Un psicodrama con actores para todos los gustos

El director de Il Corriere della Sera, principal diario italiano en t¨¦rminos de difusi¨®n, dedic¨® ayer la columna de primera p¨¢gina a comentar con preocupaci¨®n el anunciado relevo en la c¨²pula del grupo Fiat. Ferruccio de Bortoli lamentaba la "nueva guerra" que se ha abierto en la industria italiana, que a su juicio, implica no s¨®lo a Fiat, sino al banco Mediobanca y a la principal aseguradora del pa¨ªs, Assicurazioni Generali. Pero el art¨ªculo dejaba entrever, sobre todo, la preocupaci¨®n interna en el Corriere por un cambio en el accionariado propietario.

El rotativo pertenece a la editorial Rizzoli que forma parte del grupo Hdp, cuyo 45% est¨¢ controlado por un grupo de accionistas entre los que figura Fiat junto a los dem¨¢s actores en este "psicodrama" que se desarrolla ahora en torno al grupo automovil¨ªstico, como Mediobanca, Gemina y alguno de los bancos acreedores que tan ferozmente han reaccionado al anuncio de cambios en la direcci¨®n del grupo del Lingotto. De Bortoli cita en su columna los rumores, "sobre el posible destino de la cuota Fiat en Hdp".

Sospechas

Y es que la sospecha de muchos, incluida la de algunos pol¨ªticos del centro izquierda, como Francesco Rutelli, l¨ªder de la Margarita (grupo centrista que forma parte del Olivo), es que por debajo del anunciado relevo en la c¨²pula del grupo Fiat, puede producirse un intercambio de favores que decida a la familia Agnelli a ceder su paquete de acciones en Hdp a alg¨²n industrial pr¨®ximo al primer ministro.

Hace unas pocas semanas, los accionistas de mayor¨ªa rechazaron la entrada en el consejo de administraci¨®n de este Holding Di Participazioni de la familia Ligestri. La decisi¨®n estuvo precedida por una tensa batalla en la que intervinieron indirectamente los trabajadores del Corriere, que ve¨ªan en Ligestri una especie de infiltrado del Cavaliere. El control del principal diario del pa¨ªs ha sido una de las obsesiones hist¨®ricas de los pol¨ªticos italianos.

En el caso de Berlusconi, que posee las tres cadenas de televisi¨®n privada y en su calidad de primer ministro tiene un poder considerable en las tres redes de la RAI (radiotelevisi¨®n p¨²blica) el temor es mayor porque muchos consideran que est¨¢ en juego la libertad de informaci¨®n.

Ayer, el ministro de Industria, Antonio Marzano, fue sometido en el Senado italiano a una especie de "tercer grado" por parte de los parlamentarios de la oposici¨®n, ansiosos de saber si el Gobierno est¨¢ detr¨¢s de los cambios en Fiat, y si existen pactos secretos. El ministro neg¨® ambas cosas.