Vertidos

Estos d¨ªas parece que los hidrocarburos han desatado su ira. Vertidos inmensos como el del Prestige, vertidos menores como los de la Ertzaintza.

Nos preocupa mucho que, en poco m¨¢s de seis meses, dos vertidos de gas¨®leo procedentes de dep¨®sitos de la polic¨ªa aut¨®noma, amenacen el medio ambiente de manera aparentemente accidental.

En el primer vertido nos llevamos un buen susto. La joya de la ornitolog¨ªa vitoriana, los humedales de Sailburua, estuvo al borde del desastre. Uno supone que las autoridades "tomar¨¢n medidas", es decir, que revisar¨¢n sus dep¨®sitos de combustible y cualquier otro susceptible de provocar un accidente y la consiguiente contaminaci¨®n del entorno, como cada hijo de vecino. De ¨¦sta forma el vertido ser¨ªa el ¨²ltimo, al menos en mucho tiempo.

Pues bien, en s¨®lo seis meses tenemos otro susto. ?ste viene de la cuenca del r¨ªo Berr¨®n, donde otro dep¨®sito de la Ertzaintza suelta unos 3.000 litros de gasoil del que se dan cuenta, tal vez, cuando han sentido fr¨ªo y la calefacci¨®n no ha funcionado. El vertido ha estado cerca de contaminar un ¨¢rea pr¨®xima al Parque Natural de Izkiz.

Ahora que los gallegos est¨¢n manchados de petr¨®leo se habla de prevenci¨®n, como se habl¨® hace tiempo con otros casos.

Seamos serios, cre¨ªamos que est¨¢bamos en Europa y que ¨¦stas cosas ya no pasaban y menos con semejante frecuencia. Que a gran y peque?a escala, los sistemas de prevenci¨®n de riesgos y revisiones sistem¨¢ticas de los productos susceptibles de provocar un desastre funcionaban con regularidad.

Creemos que las Administraciones y las instituciones deber¨ªan dar ejemplo de cumplimiento de las normas de protecci¨®n del medio, pero lo que dan es pena.