"La crisis del 'Prestige' nos ha obligado a estar preparados para gobernar"
Se hundi¨® el Prestige y el a?o dio un vuelco. La marea negra lo ha contaminado todo: la costa, la vida social, los medios, la pol¨ªtica, y se ha convertido en una met¨¢fora de los tiempos que vivimos. Bajo el impacto del Prestige, que, seg¨²n dice el propio Zapatero, le obliga a estar ya a punto para gobernar, repasa 12 meses que han tenido un inesperado y tr¨¢gico final.
Pregunta. ?El caso del Prestige es la demostraci¨®n de la impotencia del Estado al que los ciudadanos pagan para que les proteja?
Respuesta. Detr¨¢s de la tragedia del Prestige hay tres hechos muy claros: que la defensa de un mundo globalizador desde par¨¢metros neoliberales abre las puertas a la codicia, ya que el beneficio, a costa de la ciudadan¨ªa y del medio ambiente, no est¨¢ controlado; que el discurso de menos Estado y m¨¢s sociedad, defendido en Espa?a por el PP, provoca una quiebra del seguro colectivo que es el Estado; y que se hace urgente la defensa de la pol¨ªtica, porque la derecha econ¨®mica de nuestro tiempo quiere mandar sin pol¨ªtica.
"El modelo del PP de 'menos Estado, m¨¢s sociedad' ha fracasado. Ha fallado el modelo y ha fallado el esp¨ªritu democr¨¢tico"
P. ?Qu¨¦ se puede hacer para que la mala gesti¨®n de la crisis del Prestige por parte del Gobierno no salpique a la pol¨ªtica entera?
R. M¨¢s pol¨ªtica democr¨¢tica. Aqu¨ª no ha fallado el Estado ni la pol¨ªtica. Ha fallado el Gobierno, que en su permanente af¨¢n de no responsabilizarse del pa¨ªs intenta extender al conjunto de la pol¨ªtica el malestar de la gente.
P. ?Ha pensado estos d¨ªas que algo como el Prestige podr¨ªa ocurrir siendo usted presidente?
R. Evidentemente. Sobre todo viendo la rabia que me produjeron las im¨¢genes de los marineros luchando en absoluta soledad con el fuel. All¨ª no estaba el Estado.
P. El Gobierno le acusa de haber hecho m¨¢s oposici¨®n que solidaridad con los afectados.
R. Las dos primeras semanas quisieron quitarse la responsabilidad de encima, minimizando el problema. Ha llegado un momento en que todo el mundo ha percibido su fracaso, y ahora s¨®lo tienen el reflejo de la personalidad autoritaria: no asumir los fallos y atacar a la oposici¨®n con mentiras. El paradigma de la deslealtad en democracia es la mentira.
P. Es penoso que Europa no tenga bien reguladas cosas como el tr¨¢fico mar¨ªtimo. Da una imagen de fragilidad notable.
R. Demuestra que Europa no puede ser s¨®lo un espacio para el libre comercio, porque ante todo ha de ser un espacio p¨²blico para los ciudadanos, y que el Prestige deber¨ªa abrir un escenario de transparencia sobre la influencia de determinados lobbies. ?Qu¨¦ presencia hay de personas vinculadas a los principales lobbies navieros en la Comisi¨®n y en algunos departamentos de relevancia? ?Por qu¨¦ hasta ahora se ha frenado una legislaci¨®n m¨¢s exigente con el tr¨¢fico de barcos basura?
P. Este a?o ha sido el de la apertura oficial de la sucesi¨®n de Aznar. El presidente empez¨® con un congreso triunfal, pero desde la huelga general de junio entr¨® en el peor periodo de su mandato.
R. Han pasado de las nubes al descr¨¦dito. El modelo del PP de menos Estado y m¨¢s sociedad ha fracasado. La realidad ha sido menos servicios p¨²blicos, menos seguridad y m¨¢s poder econ¨®mico para unos pocos. En el desarrollo de la mayor¨ªa absoluta se ha evidenciado el talante autoritario, el poco esp¨ªritu democr¨¢tico del Gobierno. A unos buenos servidores del Estado se les ve en las situaciones de crisis, y lo que hemos visto en estos ¨²ltimos meses ha sido elocuente: ha fallado el modelo y ha fallado el esp¨ªritu democr¨¢tico.
P. Usted ha conseguido consolidar una imagen y un estilo, pero para poder ganar le falta acreditar la capacidad de gobernar.
R. La capacidad de gobernar se acredita con los hechos. Los ciudadanos habr¨¢n comprobado mi capacidad para aunar voluntades, cohesionando el partido socialista, y habr¨¢n comprobado, con mi apoyo al Gobierno en situaciones trascendentales, que soy capaz de pensar antes en mi pa¨ªs y en el Estado que en los intereses de mi partido. Yo ten¨ªa fijado un proceso y unos tiempos: primero, l¨®gicamente, el asentamiento en la direcci¨®n renovada; segundo, la cohesi¨®n del partido, y finalmente, la alternativa del socialismo de los ciudadanos. La situaci¨®n de crisis pol¨ªtica nos va a obligar a estar preparados ya para gobernar con todas las garant¨ªas y con toda la fuerza.
P. En tiempos en que hay muchos interrogantes sobre la izquierda, ?qu¨¦ puede ofrecer el PSOE que no pueda ofrecer la derecha?
R. El cambio m¨¢s importante ser¨¢ en el funcionamiento de la democracia. La izquierda tiene como objetivo central ganar espacios democr¨¢ticos para la ciudadan¨ªa. Esto supone dos cosas: tener coraje para hacerlo y saber que el modelo tradicional de partido no es ¨²til para esta situaci¨®n. El segundo gran elemento de cambio debe producirse en el juego de las relaciones de poder real en el ¨¢mbito de la econom¨ªa. Creo que el mandato electoral que recibir¨¦ ser¨¢ recuperar la dignidad del Estado y de lo p¨²blico, y hacer un reequilibrio del poder econ¨®mico en Espa?a, que el PP ha acumulado en muy pocas manos.
P. Los partidos son un instrumento que ha quedado un poco anticuado.
R. El horizonte de los partidos modernos es la democracia interna. Si tengo posibilidades de ganar las pr¨®ximas elecciones es porque fui elegido democr¨¢ticamente por mi partido, lo que dio credibilidad porque no era previsible mi elecci¨®n. El PP se ver¨¢ obligado a un gran proceso de renovaci¨®n si quiere representar de verdad al centro-derecha. No es pensable, en el futuro, que partidos que tengan de verdad opci¨®n de gobernar y voluntad de ser referencia social no funcionen democr¨¢ticamente. El uniformismo y la propaganda provocan irritaci¨®n democr¨¢tica.
P. En Europa, y en Espa?a, estamos viendo c¨®mo los partidos conservadores, en materia de seguridad o de inmigraci¨®n, est¨¢n asumiendo la agenda de los partidos populistas.
R. La izquierda tiene que acometer los problemas reales de la sociedad. Si la izquierda no habla del fen¨®meno de la inmigraci¨®n, y deja ¨²nicamente el discurso reaccionario de cierre psicol¨®gico y de prevenci¨®n, la gente entender¨¢ que no tiene respuesta. La inmigraci¨®n se debe afrontar en clave de una Europa con capacidad de abrir fronteras, de responder a los mejores valores de la Ilustraci¨®n, de ser el mejor motor de la cooperaci¨®n al desarrollo. Los pa¨ªses de Europa tienen un compromiso con ?frica. S¨ª a la ampliaci¨®n, s¨ª a la reconciliaci¨®n con la Europa que ha sufrido, la Europa central; pero, paralelamente, un gran plan de cooperaci¨®n con ?frica.
P. Europa ha asumido con bastante normalidad el euro, ha entrado en el proceso de constitucionalizaci¨®n y en una nueva ampliaci¨®n. Sin embargo, se dice que estamos ante un momento de regresi¨®n hacia un mayor poder de los Estados.
R. Cada vez que hay procesos de unidad en las formas pol¨ªticas se desactivan conflictos y se abre mentalmente y culturalmente la convivencia. Europa est¨¢ en un momento decisivo y hay que avanzar sin temor, con una Constituci¨®n europea vinculante, con una carta de derechos fundamentales exigibles, con una divisi¨®n de poderes y con una concepci¨®n federal. La Uni¨®n Europea tiene que fomentar una sociedad europea, que es lo que realmente consolidar¨¢ el proyecto. Organizarse socialmente supone un cat¨¢logo de s¨ªmbolos pactados. Ahora la moneda es un s¨ªmbolo de todos, y es muy bueno que nadie sienta nostalgia.
P. Es necesario fijar unos l¨ªmites de Europa o tiene que estar siempre abierta a nuevas incorporaciones.
R. Creo que hay que dejarla siempre abierta para dar la perspectiva de que Europa es algo m¨¢s que un espacio f¨ªsico. Europa es un modelo de convivencia. No ser¨ªa un buen mensaje para el resto del mundo y para los vecinos de otras culturas decir que hemos hecho una cosa s¨®lo para nosotros.
P. La cristiandad ?debe figurar en el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n europea?
R. No. Siempre que cartas pol¨ªticas han intentado recoger herencias y tradiciones de una religi¨®n, han dividido m¨¢s que unido.
P. ?Qu¨¦ puede hacer Europa ante la guerra antiterrorista de Bush? ?Tiene que adaptarse o puede, esta vez, tomar una actitud diferenciada?
R. La doctrina del orden internacional que intenta imponer Bush es profundamente negativa para la convivencia y para los intereses de Europa. La doctrina del ataque preventivo militar es un horror, un paso atr¨¢s en las relaciones internacionales. Europa tiene que decir que no, y, de este modo, ayudar al debate en el seno de la sociedad americana. Blair mantiene la tesis de que acerc¨¢ndose a EE UU es como se le frena. Vamos a ver que sucede con Irak.
P. Aqu¨ª tenemos una opini¨®n p¨²blica muy reacia a la pol¨ªtica de Bush y un Gobierno completamente entregado a ella. Dif¨ªcil de gestionar, ?no?
R. Aznar cree que los vientos de la historia los va a marcar la doctrina Bush. Tanto sacar pecho patri¨®tico y, sin embargo, ha estado m¨¢s dispuesto a ofrecer soldados a Bush que mandarlos a Galicia.
P. Este a?o hemos visto las crisis profundas de algunos Estados en Latinoam¨¦rica. ?Podr¨ªa hacer Espa?a m¨¢s de lo que hace?
R. Deber¨ªa poner todo el esfuerzo, desde Europa, directamente con EE UU, para que haya un cambio de actitud del FMI, que no tiene en cuenta lo que necesita cada pa¨ªs en cada momento. El neoliberalismo ha ca¨ªdo en el mismo error del marxismo: creerse una interpretaci¨®n cient¨ªfica de c¨®mo tiene que funcionar la econom¨ªa y la historia. Espa?a, en los ¨²ltimos a?os, ha abandonado la pol¨ªtica en Latinoam¨¦rica en manos de las empresas. Como partido socialista tenemos un objetivo: la construcci¨®n de partidos socialdem¨®cratas en Am¨¦rica Latina.
P. Para acabar, el Pa¨ªs Vasco. Los dos temas de este a?o han sido el plan de Ibarretxe y el proceso de ilegalizaci¨®n de Batasuna.
R. ETA est¨¢ peor. Cada vez hay menos gente dispuesta a seguir su fanatismo. La propuesta del lehendakari ha tenido una ventaja: muchos han visto el abismo de cerca.
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