Una bodega con apuntes cient¨ªficos

Es una rara avis en el ya de por s¨ª vers¨¢til mundo del vino. En un entorno donde cada uno procura ofrecer unas se?as de identidad propias que le diferencien del resto, Vi?a Ijalba va m¨¢s all¨¢. Su apuesta por la singularidad es tal que abarca todos los aspectos de una bodega, desde la cepa a la botella, sin olvidar, claro, el vino.

La aventura de esta bodega, fundada en 1991 por Dionisio Ruiz Ijalba, un industrial riojano sin ninguna vinculaci¨®n con el vino, une la pasi¨®n por la vid aut¨®ctona, la investigaci¨®n universitaria y la recuperaci¨®n de usos agr¨ªcolas tradicionales. Fruto de ello es, por ejemplo, el banco de variedades de Rioja, recogido por el en¨®logo de la casa, Juan Carlos Sancha, a lo largo de los ¨²ltimos 15 a?os.

Esta plantaci¨®n, que se encuentra frente al edificio principal de la bodega, presenta 76 acepciones de vid de 35 variedades, un trabajo nada desde?able si se tiene en cuenta que en la actualidad s¨®lo hay siete variedades autorizadas por el Consejo Regulador de la Denominaci¨®n de Origen. A finales del XIX, el famoso en¨®logo Manso de Z¨²?iga cifraba en unas cien las variedades de vid en Rioja.

Es, al mismo tiempo, un tesoro bot¨¢nico y etnogr¨¢fico, mezcla de diferencias y coincidencias. As¨ª, junto al graciano de Haro se encuentra el de Alfaro, ¨¦ste ¨²ltimo sin ning¨²n inter¨¦s enol¨®gico. El otro, sin embargo, es esa variedad que tanto da que hablar en los ¨²ltimos tiempos y de la que Vi?a Ijalba produjo el segundo monovarietal de graciano del mundo. El primero, curiosidades de la vinicultura, se elabor¨® en Australia.

Pero la gran aportaci¨®n de este banco de vides no es s¨®lo documental. Vi?a Ijalba pretende recuperar especies pr¨¢cticamente extinguidas en una denominaci¨®n de origen que se centra de forma casi exclusiva en el tempranillo. Ah¨ª hay que encuadrar la aparici¨®n de sus monovarietales de maturana blanca y tinta. La primera ya es citada en documentaci¨®n medieval como una uva de la que sal¨ªa un vino especialmente valorado, que recib¨ªa en algunas ocasiones el nombre de Rivadavia.

En cuanto a la maturana tinta, las reacciones al vino que acaba de salir al mercado est¨¢n siendo extraordinarias. En un mundo ansioso de novedades, este vino est¨¢ llamado a la fama. Pero los responsables de Vi?a Ijalba no quieren quedarse en la frivolidad del monovarietal. Su investigaci¨®n est¨¢ destinada a elaborar caldos propios a partir de la conjunci¨®n de distintas uvas procedentes de una vendimia seleccionada.

Esos frutos proceden de cepas plantadas en unos terrenos peculiares, en minas a cielo abierto abandonadas, recuperadas por Dionisio Ruiz Ijalba desde principios de los a?os 70. Para rizar el rizo de estas fincas, el cultivo es ecol¨®gico, sin uso de herbicidas, insecticidas ni abonos qu¨ªmicos, en busca de unos caldos que demuestren un respeto por las peculiaridades del vi?edo riojano desde el primer momento.