Malos tiempos para Tojtajunov
Italia estudia la extradici¨®n a EE UU del acusado de ama?ar el patinaje en Salt Lake City
Cada vez m¨¢s, las competiciones deportivas acaban ventil¨¢ndose en los tribunales de justicia. La posible rehabilitaci¨®n de Johann Muehlegg o el futuro de la Copa del Am¨¦rica de vela no son los ¨²nicos asuntos que ocupan a los jueces de la tierra. Tambi¨¦n han encontrado un hueco estos d¨ªas para acercarse a la competici¨®n ol¨ªmpica, en concreto a la prueba de danza por parejas de los Juegos de Salt Lake City 2002, aquel culebr¨®n con implicaciones pol¨ªticas, diplom¨¢ticas y mafiosas.
Hoy, en Italia, se estudia la solicitud de extradici¨®n a Estados Unidos del empresario ruso de origen uzbeko y pasaporte israel¨ª Alimzhan Tojtajunov, conocido como Alik y tambi¨¦n como El Peque?o Taiwan¨¦s. Toj-tajunov permanece detenido en la prisi¨®n de Santa Mar¨ªa Maggiore, en Mestre, junto a Venecia, desde el 31 de julio pasado a petici¨®n del FBI. El fiscal federal de Manhattan (Nueva York) le acusa de concebir y dirigir una trama con una segunda persona, supuestamente de la mafia rusa, y con un miembro de la federaci¨®n rusa de patinaje para asegurar una medalla de oro a la pareja rusa y otra a la francesa, cuya integrante femenina es Marina Anissina, de origen ruso. Por ello penden sobre ¨¦l cinco cargos, cada uno castigado con cinco a?os de prisi¨®n y 250.000 euros de multa.
El asunto ser¨ªa menor, un caso m¨¢s de corrupci¨®n en el deporte, si no fuera porque sucedi¨® en unos Juegos Ol¨ªmpicos, porque permiti¨® abrir dudas sobre la validez de los jurados a la hora de determinar los mejores en una competici¨®n y porque Tojtajunov es mucho m¨¢s que un personaje menor: es un intermediario al que segu¨ªan la pista los servicios secretos de varios pa¨ªses.
Su presunta participaci¨®n en el ama?o que concluy¨® con el oro injusto de la pareja rusa -luego, se equilibr¨® el resultado concediendo otro oro, ex aequo, a la canadiense, que lo hab¨ªa hecho mejor-, con el que intentar¨ªa conseguir que la federaci¨®n francesa -la tercera beneficiaria, gracias al oro de Anissina y Peizerat- presionara para que se le concediera un permiso de residencia en Francia, ha sido el hilo que ha conducido a temas m¨¢s graves.
Durante su estancia en la prisi¨®n de Mestre, por ejemplo, este ruso de 52 a?os recibi¨® un d¨ªa la visita de una comisi¨®n rogatoria de los jueces franceses que investigan desde hace a?os el caso Falcone, la venta sin autorizaci¨®n de armas a Angola por valor de varios cientos de millones de d¨®lares. Seg¨²n la justicia francesa, El Peque?o Taiwan¨¦s ha recibido transferencias econ¨®micas del cerebro de la venta, el ruso Arcadi Gaydamak, afincado en Israel. Al mismo tiempo, las autoridades italianas le acusan de blanqueo de dinero procedente de la mafia rusa. La polic¨ªa tambi¨¦n destaca sus buenas relaciones con los dirigentes del Milan y su participaci¨®n en el traspaso de un portero ruso al f¨²tbol italiano.
Adem¨¢s, seg¨²n un informe de Interpol, Tojtajunov ha estado implicado en el tr¨¢fico de drogas, armas y coches robados.
Tojtajunov siempre ha negado las acusaciones de todo tipo. Se describe como un simple organizador de competiciones deportivas, conciertos y espect¨¢culos en Rusia. Lleg¨® a Francia, expulsado de Alemania, en 1994; goza de una acreditaci¨®n permanente para Roland Garros y en su casa de Par¨ªs ha organizado fiestas para sus amigos tenistas Kurnikova, Mevdevev, Chesnokov y Kaf¨¦lnikov.
En 2000 perdi¨® el permiso de residencia en Francia y emigr¨® a la Toscana italiana. Su pr¨®ximo viaje, el que ¨¦l esperaba que fuera de regreso a Francia, le conducir¨¢ m¨¢s posiblemente a una prisi¨®n estadounidense. Su juicio, probablemente, abrir¨¢ de nuevo el debate sobre el patinaje y el valor de las medallas ol¨ªmpicas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.