Chirac ordena a su primer ministro supervisar sobre el terreno la lucha contra el vertido
Raffarin y los titulares de Medio Ambiente y Transporte visitan las playas afectadas por el fuel
El Gobierno franc¨¦s parece haber tomado a su hom¨®logo espa?ol como modelo de lo que no hay que hacer ante una crisis ecol¨®gica. Si anteayer el presidente Jacques Chirac hizo saber que hab¨ªa instado a la fiscal¨ªa para que abra una investigaci¨®n judicial a fin de depurar responsabilidades respecto a la contaminaci¨®n del Prestige, que empieza a llegar a la costa atl¨¢ntica gala, ayer Chirac anunci¨® que ha ordenado a su primer ministro, Jean Pierre Raffarin, ir a la zona afectada y asegurarse de que " la movilizaci¨®n es la adecuada y se dispone de los medios suficientes".
Jacques Chirac, al salir ayer de un consejo de ministros, hizo una declaraci¨®n solemne en contra de "los negociantes turbios y los sinverg¨¹enzas de los mares" que provocan "desastres que no son producto de la fatalidad sino de acciones humanas". Dispuesto a jugar la carta de presentarse como palad¨ªn ecologista, Chirac dijo "compartir la indignaci¨®n e inquietud" de sus conciudadanos atl¨¢nticos y pidi¨® que la b¨²squeda de responsabilidades no se circunscribiese a tripulantes, fletadores y armadores sino tambi¨¦n "a las compa?¨ªas de seguros, a las sociedades que dan certificados de navegabilidad a aut¨¦nticos basureros flotantes y a los pabellones de conveniencia".
Si el Ejecutivo espa?ol tard¨® en asumir la magnitud del drama, Chirac y sus ministros lo anticipan. Roselyne Bachelot, la titular de Medio Ambiente, ya advierte de que "la contaminaci¨®n alcanzar¨¢ otros departamentos" y que ser¨¢ de mayor intensidad puesto que "las manchas de fuel m¨¢s importantes est¨¢n a¨²n a 100 kil¨®metros de la costa". El primer ministro Raffarin no duda por su parte en augurar "una crisis indignante que reclamar¨¢ una acci¨®n duradera, m¨¢xime vista la tempestad actual y las previsiones meteorol¨®gicas".
La idea de que "no hab¨ªa que ir a Galicia para hacerse la foto" no ha sido tomada en consideraci¨®n por Chirac, que orden¨® a su primer ministro y a los titulares de Medio Ambiente y Transporte que visiten "el terreno para asegurarse de que la movilizaci¨®n es la adecuada y dispone de los medios suficientes". Y ayer mismo Raffarin y compa?¨ªa desembarcaban en Cap Ferret, en la bocana de la laguna de Arcachon, para¨ªso de las ostras, para pasearse por las playas salpicadas de bolas negras y manifestar "su c¨®lera al ver un lugar tan hermoso tan manchado", al tiempo que anunciaba que 50 millones de euros hab¨ªan sido puestos a disposici¨®n de las instituciones responsables de garantizar la limpieza de las costas. Bachelot precisaba que "siete de esos millones servir¨¢n para pagar el trabajo del personal que ya est¨¢ dedicado a la limpieza de las playas".
Buena organizaci¨®n
El desorden espa?ol a la hora de organizar la ayuda tambi¨¦n parece haber sido tomado en consideraci¨®n. Las autoridades francesas han enviado a la costa primero a los bomberos, luego a empleados de servicios municipales de limpieza, en tercer lugar a profesionales privados del mantenimiento en buen estado de aguas y arenas, en cuarto lugar al ej¨¦rcito -que est¨¢ movilizado, pero sin intervenir excepto con algunos navios o aviones de observaci¨®n- y en quinto y ¨²ltimo puesto los voluntarios, a los que s¨®lo se les admite despu¨¦s de que se hayan inscrito en un ayuntamiento, respondido a una encuesta, superado un examen m¨¦dico y tras previa convocatoria y encuadramiento por dirigentes de seguridad civil.
Jean Bourdeau, alcalde de la localidad playera de Mimizan, una de las primeras en recibir el chapapote, dice que "de momento, los voluntarios no son precisos". Hay otras razones que aconsejan restarle protagonismo a los voluntarios. Seg¨²n el portavoz franc¨¦s de Greenpeace, Brune Rebelle, "nosotros no somos el suplentes de unos poderes p¨²blicos que no hacen lo que deben". El caso del naufragio del Erika, en diciembre de 1999, est¨¢ en todas las mentes: "Oficialmente caus¨® da?os por valor de 1.000 millones de euros, pero en el c¨¢lculo no se incluye el valor del trabajo desempe?ado durante 9 o 10 semanas por miles voluntarios. Hubiese duplicado la factura".
El Gobierno franc¨¦s tambi¨¦n ha tenido un exquisito cuidado en no dejar que las diferencias pol¨ªticas se mezclen en la crisis. Ayer, Raffarin acudi¨® a Cap Ferret acompa?ado del presidente de la regi¨®n, el socialista Alain Rousset, y cada uno supo ocupar el nivel de decisi¨®n y poder que le corresponde, evit¨¢ndose lo ocurrido en Galicia.
Si la pol¨ªtica de comunicaci¨®n del Gobierno franc¨¦s es mod¨¦lica quedan por ver cu¨¢les ser¨¢n los resultados reales de su acci¨®n. De momento, el viento huracanado y el oleaje han hecho imposible que los barcos saliesen a alta mar a intentar bombear parte del chapapote. Luego, la intensidad de las mareas -que empezar¨¢ a decrecer hoy- ha determinado que se estimase que no val¨ªa la pena hacer un gran esfuerzo por recoger lo vertido en la playa puesto que pocas horas despu¨¦s llegar¨ªa otra nueva oleada. La verdad es que los medios de los que se dispone para luchar contra ese tipo de cat¨¢strofes -las barreras flotantes malamente cubren algunos miles de metros, pero ayer ya eran 50 kil¨®metros de costa los afectados- siempre acaban por parecer rid¨ªculos, como lo prueba que tres a?os despu¨¦s la f¨¢brica de tratamiento de desperdicios que se ocupa de ello a¨²n no haya acabado con el fuel vertido por el Erika.
Tambi¨¦n se ha hecho oir Daniel Marrec, presidente de la Asociaci¨®n Francesa de los Capitanes de Nav¨ªo, que ha denunciado "la detenci¨®n injustificada del capit¨¢n del Prestige". En su opini¨®n, "los capitanes somos utilizados, cada vez m¨¢s, como rehenes en los litigios que oponen distintas partes". Seg¨²n Marrec, "el Estado espa?ol no supo estar a la altura del reto que deb¨ªa afrontar".
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