El sabio en la encrucijada
Para sorpresa de todos, hace dos a?os, en medio de una cartelera en la que predominaban las comedias c¨®micas y los musicales, Vida de Galileo, de Bertolt Brecht, abarrot¨® durante un mes, sin pr¨®rroga posible, el teatro del C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. Por eso, y porque en gira tuvo tambi¨¦n muy buena acogida, vuelve el mismo montaje a ese teatro, ahora durante cinco semanas improrrogables. "Nuestro ¨¦xito est¨¢ en haber demostrado que hay un p¨²blico que necesita encontrar reflexiones de mayor calado que las que se le ofrecen habitualmente. Y que ese p¨²blico es m¨¢s numeroso que el que tienen autores te¨®ricamente m¨¢s comerciales", dice Santiago S¨¢nchez, director de la compa?¨ªa L'Om-Impreb¨ªs y de la puesta en escena.
Brecht escribi¨® Vida de Galileo en Dinamarca, en 1938, casi seis a?os despu¨¦s de escapar de Alemania ante la llegada al poder de los nazis. "Esta obra, una de las mayores del teatro del siglo XX, acompa?¨® al autor durante toda su vida. Impresionado por las bombas at¨®micas sobre Hiroshima y Nagasaki, la reescribi¨® durante su exilio en Estados Unidos, donde la protagoniz¨® Charles Laughton. Al poco de estrenarla, tuvo que abandonar el pa¨ªs, huyendo del Comit¨¦ de Actividades Antinorteamericanas. En 1956, ensay¨¢ndola en el Berliner Ensemble le sorprendi¨® la muerte".
Se ha escrito mucho sobre
el significado de Vida de Galileo. "Cada d¨¦cada que pasa, tiene nuevas lecturas. Galileo es un hombre feliz porque gracias a sus descubrimientos est¨¢ a punto de comenzar una nueva era. Pero la Iglesia le corta las alas, y lo obliga a abjurar. En sus ¨²ltimos a?os, Brecht dec¨ªa que los cardenales de entonces pod¨ªan ser hoy banqueros o empresarios. En la obra, el secretario de la universidad en la que Galileo trabaja, le dice a ¨¦ste: 'S¨®lo puede recibir, por la ciencia que vende, lo mismo que recibir¨¢ de quien la compra'. Es la ley del mercado, el gran dogma de nuestros d¨ªas. Vuelvo a citar la obra. Es Galileo quien habla: 'Si la ciencia olvida que sus fines est¨¢n al servicio del hombre, alg¨²n d¨ªa las voces de alegr¨ªa por una nueva conquista pueden ser acalladas por un grito terrible de espanto universal'. Cuando Brecht escribi¨® esto, estaba pensando en la bomba at¨®mica. Hoy hace pensar en los negocios de las multinacionales farmac¨¦uticas y en que media ?frica se muere ante el avance del sida".
En versiones sucesivas, el autor pinta a su protagonista con colores muy diferentes: en una, que Galileo se retracte por miedo a ser puesto en manos de la Inquisici¨®n parece la ¨²nica salida posible para que siga investigando; en otra, Brecht le reprocha que no defienda hasta el final su visi¨®n del universo. "El autor no hace una loa a Galileo. Lo muestra apropi¨¢ndose de un invento ajeno: es conocida la teor¨ªa de que ¨¦l no invent¨® el telescopio, sino que copi¨® un modelo holand¨¦s. Pero, mientras unos lo utilizaron para hacer la guerra con ventaja, ¨¦l lo apunt¨® a los astros para comprobar que la mec¨¢nica celeste es muy diferente de la que se daba por buena hasta el momento. Nosotros hemos trabajado a partir de la ¨²ltima versi¨®n, en la que Galileo admite: 'Tuve una oportunidad excepcional. En mi ¨¦poca, la ciencia lleg¨® a plazas y mercados. En esas circunstancias, mi firmeza podr¨ªa haber provocado grandes conmociones'. Apabullados por el poder, muchas veces no somos conscientes de la fuerza que podr¨ªamos tener si nos mantuvieramos firmes".
Vida de Galileo se estren¨®
en Z¨²rich, en 1943, mientras su autor estaba en Estados Unidos. En diciembre de 1945, Charles Laughton se la ley¨® a Orson Welles, que se ofreci¨® a montarla, pero Brecht y Laughton cerraron el trato con un productor que ofreci¨® mejores condiciones econ¨®micas. Finalmente, el estreno norteamericano fue codirigido por Brecht y Joseph Losey. En Broadway, el p¨²blico abarrot¨® el teatro, y casi un centenar de personas vieron la funci¨®n de pie cada d¨ªa, pero como hab¨ªa m¨¢s de cuarenta actores en escena, el espect¨¢culo no fue viable econ¨®micamente y permaneci¨® poco tiempo en cartel.
En la versi¨®n que dirige Santiago S¨¢nchez, diez actores se reparten todos los papeles: Vicente Cuesta, Paloma Paso Jardiel, Carles Montoliu, Xus Romero, Sandro Cordero, Fran Sariego, Yayo C¨¢ceres, Carlos Lorenzo, Xuacu Carballido y Sergio Gayol. "Joan Cerver¨®, director del Grup Instrumental de Val¨¨ncia, ha recuperado la m¨²sica original de Hans Eisler, escrita para voces de ni?os, que nunca se hab¨ªa interpretado en Espa?a y la ha adaptado para voces de adultos".
Vida de Galileo. Del 9 de enero al 9 de febrero. C¨ªrculo de Bellas Artes. Madrid.
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