Una exposici¨®n en La Pedrera une el pasado modernista de Terrassa con su presente
Joan Llongueras escribi¨® a principios del siglo XX que Terrassa no ten¨ªa monumentos, pero s¨ª chimeneas, "altas, soberbias, imponentes chimeneas". El tiempo ha transformado esas chimeneas en monumentos. Eso s¨ª, con usos muy variados, una vez rehabilitadas f¨¢bricas como el Vapor Aymerich, Amat y Jover en instituciones como el Museo Nacional de la Ciencia y la T¨¦cnica de Catalu?a. Una exposici¨®n que se puede ver en La Pedrera, en Barcelona, hasta el 5 de enero quiere reivindicar esta faceta de revalorizaci¨®n patrimonial de la ciudad y tambi¨¦n la presencia del movimiento modernista en todas las capas sociales de Terrassa.
La exposici¨®n El modernisme a Terrassa, de la que son comisarias Mireia Freixa y Neus Peregrina, se acompa?a con la edici¨®n de un libro cat¨¢logo. Una y otro servir¨¢n para "compensar el barcelonacentrismo de los estudios sobre el modernismo en Catalu?a", seg¨²n el comisario del A?o Gaud¨ª, Daniel Giralt-Miracle.
La exhibici¨®n se abre con una serie de planos de la ciudad que dan fe de su crecimiento urban¨ªstico en los primeros a?os del siglo XX, a remolque de la pujanza de sus f¨¢bricas textiles. Al lado, un gran r¨®tulo de la antigua estaci¨®n del Norte con graf¨ªa y m¨¢rgenes ondulantes y decoraci¨®n floral, un vestido de novia de sat¨¦n y seda con pedrer¨ªa, y un precioso plaf¨®n de marqueter¨ªa dise?ado por Alexandre de Riquer.
A juicio de Freixas, la especificidad de la eclosi¨®n del modernismo en Terrassa es que su manifestaci¨®n y pervivencia se dio tanto en las casas de la alta burgues¨ªa como en las f¨¢bricas, los peque?os comercios y las entidades sociales, culturales y recreativas. Esto, afirma, "permite recuperar la historia de hombres y mujeres fuera cual fuera su condici¨®n". Una serie de fotograf¨ªas -de grandes salones, de obreros y tenderos de una famosa tienda de "todo a 65 c¨¦ntimos"- dan fe de esa pluralidad.
Paisajes monumentales
La exhibici¨®n se reparte en diversos ¨¢mbitos que testimonian esa irrupci¨®n del modernismo en espacios de trabajo, las viviendas y la pintura, con paisajes monumentales de Joaquim Vancells y Pere y Tom¨¤s Viver. En el recorrido se puede contemplar, por ejemplo, una maqueta del Vapor Aymerich, Amat y Jover que da idea de la inteligente distribuci¨®n interna de la nave y las ondulaciones del techo, que permit¨ªan la entrada de luz natural en todo el recinto, mobiliario de madera trabajada, objetos de cer¨¢mica y ricos cortinajes.
La arquitectura centra buena parte de la exhibici¨®n, con im¨¢genes del Vapor Marcet y la f¨¢brica Izard, entre otros edificios. Es la parte que m¨¢s invita a la visita in situ. Evidentemente, a lo largo del ¨²ltimo siglo no se ha conservado todo, por lo que la exposici¨®n acoge la reproducci¨®n virtual de la desaparecida Agrupaci¨®n Regionalista, obra de Llu¨ªs Muncunill.
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