Aranjuez: un paisaje truncado

El pasado jueves 7 de noviembre publicaba este diario, en su edici¨®n de Madrid, una informaci¨®n sobre presuntas irregularidades en el municipio de Aranjuez, declarado hace menos de un a?o por la Unesco "paisaje cultural de la humanidad". All¨ª se destacaba que una modificaci¨®n urban¨ªstica "puntual" quintuplic¨® el valor de un solar de "una vieja f¨¢brica de harinas", enfrente, justamente, de los famosos jardines de Aranjuez.

Precisamente desde esos mismos jardines est¨¢n tomadas las fotograf¨ªas que acompa?an a este art¨ªculo, el antes y el despu¨¦s de la demolici¨®n apresurada de esas instalaciones llevada a cabo en la primavera del pasado a?o 2001.

Quiz¨¢ la "creaci¨®n" de riqueza por el equivalente de 1.400 millones de pesetas explica algo del desd¨¦n de las autoridades locales por la salvaguardia de su patrimonio industrial, as¨ª como la apresurada y descuidada actuaci¨®n que permiti¨® el derribo y la desaparici¨®n de la emblem¨¢tica f¨¢brica de harinas El Puente, en Aranjuez.

La harinera fue instalada en 1829 en el emplazamiento de un molino hidr¨¢ulico

Ahora bien, como testigos directos de esta lamentable p¨¦rdida, queremos destacar el valor hist¨®rico, simb¨®lico y patrimonial que representaba este magn¨ªfico conjunto desaparecido silenciosamente del paisaje del municipio de Aranjuez, con el objetivo de que, en el futuro, una mayor sensibilidad social permita aplicar la Ley del Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad de Madrid, que prev¨¦ el proteger, acrecentar y transmitir a las generaciones futuras los testimonios de nuestro pasado, evitando este tipo intervenciones, que con demasiada frecuencia destruyen esa parte de nuestra cultura que es el patrimonio industrial.

La f¨¢brica de harinas El Puente fue instalada en 1829 en el emplazamiento de un anterior molino hidr¨¢ulico propiedad del Real Patrimonio, situado junto al antiguo puente de Barcas, y cuyos or¨ªgenes se remontan a ¨¦pocas todav¨ªa m¨¢s lejanas, siendo m¨¢s que probable situar sus antecedentes productivos en esa primera generaci¨®n de molinos y ace?as que funcionaron en las inmediaciones del r¨ªo Tajo, al menos, desde mediados del siglo XVI.

La nueva f¨¢brica fue equipada con la maquinar¨ªa m¨¢s moderna del momento, nutri¨¦ndose progresivamente de las cosechas de trigo provenientes de las provincias de Madrid, Cuenca y Toledo.

A finales del siglo XIX, conocida ya como la "f¨¢brica de harinas del Puente Colgante", la explotaci¨®n era considerada como una de las f¨¢bricas m¨¢s importantes en el ¨¢mbito nacional, precisamente por la calidad de sus harinas.

En manos de un industrial local, continu¨® en el novecientos su pr¨®spera trayectoria productiva, mejorando y modernizando sus instalaciones, implantando el revolucionario sistema austroh¨²ngaro a base de molinos cil¨ªndricos de molturaci¨®n y ampliando el negocio a la producci¨®n de electricidad, al igual que hicieran tantas peque?as f¨¢bricas de la provincia de Madrid, empezando por su competidora local, la electro-harinera propiedad de Enrique Mej¨ªas.

Precisamente, las trazas de esta rica historia productiva las documentamos en la primavera del 2001 durante la elaboraci¨®n de un informe t¨¦cnico sobre el valor de la maquinaria y de otros elementos muebles conservados en las instalaciones de la citada f¨¢brica, por indicaci¨®n precisa de la Direcci¨®n General del Patrimonio Hist¨®rico de la Comunidad de Madrid. Para ello fuimos recabados como asesores y expertos en intervenciones relacionadas con el patrimonio industrial, y como directores del IPICAM, el Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad.

En el informe e inventario realizado por nuestro equipo, con una injustificada premura y bajo la presencia apremiante y poco colaboradora de los representantes de la propiedad, se puso de relieve el magn¨ªfico conjunto t¨¦cnico e industrial que albergaba el edificio central, destinado a la fabricaci¨®n de harinas, y tambi¨¦n el inmueble anejo, dedicado a la producci¨®n de electricidad. As¨ª, identificamos, datamos y documentamos una muestra ejemplar de elementos mec¨¢nicos, verdaderos hitos, en algunos casos, de la evoluci¨®n tecnol¨®gica del sector, como representan los cuatro ejemplares de molinos de cilindros sistema Buhler que pudieron ser rescatados y que se custodian en la sede del Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa.

En efecto, esta antigua instalaci¨®n harinera representaba un elemento singular del patrimonio industrial de Aranjuez, rememorando el pasado industrial y la memoria del trabajo que hicieron posible el desenvolvimiento hist¨®rico del Real Sitio.

Ahora, se nos dir¨¢, "el mercado" es el responsable de la desaparici¨®n y destrucci¨®n de una parte del paisaje cultural del patrimonio de Aranjuez. Ojal¨¢ que esta llamada de atenci¨®n contribuya a una toma de conciencia colectiva que reconozca, respete, proteja y pueda dar usos p¨²blicos, culturales o formativos a los restos industriales. Las administraciones locales tienen una gran responsabilidad en esta defensa, tanto m¨¢s necesaria cuanto estas antiguas instalaciones est¨¢n situadas en emplazamientos demasiado atractivos para el mercado, si no para el mercadeo.

Paloma Candela, Juan Jos¨¦ Castillo y Mercedes L¨®pez son los responsables cient¨ªficos del Inventario del Patrimonio Industrial de la Comunidad de Madrid y autores del libro Arqueolog¨ªa industrial y memoria del trabajo: el patrimonio industrial del sudeste madrile?o 1905-1950, Aranjuez, Editorial Doce Calles, 2002.