A vueltas con el F¨°rum
?Qu¨¦ gozada ver y escuchar a Pepe Rubianes en la tele, en el programa de Julia Otero, diciendo aquello de que a los ministros del PP habr¨ªa que meterles el chapapote por el ojo del culo para que lo vomitasen por la boca! ?Qu¨¦ gozada o¨ªrle hablar de Fraga, esa mezcla de iguana y de tortuga de las Gal¨¢pagos, y de sus miles de gaiteros! ?Qu¨¦ gozada la rabia de mi amigo Pepe! Cag¨¢ndose en sus paisanos: "?Por qu¨¦ los hab¨¦is votado, imb¨¦ciles?". Es una rabia que me devuelve a mi infancia, la sana brutalidad de La Codorniz, la de los dibujos de Herreros y de Gila, s¨®lo que entonces los dibujantes no pod¨ªan cagarse en los se?ores ministros y sus v¨ªctimas sol¨ªan ser pobres paletos y viajantes de vagones de tercera clase, como los de aquel famoso accidente ferroviario: "Afortunadamente, la mayor¨ªa de los vagones siniestrados eran de tercera clase", pudo leerse en un c¨¦lebre diario. Como la rabia, la mala leche de Ops, que d¨ªa tras d¨ªa dignifica las p¨¢ginas de este peri¨®dico. Qui¨¦n iba a decirme que, con los a?os, a pocos meses ya de mi jubilaci¨®n, cada vez sentir¨ªa mayor atracci¨®n por el exabrupto, el descaro, la patada en los cojones. ?Por qu¨¦ ser¨¢?
En fin, dej¨¦monos de absurdas e in¨²tiles elucubraciones y vayamos al articulito de la semana. Hace unos d¨ªas, cenando con Agust¨ª Fancelli en casa de su prima Marialina, estuvimos hablando del F¨°rum -aix¨° del F¨°rum- y mi amigo y colega se despach¨® con tres o cuatro cosas muy sensatas, ideas que posteriormente recogi¨® en un art¨ªculo aparecido en estas p¨¢ginas: El F¨°rum, entre pol¨ªticos e intelectuales. La tesis principal del art¨ªculo de Fancelli es que el F¨°rum no se pudo vender peor, pero ello no quiere decir que "a poco que se quiera poner la oreja" (por ah¨ª envenenaron al pap¨¢ del intelectual Hamlet), todos sabemos de qu¨¦ ir¨¢ la cosa y, adem¨¢s, contamos, como garant¨ªa de su posible ¨¦xito, con unas personas que trabajan en el proyecto y que son una gente que habitualmente piensa y se expresa de manera correcta". Fancelli cita algunos nombres y entre ellos el de Borja Sitj¨¤. A ¨¦l, pues, le dedico este articulito.
Conoc¨ª a Borja cuando trabajaba con Llu¨ªs Pasqual en el Mar¨ªa Guerrero. Era su segundo, su hombre de confianza. Borja me conoc¨ªa por su padre, Paco Sitj¨¤, que era un forofo del teatro -hab¨ªa ejercido de cr¨ªtico en El Ciervo- y buen amigo m¨ªo. Borja me llam¨® un d¨ªa desde Madrid para decirme si pod¨ªa ir a entrevistar a Pasqual. Transmit¨ª el mensaje a mis superiores y ¨¦stos me mandaron a Madrid a entrevistar a Pasqual. Y as¨ª, a trav¨¦s de Pasqual, de sus caprichos y necesidades, nos fuimos conociendo mejor Borja y yo. Le trat¨¦ en la etapa del Mar¨ªa Guerrero, le trat¨¦ en la etapa del Od¨¦on-Th¨¦?tre de l'Europe, en Par¨ªs; le segu¨ª tratando cuando dej¨® a Pasqual para irse a trabajar con Georges Lavaudant y, ¨²ltimamente, al ponerse al frente del Festival Grec, ya en Barcelona.
Borja Sitj¨¤ es un buen chaval, muy trabajador, sibarita -se pirra por los arroces caldosos y las chaquetas de cachemir, entre otras cosas; le gusta el teatro, y la danza, y la m¨²sica, pero sobre todo el teatro y la ¨®pera-, es sociable y suele disfrutar con su trabajo. Am¨¦n de todo ello, es una persona que, como dir¨ªa Fancelli, "habitualmente piensa y se expresa de manera correcta". Adem¨¢s, Borja tiene talento, como lo ha demostrado al frente del Festival Grec, al que ha sabido darle un giro y acercarlo al p¨²blico.
Ahora bien, aix¨° del F¨°rum, a poco que pones la oreja, te das cuenta de que, en lo que respecta al trabajo que le han encargado a Borja, no se limita a montar un festival, como puede ser el Grec o como fue el Festival de les Arts que se mont¨® en 1992, cuando la Olimpiada, y donde vimos, como los vemos en el Grec, unos buenos espect¨¢culos. Lo del F¨°rum, si mi oreja no me enga?a, es o deber¨ªa ser algo nuevo, en cierto modo in¨¦dito. Aqu¨ª no se trata de montar un festival -teatro, ¨®pera, danza, m¨²sica, circo, etc¨¦tera- para que la gente que ha venido a ver correr, saltar o nadar a unos atletas pueda luego ir al teatro a distraerse; no, aqu¨ª se trata de inventarse un festival que est¨¦ estrechamente vinculado con los prop¨®sitos y debates del F¨°rum, que respire con el F¨°rum. Ello quiere decir que no bastar¨¢ con echar mano de la libreta de tel¨¦fonos -la de Borja vale un potos¨ª- y del talonario de cheques, que no bastar¨¢ con invitar a la flor y nata del teatro mundial, con sus ¨²ltimas creaciones. En Barcelona, en 2004, habr¨¢ que hacer algo nuevo. Traer gente nueva, con ideas nuevas. Habr¨¢ que sorprender, sorprendernos, con algo que no sea el gran montaje para caer de culo o la gran estrella que todav¨ªa no hab¨ªamos visto.
Conf¨ªo en las ganas y el talento de Borja para mostr¨¢rnoslo. En cierto modo, no s¨®lo conf¨ªo en ello, sino que se lo exijo. Y se lo exijo porque no soy ning¨²n teatrero que tenga algo que ofrecerle o pedirle, porque no estoy a sueldo de ningun F¨°rum, directa o indirectamente, y porque si no me lo ofrece se lo echar¨¦ en cara. Y tan amigos.
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