Catalu?a no va mejor, va peor
Una de las percepciones m¨¢s generalizadas en este pa¨ªs, reproducida acr¨ªticamente por grandes sectores medi¨¢ticos pr¨®ximos a los gobiernos conservadores de Catalu?a y de Espa?a, es que "Espa?a va bien y Catalu?a incluso va mejor". En un par de art¨ªculos sobre la educaci¨®n en el resto de Espa?a (9 de octubre de 2002) y en Catalu?a (31 de octubre de 2002) cuestionaba este optimismo documentando que la educaci¨®n en Espa?a no va bien y en Catalu?a va incluso peor, y ello como resultado de los escasos recursos p¨²blicos que tanto el Gobierno central como el catal¨¢n asignan a la educaci¨®n; en este caso, la aportaci¨®n p¨²blica catalana es incluso menor que la espa?ola. Como era predecible, el Gobierno de la Generalitat, a trav¨¦s del secretario general de su Departamento de Educaci¨®n, Ramon Farr¨¦, se apresur¨® a responder (18 de noviembre de 2002) para reasegurar al lector que, en contra de lo que mostraban mis datos, la educaci¨®n en Espa?a va muy bien y en Catalu?a va incluso mucho mejor; negaba que las estad¨ªsticas que utilic¨¦ sean las m¨¢s adecuadas para mostrar la situaci¨®n en Catalu?a, y las sustituy¨® por otras que Farr¨¦ cree que cuestionan mis conclusiones. De ah¨ª que titule su art¨ªculo Educaci¨®n y estad¨ªsticas. Veamos.
En respuesta a los datos que prove¨ª documentando que Catalu?a es una de las comunidades espa?olas que gasta menos en educaci¨®n p¨²blica (medida, entre otros indicadores que tambi¨¦n present¨¦, por el gasto p¨²blico educativo como porcentaje del PIB catal¨¢n), Farr¨¦ indica que tal indicador no es correcto para medir el compromiso pol¨ªtico de la Generalitat (la autoridad m¨¢xima en educaci¨®n en Catalu?a) con la educaci¨®n p¨²blica puesto que tal indicador "penaliza a Catalu?a por ser una comunidad m¨¢s rica". Encuentro esta explicaci¨®n sorprendente, pues parece asumir que la educaci¨®n catalana est¨¢ financiada por el Gobierno central, que da la misma cantidad de dinero a todas las comunidades aut¨®nomas, con lo cual tal cantidad, para las comunidades m¨¢s ricas como Catalu?a, representar¨ªa un porcentaje menor de su PIB. Pero Farr¨¦ sabe que esto no es as¨ª. En realidad, desde mediados de la d¨¦cada de 1980 la Generalitat tiene plena potestad sobre la financiaci¨®n y el gasto p¨²blico educativo, y por tanto el porcentaje del PIB catal¨¢n que se gaste en educaci¨®n depende primordialmente de la voluntad pol¨ªtica de la Generalitat. El hecho de que sea una comunidad m¨¢s rica deber¨ªa determinar precisamente un mayor porcentaje del PIB en educaci¨®n puesto que en la UE los pa¨ªses m¨¢s ricos gastan, en general, un porcentaje mayor de su PIB en esta materia. La Generalitat, sin embargo, gasta menos que otras comunidades espa?olas y pa¨ªses europeos de igual o incluso menor desarrollo econ¨®mico. Adem¨¢s de un gasto p¨²blico menor, el Gobierno conservador catal¨¢n da prioridad claramente a las escuelas privadas (pagando los subsidios m¨¢s altos de Espa?a) a costa de la escuela p¨²blica (que tiene los gastos m¨¢s bajos de Espa?a), con lo cual se est¨¢ da?ando la calidad educativa de la mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa que pertenece a las clases populares y acude a las escuelas p¨²blicas.
Una consecuencia es que (tal como document¨¦ en mi art¨ªculo) el conocimiento acad¨¦mico de los estudiantes en primaria y secundaria en Catalu?a y el resto de Espa?a es menor que el promedio en la UE y en la OCDE, y que el conocimiento de los catalanes es menor que la media espa?ola. Farr¨¦ reconoce esta realidad como cierta, excepto en lo que respecta a la inferioridad catalana frente al promedio espa?ol, con lo cual ¨¦l est¨¢ en desacuerdo, y cita el informe PISA como prueba de que los conocimientos de los estudiantes en Catalu?a es superior al promedio espa?ol. Farr¨¦ parece desconocer, sin embargo, que el informe PISA, que compara el nivel de conocimiento acad¨¦mico de los pa¨ªses de la OCDE y que muestra que el promedio espa?ol est¨¢ por debajo de la media de aquellos pa¨ªses, no hace ninguna referencia a Catalu?a porque ¨¦sta no est¨¢ incluida en el estudio. Por tanto, de tal estudio no puede derivarse tal conclusi¨®n de superioridad de la educaci¨®n catalana.
El estudio que s¨ª ha comparado el conocimiento acad¨¦mico de los estudiantes de distintas comunidades aut¨®nomas es uno realizado en Espa?a en 1997 (que Farr¨¦ ignora), que muestra que en Catalu?a estamos por detr¨¢s, y no por delante, del promedio espa?ol. En realidad, tal estudio no se ha efectuado de nuevo, como resultado de las presiones pol¨ªticas de la Generalitat y su influencia sobre el Gobierno conservador espa?ol.
Por ¨²ltimo, Farr¨¦, en su intento de mostrar que Espa?a invierte tambi¨¦n por encima de la media europea, se?ala que Espa?a ofrece m¨¢s horas lectivas por a?o que Alemania, Francia, B¨¦lgica y Dinamarca. Farr¨¦ hace caso omiso no s¨®lo de los datos que present¨¦ en mis art¨ªculos, sino de otros datos m¨¢s recientes que los que ¨¦l aporta. La ¨²ltima informaci¨®n sobre tiempo lectivo por a?o para los pa¨ªses de la OCDE, Education at Glance 2002, muestra (p¨¢g. 350) que en el a?o 2000 el n¨²mero de horas lectivas por a?o en Espa?a (564 horas en secundaria, por ejemplo) es mucho menor que en Alemania (733), B¨¦lgica (858), Francia (639) y Dinamarca (644). Esta pobreza de recursos aparece tambi¨¦n en la infraestructura, y Espa?a es uno de los pa¨ªses de la OCDE con menos ordenadores por estudiante (p¨¢g. 302), y m¨¢s estudiantes por clase de secundaria en las escuelas p¨²blicas (p¨¢g. 292).
Farr¨¦ termina se?alando como prueba de ¨¦xito el que la gran mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa muestra satisfacci¨®n con los profesores y centros educativos en Catalu?a. Es natural que la gran mayor¨ªa de la ciudadan¨ªa est¨¦ satisfecha con el profesorado -que hace una labor inmensa a pesar de la escasez de recursos-, pero esta misma mayor¨ªa se?ala que Catalu?a deber¨ªa invertir m¨¢s en educaci¨®n. Esta percepci¨®n ser¨ªa incluso mayor si la Generalitat tuviera mayor transparencia en su contabilidad y permitiera mayor debate y cr¨ªtica en los medios de persuasi¨®n (televisi¨®n y radios p¨²blicas) en Catalu?a sobre los que ejerce un control f¨¦rreo intentando mostrar que Espa?a va bien y Catalu?a va mejor. En educaci¨®n los datos muestran lo contrario.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas. Universidad Pompeu Fabra.
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