La UE calcula que Espa?a ser¨¢ incapaz de cumplir el Protocolo de Kioto

Para Espa?a empieza a ser tarde para enderezar el rumbo. El ¨²ltimo informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente es demoledor. Ni siquiera adoptando las medidas complementarias proyectadas por el Gobierno de Madrid se podr¨¢ cumplir el compromiso de limitar al 15% el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero entre 1990 y 2008-2012. El desarrollo del transporte por carretera y el aumento de las centrales de energ¨ªa son algunas de las razones de este previsible incumplimiento que expone a Espa?a a una multa de Bruselas y a tener que comprar derechos de emisi¨®n.

La mala situaci¨®n espa?ola contrasta con las expectativas que ofrece la Uni¨®n Europea en su conjunto. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) no descarta que la UE acabe en 2008-2012 (periodo final establecido por el Protocolo de Kioto sobre cambio clim¨¢tico) reduciendo sus emisiones en una proporci¨®n superior a la comprometida. En el protocolo, la UE se compromete a reducir en un 8% sus emisiones respecto a 1990, a?o utilizado siempre como referencia.

"En la pr¨¢ctica, si se aplican todas las medidas complementarias en debate para reducir emisiones", dice la AEMA, "se prev¨¦ un recorte total del 12,4%, muy por encima de la reducci¨®n del 8% que exige Kioto". Sin embargo, de estas buenas perspectivas se descuelgan con claridad varios pa¨ªses -Espa?a, Austria, B¨¦lgica y Holanda-, que ni siquiera con los esfuerzos suplementarios planeados por sus respectivos gobiernos alcanzar¨¢n sus propios objetivos, seg¨²n los c¨¢lculos de la AEMA, que prev¨¦n que Espa?a supere su tope al menos un 13%. Entre esos esfuerzos suplementarios se incluye el desarrollo de energ¨ªas alternativas, la imposici¨®n de tasas energ¨¦ticas, la firma de acuerdos voluntarios con la industria o decididas pol¨ªticas de transporte p¨²blico.

Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s se aleja del objetivo de Kioto. El "reparto de la carga" pactado por los Quince pa¨ªses de la UE permite a Espa?a aumentar en un 15% sus emisiones respecto a 1990. Sin embargo, ¨¦stas estaban en 2000 un 33,7% por encima. Tal incremento no s¨®lo se debe al aumento del transporte por carretera y a la industria energ¨¦tica. Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses de la UE que no ha sido capaz de contener las emisiones controlando la gesti¨®n de residuos y las debidas a los usos agr¨ªcolas (¨®xido n¨ªtrico por el uso de ciertos fertilizantes y metano por la fermentaci¨®n de los excrementos del ganado).

La agencia recuerda que el "reparto de la carga" pactado por los quince "ha impuesto l¨ªmites legalmente vinculantes a las cantidades que cada uno de ellos puede emitir dentro del objetivo global". De ah¨ª que Espa?a se est¨¦ exponiendo a una multa de Bruselas y que, una vez aprobado la semana pasada el comercio de emisiones, las empresas espa?olas se vean obligadas a comprar derechos de emisi¨®n, dentro de la UE, a Alemania, Reino Unido o Suecia, pa¨ªses que pueden cumplir con creces sus compromisos.

En t¨¦rminos reales, siempre seg¨²n la AEMA, la UE no est¨¢ reduciendo sus emisiones al ritmo necesario para cumplir el objetivo de Kioto, pues s¨®lo las ha recortado, a fecha de 2000, en un 3,5%. De ah¨ª que la AEMA considere que las medidas suplementarias son muy necesarias.

La gran preocupaci¨®n, no s¨®lo en Espa?a, es la evoluci¨®n del transporte. Las emisiones debidas a este factor han aumentado en todos los pa¨ªses, salvo en Finlandia. En total, en 2000 y respecto a 1990, las emisiones del transporte han aumentado en un 20% y se prev¨¦ que en 2010 se acrecienten hasta el 28%.

Esta preocupaci¨®n por el transporte es compartida ya por los distintos responsables de las instituciones comunitarias. En enero pr¨®ximo, el pleno del Parlamento Europeo aprobar¨¢ el informe del eurodiputado socialista espa?ol Juan de Dios Izquierdo sobre la pol¨ªtica de transportes, que ya ha superado la votaci¨®n en comisi¨®n parlamentaria y que intenta fomentar en toda Europa un sistema de transportes respetuoso con el medio ambiente y pide el desarrollo de medios alternativos, el transporte colectivo y la liberalizaci¨®n del ferrocarril, entre otras cosas.

Bruselas ha suscrito acuerdos diversos con los fabricantes de autom¨®viles que han permitido reducir desde 1995 un 10% las emisiones de di¨®xido de carbono por parte de los coches particulares nuevos, lo que para la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallstr?m, es todav¨ªa insuficiente.