Una exposici¨®n re¨²ne la obra de los arquitectos que trabajaron con Gaud¨ª
El Colegio de Arquitectos de Catalu?a presenta planos y fotograf¨ªas hist¨®ricas
Algunos trabajaron directamente con Gaud¨ª, otros le conocieron y admiraron, y se convirtieron despu¨¦s en transmisores de sus ideas a trav¨¦s de libros. Muy pocos consiguieron rozar la sombra de genialidad del maestro. La exposici¨®n Los arquitectos de Gaud¨ª, que hasta el 11 de enero se presenta en el Colegio de Arquitectos de Catalu?a (Plaza Nova, 5, Barcelona), re¨²ne un conjunto de 150 dibujos originales, planos y fotograf¨ªas realizados por arquitectos de distintas generaciones cuyo ¨²nico nexo en com¨²n es su proximidad al creador de La Pedrera.
Organizada cronol¨®gicamente, la exposici¨®n se inicia con los trabajos de Francesc Berenguer, que comenz¨® a colaborar con Gaud¨ª en la construcci¨®n del Palau G¨¹ell y despu¨¦s trabaj¨® tambi¨¦n en la Sagrada Familia. A su muerte, en 1914, Gaud¨ª coment¨® que hab¨ªa perdido "a su mano derecha". De ¨¦l se exhiben varios alzados de edificios, como el Centro Moral de Gr¨¤cia, en la calle del Or de Barcelona. Con Joan Rubi¨® i Bellver, autor de la iglesia parroquial de S¨®ller (Mallorca), colabor¨® especialmente en las obras de reforma de la catedral de Palma y de hecho se exhibe una carta que deja constancia de los problemas que tuvo Gaud¨ª con el cabildo catedralicio.
De Josep Maria Jujol -el m¨¢s conocido y celebrado de los colaboradores de Gaud¨ª, con quien trabaj¨® entre 1905 y 1914- se exhiben dibujos que demuestran su facilidad para resolver con simples soluciones decorativas edificios inicialmente modestos, as¨ª como el desarrollo de su famosa Casa Planells (Diagonal-C¨°rsega), obra hist¨®rica de la arquitectura catalana. Tambi¨¦n se est¨¢n revalorizando cada vez m¨¢s los edificios de las cooperativas vin¨ªcolas de Tarragona que realiz¨® C¨¦sar Martinell, que no lleg¨® a trabajar con Gaud¨ª, pero cuya biograf¨ªa del arquitecto sigue siendo libro de referencia.
Uno de los m¨¢s estrechos colaboradores de Gaud¨ª fue Dom¨¨nec Sugra?es, el primer continuador de las obras de la Sagrada Familia. Comenz¨® a trabajar para ¨¦l en 1895 y durante este tiempo combin¨® esta tarea con las de su despacho, en el que en l¨ªneas generales, por generaci¨®n, realiz¨® obras de estilo noucentista. "Hab¨ªa una cierta esquizofrenia en muchos de estos arquitectos porque por la ma?ana iban al taller de la Sagrada Familia y por la tarde proyectaban sus encargos particulares en un estilo totalmente opuesto", coment¨® David Ferrer, comisario de la exposici¨®n junto con Josep G¨®mez Serrano.
Gaud¨ª tambi¨¦n desviaba encargos a sus disc¨ªpulos, como fue el caso de la finca Miralles, que realiz¨® Sugra?es. De hecho, seg¨²n explic¨® David Ferrer, Sugra?es tambi¨¦n llevaba el peso de las obras de la Sagrada Familia en los ¨²ltimos a?os de la vida de su creador. "Gaud¨ª al final ten¨ªa artritis y v¨¦rtigo, y se negaba a subir al campanario. Lo hac¨ªa Sugra?es, y por eso fue el continuador del templo, porque aunque no era un gran arquitecto, s¨ª era un gran constructor. Fue uno de los introductores del hormig¨®n armado en Catalu?a".
Josep R¨¤fols, del que se exhibe una pintura, y Joan Berg¨®s no realizaron mucha obra arquitect¨®nica, pero con sus escritos tambi¨¦n difundieron la obra de Gaud¨ª. M¨¢s contacto con ¨¦l tuvo Francesc Quintana, que entr¨® en 1919 en el estudio como dibujante y fue el encargado de rehacer las destruidas escuelas de la Sagrada Familia tras la guerra civil. Ya pertenec¨ªa a una generaci¨®n joven cuyos miembros, como dice Ferrer, "deb¨ªan de ver a Gaud¨ª como un abuelo", aunque su inter¨¦s por ¨¦l era casi heroica en un momento en que el noucentisme hab¨ªa desterrado al c¨¦lebre arquitecto. De la misma generaci¨®n era Isidre Puig Boada, que aplic¨® las soluciones gaudinianas en iglesias rurales tras la guerra, y Llu¨ªs Bonet Gar¨ª, autor de los edificios del Banco Vitalicio en toda Espa?a y responsable de guardar durante la guerra los restos de los modelos de yeso de la Sagrada Familia en una habitaci¨®n tapiada tras el incendio del templo en 1936.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.