moda. Se le debe reconocer, eso s¨ª, su dominio del arte iluminativo, utilizado para pintar rincones y activar emociones.

Cortinajes l¨²dicos

El inmueble, de seis plantas, apenas tiene relieve como para justificar las obras mayores que se han realizado en su estructura. La intervenci¨®n de Mir¨® pasa de largo sobre el mobiliario, esboza el muestrario de lencer¨ªa o el trasunto l¨²dico de los cortinajes en las habitaciones y centra el m¨¢ximo inter¨¦s en el estilismo de los uniformes, que hacen guapo al personal y crean un ambiente a la ¨²ltima.

Colores neutros

Los dormitorios resultan sosegados, agradables, con la calidez que aportan los mismos colores neutros. Peque?os, pero bien aprovechados. Y dotados de los artificios propios de un hotel high tech: pantalla plana LCD de televisi¨®n, reproductor DVD, toma ADSL de Internet, sill¨®n de cuero blanco, lavabo cuadrado, grifer¨ªa rotular... Una cortina de terciopelo verdoso separa la alcoba del cuarto de ba?o, abierto a todos los caprichos l¨²dicos, mientras una cabina de ducha en m¨¢rmol negro reemplaza en onirismo a la ba?era. L¨¢stima que la moqueta azul, contrapunto crom¨¢tico de las paredes, retenga tanta suciedad.

Al fondo de los pasillos cuelgan sus fotograf¨ªas murales artistas como Ana Laura Al¨¢ez, Alberto Peral y Paul Thorel. Pero ninguna tan epatante como la que se exhibe en la recepci¨®n: un individuo situado detr¨¢s de un mostrador con pinta de Clark Kent antes de transformarse en Superman.