Los cinco ¨²nicos salvavidas de 'L'Oca' estaban fuertemente fijados con bridas de pl¨¢stico
Los 'mossos' contradicen a los propietarios del barco, que dijeron que hab¨ªa 100 flotadores
Cinco salvavidas fuertemente fijados con bridas de pl¨¢stico para una embarcaci¨®n con 151 asientos. Estos son los datos que revelaron ayer en sus declaraciones ante el tribunal los agentes de los Mossos d'Esquadra que participaron en la inspecci¨®n ocular inmediatamente despu¨¦s del naufragio del catamar¨¢n tur¨ªstico L'Oca en el lago de Banyoles, accidente que se juzga estos d¨ªas en Girona. La cifra de los salvavidas que aparece en las declaraciones policiales contrasta con la que han mantenido en sus recientes interrogatorios los dos propietarios de la embarcaci¨®n, Bartomeu Gayol¨¤ y Simon Rodr¨ªguez, quienes aseguraron que hab¨ªa unos 100 flotadores en la barca.
La declaraci¨®n del entonces jefe de bomberos, Antoni G¨¹ell, puso de manifiesto que la embarcaci¨®n hab¨ªa sido lastrada con agua en la proa para corregir un desequilibrio de pesos. G¨¹ell explic¨® que cuando los bomberos reflotaron el barco despu¨¦s del naufragio advirtieron que una vez extra¨ªda toda el agua del interior del casco, las rejillas de popa quedaban peligrosamente cerca del agua. 'Con el peso de dos personas en la popa del barco, el agua empezaba a entrar por las rejillas de atr¨¢s', asegur¨® el t¨¦cnico.
Ante esta constataci¨®n, y ante el peligro real de que el barco se hundiera de nuevo, decidieron volver a llenar de agua los dos ¨²nicos compartimentos estancos del barco, situados en la proa. Las marcas de sedimentos que se hallaron en las paredes de estos compartimentos de proa y el hecho de que el agua que se extrajo de esos mamparos tuviera un aspecto oxidado hace deducir a G¨¹ell que 'el barco navegaba normalmente con la proa llena de agua' para mantenerlo reequilibrado.
Todos atados
Uno de los agentes de los Mossos d'Esquadra admiti¨® que para liberar los salvavidas, 'atados con una tira de pl¨¢stico definitiva', era necesario cortar las bridas con unas tijeras o un cuchillo. Cada barandilla lateral del piso superior de la barca ten¨ªa dos flotadores y el quinto luc¨ªa en la popa.
El jefe de la unidad de la polic¨ªa cient¨ªfica que particip¨® en el informe del naufragio reconoci¨® que este tipo de fijaci¨®n no facilitaba las cosas en caso de producirse una urgencia como la ocurrida en d¨ªa de la tragedia.
Los salvavidas del catamar¨¢n que naufrag¨® no eran los ¨²nicos que estaban atados fuertemente. Un testigo que particip¨® en las tareas de rescate asegur¨® ayer en el juicio que la segunda embarcaci¨®n de pasajeros de la empresa La Carpa de l'Estany, denominada M¨®nica y que permanec¨ªa varada a pocos metros del naufragio, ten¨ªa los flotadores atados tambi¨¦n mediante bridas. Ese testigo arranc¨® los que pudo para lanzarlos a las v¨ªctimas, aunque algunos se le resistieron. 'Costaba mucho liberar los flotadores y no pude soltar los dos de atr¨¢s... Estaba nervioso', se justific¨®. El fiscal argument¨® que lo l¨®gico es que se est¨¦ nervioso cuando se va a buscar un salvavidas y tambi¨¦n hubiera sido l¨®gico que ¨¦ste no ofreciera ninguna resistencia.
En la vista oral de ayer declar¨® igualmente Miguel Asensio, el trabajador m¨¢s cualificado de Polymar 3.000, los astilleros que participaron en la construcci¨®n del barco. Asensio asegur¨® que jam¨¢s habr¨ªa agujereado los mamparos estancos de la embarcaci¨®n, aunque no neg¨® que alguien de su empresa hubiera podido ejecutar estas operaciones.
Las sesiones del juicio continuar¨¢n el pr¨®ximo lunes. Dos d¨ªas despu¨¦s, el mi¨¦rcoles, empezar¨¢n a declarar los supervivientes y testigos franceses del naufragio.
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