Trini toma el pulso a la noche

'Espero que todo esto no se quede en propaganda, porque yo estoy desencantada de tanta promesa. Ojal¨¢ que t¨² prometas y cumplas'. Vicenta Gonz¨¢lez L¨®pez, una vecina que vive desde hace muchos a?os en un edificio de la plaza de Chueca, en el distrito de Centro, no tuvo ning¨²n reparo en abrir las puertas de su casa a Trinidad Jim¨¦nez, candidata del PSOE a la alcald¨ªa de Madrid. Y tampoco tuvo reparo en contarle que el ruido de la calle le impide dormir y que su cama tiembla.

La del viernes pasado fue una larga noche para Trinidad Jim¨¦nez. Desde las seis de la tarde estuvo recorriendo varias zonas del barrio de Chueca y se reuni¨® con los vecinos para escuchar sus quejas y reivindicaciones. Despu¨¦s, sobre las once de la noche, apareci¨® en la plaza de Chueca enfundada en unos pantalones ajustados, botas y un jersey color naranja que le daban un cierto aire informal.

Los chicos que a esa hora estaban de marcha no sal¨ªan de su asombro. Unos cre¨ªan que se trataba de Ana Botella, la esposa del presidente Aznar y probable integrante de la lista de PP al Ayuntamiento de Madrid, encabezada por Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Otros cre¨ªan que era la actriz de alguna serie de televisi¨®n a la que segu¨ªan sin cesar c¨¢maras y fot¨®grafos.

En los 20 minutos que Trinidad Jim¨¦nez pas¨® en la plaza de Chueca antes de subir a la casa de Vicenta Gonz¨¢lez, reparti¨® sonrisas a raudales. M¨¢s de uno se atrevi¨® a piropearle: '?Trini, pero qu¨¦ guapa eres! Te vamos a votar hasta con la chupa de cuero', le grit¨® una joven que pasaba por el lugar, en referencia a la pol¨¦mica chaqueta con la que la candidata iba a salir en un cartel promocional que fue retirado porque los encargados de su imagen consideraban que se la ve¨ªa demasiado atractiva.En Chueca, el llamado barrio rosa por la presencia de gay y lesbianas, no falt¨® quien le pidiera a Trinidad Jim¨¦nez su opini¨®n sobre una Ley de Parejas de Hecho que ampare a los homosexuales y d¨¦ la posibilidad de que ¨¦stos puedan adoptar ni?os. 'Nosotros queremos que se cree un marco jur¨ªdico para las parejas de hecho. Y en cuanto a las adopciones, creo que tenemos que regular una situaci¨®n que ya se da porque muchas parejas homosexuales tienen ni?os que son de alguno de los miembros', contest¨® ella. Tambi¨¦n hubo quien aprovech¨® la ocasi¨®n para pedirle m¨¢s flexibilidad con el botell¨®n.

Ya en el piso de Vicenta, la candidata socialista escuch¨® las tribulaciones de esta vecina. 'Tengo que dormir en otra parte de la casa porque el ruido de los locales de abajo no me deja en paz. Cuando llega la hora de cerrar, la gente se queda dentro del local y se sigue oyendo el ruido. No s¨®lo me tiembla la cama, sino los nervios y todo', afirm¨®. Ante lo que Jim¨¦nez le pregunt¨®: '?Acude la polic¨ªa cuando usted le llama?'. 'Nunca', asever¨® Vicenta.

En la calle de Gravina, un travesti elogi¨® a Trinidad y le asegur¨® que le dar¨ªa su voto. Y un grupo de chavales la detuvo para fotografiarse con ella.

En el barrio de Malasa?a, miembros de la asociaci¨®n vecinal del Dos de Mayo esperaban a Trinidad Jim¨¦nez en un bar de la calle de San Vicente Ferrer. Era la 1.30 de la madrugada. Grupos de j¨®venes se apostaban a lado y lado de la calzada. Unos cantaban, otros charlaban. Muy pocos advirtieron la presencia de la candidata, inmersos como estaban ya a esa hora en la juerga colectiva.

En el bar, algunos vecinos de las calles de San Vicente Ferrer y de Velarde, dos zonas marcadas por el botell¨®n, le contaron a Trinidad Jim¨¦nez que el ruido se incrementa por la concentraci¨®n de bares. Una vecina admiti¨® que desde que entr¨® en vigor la ley antibotell¨®n, hace tres meses, ha disminuido el problema.

La candidata acudi¨® despu¨¦s al bar Pepe Botella, cuya propietaria le esperaba acompa?ada de otro grupo de vecinas. All¨ª, una vez m¨¢s volvi¨® a escuchar pacientemente a sus interlocutores. Una de ellas le espet¨®: '?C¨®mo me convencer¨¢s para que te vote?'. La candidata asumi¨® el reto y en pocos minutos le solt¨® toda una bater¨ªa de medidas que, seg¨²n ella, servir¨¢n para mejorar Madrid.