Una visita a nuestros antepasados
'De mono a hombre' ilustra de forma pr¨¢ctica la evoluci¨®n de la especie humana
?Le gustar¨ªa medirse con uno de los primeros hom¨ªnidos b¨ªpedos, un tal Australopithecus afarensis que vivi¨® hace tres millones y medio de a?os en Tanzania? Ahora puede mirar a los ojos, aunque los del sujeto en cuesti¨®n sean de fibra de vidrio, a ¨¦ste y a una veintena de los antecesores del homo sapiens. La exposici¨®n De mono a hombre. Cinco hitos en la evoluci¨®n humana, que se inaugur¨® ayer en el Muelle de la Sal de Sevilla, reproduce por primera vez a tama?o natural a los hom¨ªnidos que han protagonizado la evoluci¨®n humana.
Junto a nuestros parientes, se reproducen sus esqueletos, con los huesos que se han encontrado de cada esp¨¦cimen, y una ficha t¨¦cnica en la que se dice cu¨¢nto med¨ªa, cu¨¢ndo y d¨®nde vivieron y, en algunos casos, hasta el nombre con el que los han bautizado los arque¨®logos.
Eudald Carbonell, el arque¨®logo de Atapuerca, ha supervisado todo el trabajo del comisario, el tambi¨¦n arque¨®logo Luis Batista. El resultado es una sorprendente y divertida exposici¨®n, que estar¨¢ abierta hasta el 5 de enero de 2003, en la que todo se lleva al terreno pr¨¢ctico. Esta especie de m¨¢quina del tiempo, que se inaugur¨® el pasado mayo en Burgos y en Andaluc¨ªa podr¨¢ verse tan solo en Sevilla, se ha instalado en una carpa en el Muelle de la Sal.
De mono a hombre, producida por la Fundaci¨®n La Caixa, no s¨®lo reproduce individuos, sino tambi¨¦n ambientes, olores, sonidos y hasta las primeras huellas que se conservan de un b¨ªpedo. "Un adulto y un ni?o caminaron sobre cenizas volc¨¢nicas en Laetoli (Tanzania) hace m¨¢s de tres millones de a?os. El f¨®sil est¨¢ en el Museo Nacional de Kenya, que nos ha permitido reproducirlo por primera vez. El bipedismo, que se produjo hace unos cinco millones de a?os precede a toda la evoluci¨®n del cerebro y al desarrollo cultural de los hom¨ªnidos", asegura Eudald Carbonell.
Seg¨²n el cient¨ªfico que ha desentra?ado los misterios de Atapuerca, la clave de la cultura humana est¨¢ en el fuego. "La funci¨®n m¨¢s importante del fuego no fue la de dar calor y cocinar los alimentos, sino la de la socializaci¨®n definitiva del primate. Cuando la luz se va, el fuego re¨²ne al grupo y lo mantiene cohesionado facilitando el desarrollo del lenguaje articulado. Intercambian informaciones y experiencias", explica Carbonell.
Frente a la pura abstracci¨®n de la mayor¨ªa de los museos arqueol¨®gicos, en los que objetos y f¨®siles aparecen hu¨¦rfanos y su importancia pasa desapercibida para el com¨²n de los mortales, en esta muestra se explica la aplicaci¨®n pr¨¢ctica de cada cosa. Las vitrinas que muestran la mayor¨ªa de las herramientas -casi todas las hachas son aut¨¦nticas-, tiene un bot¨®n que traduce el objeto al siglo XXI. Un ejemplo: al presionarlo desaparece el silex tallado y aparecen martillo, rascador o cualquier otra herramienta.
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