Lejos de la recesi¨®n
El deterioro de las expectativas de crecimiento de Estados Unidos se acentu¨® en octubre y la respuesta de la Reserva Federal no se hizo esperar: recorte del tipo de descuento en 50 puntos b¨¢sicos. ?Es ¨¦ste el preludio de una reca¨ªda de la actividad o, lo que es peor, puede EE UU encaminarse a un escenario de recesi¨®n con deflaci¨®n?
Los indicadores mensuales que monitorizan la probabilidad de recesi¨®n no son lo suficientemente contundentes sobre un hipot¨¦tico aumento de dicha probabilidad. A trav¨¦s del ¨ªndice de recesi¨®n de Stock y Watson se estima una probabilidad del 3%. El nuevo indicador sint¨¦tico de actividad de la Reserva Federal de Chicago (CFNAI), que cay¨® sensiblemente en octubre, apunta a una creciente probabilidad de recesi¨®n. Tanto es as¨ª que una nueva ca¨ªda acercar¨ªa al ¨ªndice al valor cr¨ªtico que alerta de una probabilidad de recesi¨®n cercana al 70%. No obstante, informaci¨®n m¨¢s reciente permite ser m¨¢s optimista: las ca¨ªdas de los indicadores adelantados del Conference Board no alertan sobre la inminencia de una recesi¨®n, e incluso en octubre se fren¨® la tendencia y los datos preliminares de noviembre apuntan a que lo peor podr¨ªa haber pasado.
La probabilidad de presenciar una nueva recesi¨®n en Estados Unidos es muy peque?a, la de deflaci¨®n es remota
Incluso si la actividad experimentara una nueva reca¨ªda, la probabilidad de que se d¨¦ un escenario de deflaci¨®n-recesi¨®n es bastante remota. A partir de un modelo de componentes se comprueba que, para observar una inflaci¨®n inferior al 1% en 2003, deber¨ªa no s¨®lo prolongarse la deflaci¨®n de los bienes industriales, sino que adem¨¢s la inflaci¨®n en los servicios deber¨ªa caer casi dos puntos desde el 3,5% actual. Esto es, la desinflaci¨®n deber¨ªa ser casi el doble que la de anteriores recesiones. A corto plazo, descensos adicionales de los precios de los bienes industriales se presumen poco probables, habida cuenta del reciente repunte de los precios de producci¨®n y de que los carburantes no est¨¢n recogiendo la ca¨ªda del precio del petr¨®leo. Alternativamente, una deflaci¨®n, entendida como un crecimiento nulo o negativo de los precios, precisar¨ªa de una combinaci¨®n muy negativa de factores: una recesi¨®n de magnitud similar a la de principios de los ochenta (-2%), una ca¨ªda del precio del petr¨®leo superior al 20% y una apreciaci¨®n del d¨®lar.
En el peor de los mundos, las pol¨ªticas de demanda siguen manteniendo un potencial de actuaci¨®n importante para hacer frente a un escenario de deflaci¨®n-recesi¨®n en el caso de la econom¨ªa estadounidense. La Reserva Federal mantendr¨ªa su capacidad para reactivar la econom¨ªa, a pesar de que los tipos de inter¨¦s se est¨¦n acercando a cero, a trav¨¦s de medidas menos ortodoxas, como la monetizaci¨®n de la deuda, y la pol¨ªtica fiscal tambi¨¦n tiene un papel que jugar a trav¨¦s de incentivos fiscales o gasto adicional.
Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios del BBVA.
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