Leales y ratas

Sigue subiendo la marea del (des)Prestige, cunde el desconcierto, se proclama el rompan filas y se oyen gritos de "?s¨¢lvese quien pueda!". Como escribi¨® el poeta: "Ya vienen, ya llegan, ya se oyen las negras mareas". De ah¨ª que en una de esas enumeraciones que tan merecida fama le han conquistado, Luis Mar¨ªa Anson, valeroso, engarce elementos dispares para concluir que el tufillo ha llegado a trav¨¦s de "los peri¨®dicos impresos, hablados y audiovisuales al fino olfato de las ratas que cobardean ya para abandonar el barco del P+P". A?ade el debelador que la operaci¨®n carece de riesgos para los malditos roedores porque, incluso si ganara el sucesor de Aznar, "la estupidez cong¨¦nita de la derecha espa?ola" volver¨ªa a "colocar en las atalayas de la informaci¨®n a traidores, conversos, tontos y enemigos" conforme al proceder acreditado en los ¨²ltimos a?os en los que "se han pagado generosamente la galliner¨ªa, la infamia y la desfachatez del converso".

La alarma del pr¨ªncipe de los periodistas espa?oles, ant¨®logo de la poes¨ªa amorosa y acad¨¦mico de la lengua es apocal¨ªptica y le lleva a exclamar que "la verdad, que es la que nos hace libres, no cuenta para casi nadie, y todo o casi todo es sectarismo, manipulaci¨®n, intoxicaci¨®n, venganzas viscerales", negruras de las que se considera exento. Llegado a este punto de plena desolaci¨®n en el que, sin embargo, todav¨ªa nadie ha sido mencionado, nuestro autor prefiere acordarse de "unas cuantas docenas de periodistas independientes que se salvan de la quema" para volver al frenes¨ª de la condena gen¨¦rica a todos los dem¨¢s, porque "ofician la ceremonia de la confusi¨®n, entre inciensos y jabones olorosos a las finas hierbas". ?ste ser¨ªa el momento adecuado para consultar la antolog¨ªa del elogio en la prensa espa?ola, incluida en el libro La ¨²ltima vez que nac¨ª, de Francisco Cerecedo (Ediciones B, Madrid 2002). No ahorra despu¨¦s Anson ep¨ªtetos peyorativos en su descripci¨®n de unos "profesionales amorrongados, p¨¢vidos, pendejos, amilanados, c¨ªnicos hasta decir basta" que "preparan el trasvase de barcos y alba?ales".

Estamos, pues, ante el mejor Anson, el maestro del idioma, el mismo que advert¨ªa a?os atr¨¢s de que "el fruto sano se zocatea enseguida si no se le separa a tiempo del que est¨¢ cedizo", el que nos preven¨ªa ante aquellos "a los que no se les embravece el b¨¢lano ni ante las mismas hur¨ªes del profeta". Menos mal que, como hubiera dicho Arturo Soria y Espinosa, frente a la asimilaci¨®n tergiversadora se alza la clarificaci¨®n sancionadora propugnada por ese alto cargo popular "que ha redactado un informe sobre las d¨¢divas otorgadas a las ratas: publicidad institucional, patrocinios, concesiones, licencias, frecuencias de radio, televisiones digitales, adquisici¨®n de ejemplares en bloque, informaciones privilegiadas, exclusivas clamorosas". Un informe que desenmascarar¨¢ a muchos "cuando se haga p¨²blica la verdad de tantas mentiras".

En resumen: 1?, que la lealtad se prueba en las dificultades y que las actuales demuestran que s¨®lo Anson es merecedor de las complacencias aznar¨ªes, tan impropiamente depositadas en otros periodistas de la cala?a que ahora aflora; 2?, que la derecha espa?ola, atrapada en el padecimiento de una estupidez cong¨¦nita, sigue especializada en ofrecer puestos de privilegio a los indeseables; 3?, que el Gobierno del PP, imbuido de esa constante hist¨®rica, ha pagado generosamente la galliner¨ªa, la infamia y la desfachatez del converso (falsos conversos que han venido suplantando a quienes presentaban pruebas contrastadas de limpieza de sangre); 4?, que salvo las docenas de independientes que Anson conoce y que guarda con delicadeza en su seno, los dem¨¢s periodistas se dedican al manejo del incensario sin m¨¢s orientaci¨®n para sus ofrendas que la b¨²squeda de prebendas; 5?, que entre las d¨¢divas prodigadas a las ratas conversas figuran asuntos como la publicidad institucional, patrocinios, concesiones, licencias, frecuencias de radio, televisiones digitales, adquisici¨®n de ejemplares en bloque, informaciones privilegiadas, exclusivas clamorosas y otras ventajas de las que mejor no hablar, incluidas en la gran pi?ata ad usum nostr¨®rum.

Por eso, sin m¨¢s tardanza, Anson debe hacer p¨²blico el informe del alto cargo popular aludido. Porque toda esa pi?ata, destinada a la compra de adhesiones que ahora resultan incapaces de resistir la prueba de la adversidad, se ha formado mediante el saqueo del erario p¨²blico. Adelante.