Los peritos definen como "mortales" los orificios de 'L'Oca'

Los ingenieros navales que declararon ayer en el juicio por el hundimiento de L'Oca en el lago de Banyoles reconocieron la insensatez que supon¨ªa navegar con las aberturas realizadas en la popa, que calificaron de "nefastas" y "mortales", e incluso mostraron extra?eza por que la embarcaci¨®n no se hubiera hundido en el primer viaje con pasajeros. Uno de los ingenieros aventur¨® tambi¨¦n que, si los asientos hubieran estado anclados sobre la cubierta, las 21 v¨ªctimas mortales se hubieran podido reducir a una o dos.

Los c¨¢lculos realizados por los ingenieros navales Juan Ribera y ?lvaro Colomer concluyen que la embarcaci¨®n siniestrada deb¨ªa navegar habitualmente con agua en la proa con el objetivo de inclinar la embarcaci¨®n hacia adelante y as¨ª incrementar la distancia entre el agua y las rejillas traseras. De no ser as¨ª, la carga de 140 pasajeros que el fat¨ªdico 8 de octubre de 1998 subi¨® a la embarcaci¨®n habr¨ªa dejado la l¨ªnea de flotaci¨®n un cent¨ªmetro por encima de la parte baja de la rejilla y ni tan siquiera habr¨ªa podido zarpar. Los c¨¢lculos indican que aquel d¨ªa la superficie del agua distaba unos 13 cent¨ªmetros de las aberturas. El catamar¨¢n, dicen los peritos, se hundi¨® en menos de cuatro minutos.

?lvaro Colomer expuso, a t¨ªtulo personal, la sospecha de que la decisi¨®n de lastrar con agua la proa de la embarcaci¨®n se tom¨® tras constatar, en alguna otra ocasi¨®n, que el agua hab¨ªa entrado por las rejillas posteriores. "Alguien se dio cuenta de que las aberturas eran peligrosas, por eso pusieron agua en la proa", asegur¨®.