Moreras taladas en la avenida del ?ster
- Parqu¨ªmetros, ?¨¦xito? "Parece que los parqu¨ªmetros han contribuido a reducir las acumulaciones de autom¨®viles en el centro", se felicita Alejandro. "La medida debe ser buena porque sus efectos son buenos, pero, ?habr¨ªa alguna f¨®rmula para aminorar su precio a los automovilistas que trabajamos, necesariamente motorizados, dentro de la ciudad?", demanda.
- Guayaquil, sin votos. "Viendo la cantidad de ecuatorianos que vive en Madrid", reflexiona Isabel, "da la impresi¨®n de que algunos barrios correspondieran a Guayaquil. Pero lo que me entristece es que siendo tantos los ecuatorianos, nueve de cada diez de ellos carezcan de derecho de voto, ¨²nico medio para impedir que sean explotados en el trabajo o por caseros desalmados, cuyas tarifas obligan a muchos a habitar en casas masificadas, a menuda infectas y sin condiciones".
- Reconciliaci¨®n. "No es porque sea ahora un jugador madridista", dice Celso, "pero detalles como el que tuvo Ronaldo el otro d¨ªa con su entrenador, que acababa de perder a su madre, y al que le dedic¨® un estupendo gol, le reconcilian a uno con el club al que pertenece, pese a que de ¨¦l hemos recibido tantos disgustos como veces han asaltado seguidores y jugadores a nuestra amada fuente de Cibeles", sentencia.
- Ola de lluvias. "Nadie nos ha explicado casi nada sobre la ola de lluvias que Europa en general y Madrid, en particular, est¨¢n sufriendo desde hace un par de a?os" se queja Juan Sim¨®n. "A las sequ¨ªas ya est¨¢bamos acostumbrados", ironiza, "pero este pasaje por agua no tiene precedente", agrega.
- Mochileros, cuidado. "No es por ser cascarrabias", dice Mar¨ªa Pura, "pero los mozalbetes y mozas que suben al metro o al autob¨²s con sus grandes mochilas podr¨ªan ser un poquito m¨¢s cuidadosos con el resto de los viajeros, porque van dando golpazos a diestro y siniestro". Y pide: "Deber¨ªan reservarse zonas de los vagones o de los autobuses espec¨ªficamente para ellos". -
- Iluminaci¨®n de la Gran V¨ªa. "Bravo por aquellos que han decidido iluminar este a?o la Gran V¨ªa de esa manera tan elegante", dice Julia. "Para lo sosa que la han dejado tras la ¨²ltima reforma, la iluminaci¨®n navide?a creo que ha sido un verdadero ¨¦xito", concluye. -
- Contra los abrigos de pieles. "Les telefoneo indignado por el pase de modelos de prendas de piel que emiti¨® Tele 5", se queja un lector. "?No saben la cantidad de gente que nos ponemos al sacrificio de los pobres animales con procedimientos de una crueldad extrema?", se queja.
- Polideportivos abarrotados y desiertos. "Me da mucha pena ver algunos polideportivos de barrio pobre totalmente abarrotados y otros de barrios ricos, totalmente desiertos", dice Almudena. "Ambas construcciones han costado mucho dinero, pero unas cumplen una funci¨®n social extraordinaria y las otras, mal planificadas, detraen recursos que podr¨ªan haber sido dirigidos a aquellas primeras tan concurridas", sentencia.
- Divertimento. "Es un verdadero divertimento o¨ªr a los dependientes de las tiendas de zapatos intentar venderte un par a costa de lo que sea", dice un lector. "Si les dices, es que me est¨¢ peque?o, te responden, no se preocupe, que cede. Si le dices, no, en verdad me est¨¢ grande, te responden, ello mismo se va achicando poco a poco...as¨ª hasta controlar y tener respuesta para todas las preguntas. La conclusi¨®n que yo saco es que todos los zapatos de Madrid deben ser de goma", asevera.
- Salven las moreras. "Les telefoneo muy angustiada por algo que estoy contemplando enfrente de mi casa, en la avenida de ?ster", dice Araceli. "Desde hace d¨ªas, la zona ha sido tomada por una gr¨²a y varios operarios est¨¢n talando unas bell¨ªsimas moreras y acacias que crec¨ªan en este barrio desde los a?os treintas. Nadie puede arg¨¹ir que se trataba de ¨¢rboles enfermos, porque hasta hace bien poco han dado frutos y hojas muy brillantes, que revelaban su salud y lozan¨ªa. Me temo", se lamenta, "que se trata de otra arbitrariedad que se comete desde el municipio contra el arbolado madrile?o sin causa justificada, para sustituir esos bellos ¨¢rboles por otros enclenques, que carecen de funci¨®n".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.