Todav¨ªa no est¨¢ todo perdido

Justo 18 a?os despu¨¦s de que visitara Espa?a por primera vez -memorable su actuaci¨®n en el programa de TVE La Edad de Oro- con el grupo Violent Femmes, el cantante, guitarrista y compositor Gordon Cano regres¨® a una peque?a sala de Madrid para ofrecer en vivo las canciones de su primera aventura en solitario, Hitting the ground.

Previa a la actuaci¨®n de Cano se produjo una peque?a sorpresa. Lou Barlow, ex l¨ªder de la desparecida banda Sebadoh y otro nada despreciable compositor de rock minimalista con ra¨ªces norteamericanas, se apunt¨® a la velada, regalando 20 minutos de actuaci¨®n en ac¨²stico. Serio y trascendente, la m¨²sica de este Barlow con pinta de universitario de los sesenta, gafas de pasta negra incluidas, aun sin ser un prodigio de diversi¨®n tiene cierto regusto indie y buena factura. Tras ¨¦l sal¨ªan tres j¨®venes de Milwaukee (Wisconsin) que se hac¨ªan llamar The Rolling Blackouts y que, a posteriori, habr¨ªan de ser tambi¨¦n los m¨²sicos que acompa?aron a Cano en su actuaci¨®n. Buen rock tambi¨¦n en formato de instrumentaci¨®n esquel¨¦tica y tocado con gran energ¨ªa juvenil.

Esto ¨²ltimo deber haber sido lo que decidi¨® a Gordon Cano a escogerles para poner en pie su estilo inconfundible de rock: pura angustia adolescente, pulsi¨®n sexual, cuestiones religiosas, iron¨ªa, actitud punki y base musical folk. M¨¢s gordito, repeinado hacia atr¨¢s y con gafas, Gordon apareci¨® sonriente ante los espectadores que abarrotaban la sala y que, como muchos otros p¨²blicos, llevan a?os prendados de lo que este m¨²sico de casi cuarenta a?os logr¨® con Violent Femmes a principio de los ochenta.

Cano estuvo bromeando durante toda la actuaci¨®n con su escaso espa?ol y con la edad, tanto suya como de los presentes: "Este tema pertenece a mi ¨²ltimo disco, que pod¨¦is comprar a la entrada para regal¨¢rselo esta Navidad a vuestros nietos", dijo. Musicalmente fue repasando las canciones de Hitting the ground, para las que en el estudio cont¨® con la ayuda de colaboradores tan renombrados como John Cale, Lou Reed, PJ Harvey o Frank Black. En esta actuaci¨®n las interpret¨® ¨¦l solo y, aunque temas como Don't Pretend, Run o la guatequera I'ts Money no est¨¢n del todo mal, no llegan a tener el punch de sus primeras composiciones.

Es meritorio el intento de Cano de mantener su sonido personal y los ambientes que ¨¦ste crea; su voz sigue siendo nasal, afilada y con cierto timbre juvenil que no ha perdido con los a?os. Pero faltan las habilidades electroac¨²sticas de sus ex compa?eros, el bajista Brian Ritchie y el bater¨ªa V¨ªctor de Lorenzo, y la sensaci¨®n de juego esc¨¦nico que el tr¨ªo manten¨ªa en directo. Por ello, el espect¨¢culo estuvo en un tris de caer en el aburrimiento y pod¨ªa haber sido una aut¨¦ntica pena. Menos mal que al final dej¨® caer el cl¨¢sico de los Femmes Blister in the sun y los asistentes pudieron dar rienda suelta a la nostalgia, cant¨¢ndola a coro. Como curiosidad, Cano interpret¨® un tema llamado Serenata, cuya letra conten¨ªa retazos de un poema de Lorca y fue interpretada en espa?ol con acento guiri. Fue fascinante ver c¨®mo el p¨²blico levantaba jarras de cerveza y entonaba el estribillo, repitiendo los versos de Federico. ?Verdad que no est¨¢ todo perdido?