Fraga cede a la presi¨®n del PP nacional y fuerza la dimisi¨®n de su 'n¨²mero dos'
Cui?a abandona tras difundirse que una empresa familiar vendi¨® material para limpiar el fuel
La crisis abierta en el PP gallego tras el naufragio del petrolero Prestige estall¨® ayer con todo el estruendo despu¨¦s de que el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, forzase la salida del Gobierno auton¨®mico de Xos¨¦ Cui?a, su mano derecha durante 12 a?os y el primer aspirante a sucederle. El abandono del actual consejero de Pol¨ªtica Territorial y Obras P¨²blicas elimina el principal obst¨¢culo que le quedaba a la direcci¨®n nacional del PP para renovar el partido en Galicia a la medida de sus pretensiones. Fraga prepara ahora una remodelaci¨®n de Gobierno a la medida del PP nacional.
"Espero poder aclarar que las empresas de mi familia no cometieron ninguna ilegalidad"
El presidente gallego corre el riesgo de provocar una grave fractura interna, porque Cui?a cuenta con s¨®lidos apoyos entre los dirigentes provinciales y locales de la organizaci¨®n. Sometido en los ¨²ltimos d¨ªas al fuego cruzado de distintos sectores del partido y de la Xunta, el eterno delf¨ªn de Fraga se vio forzado a dimitir despu¨¦s de que la Cadena SER divulgase que una empresa de su familia vendi¨® material para limpiar las playas afectadas por la marea negra.
El abandono de Cui?a ir¨¢ acompa?ado de una amplia remodelaci¨®n en el Gobierno auton¨®mico, al que, seg¨²n fuentes de la Xunta, se incorporar¨¢n varias caras nuevas procedentes de los cuadros j¨®venes del partido.
Las incorporaciones tendr¨¢n otro rasgo com¨²n: su buena relaci¨®n con el Gobierno central. Se da por segura la entrada en el gabinete de Jes¨²s Palmou, secretario general del PP gallego, al que es probable que acompa?en su n¨²mero dos, Jos¨¦ Manuel Barreiro, y Pilar Rojo, delegada de Cultura en Pontevedra, que pertenece al c¨ªrculo de amigos m¨¢s ¨ªntimos del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, viejo antagonista de Cui?a.
En el Gabinete de Manuel Fraga permanecer¨¢, sin embargo, el consejero de Pesca, Enrique L¨®pez Veiga, quien hab¨ªa comunicado al veterano presidente su decisi¨®n de abandonar el Ejecutivo si continuaba Cui?a.
El Diario Oficial de Galicia s¨®lo recoger¨¢ hoy el cese a petici¨®n propia del consejero de Pol¨ªtica Territorial gallego, aunque la intenci¨®n de Fraga es concluir la remodelaci¨®n entre hoy y ma?ana.
Cui?a, poderoso guardi¨¢n del aparato del PP gallego durante casi una d¨¦cada, se hab¨ªa debilitado enormemente en las ¨²ltimas semanas al chocar con otros miembros del Gobierno por su modo de afrontar la crisis del Prestige.
El consejero no apareci¨® en p¨²blico durante los primeros d¨ªas tras el naufragio, lo que otros miembros del Gabinete interpretaron como un intento de salvaguardar sus aspiraciones sucesorias de las salpicaduras de la marea negra.
Cuando la tensi¨®n social acab¨® por estallar en Galicia, Cui?a reclam¨® a Fraga un cambio de rumbo. Exigi¨® una pol¨ªtica independiente de las directrices de la Administraci¨®n central, intent¨® que el partido se sumase a la primera manifestaci¨®n convocada en Santiago por el colectivo Nunca M¨¢is y convenci¨® a Fraga de que el PP aceptase crear una comisi¨®n para investigar el accidente en el Parlamento gallego.
Cr¨ªticas internas
La actuaci¨®n de Cui?a irrit¨® a varios compa?eros de Ejecutivo y al PP nacional. Las cr¨ªticas internas que se desataron a partir de entonces lograron minar la confianza de Fraga en su antiguo colaborador. El presidente de la Xunta, que preparaba una remodelaci¨®n para finales de este mes, recibi¨® el lunes a Cui?a y evit¨® confirmarle en el cargo. Pero el consejero segu¨ªa confiando en que el presidente no olvidase su vieja relaci¨®n con ¨¦l, ni los apoyos con que cuenta entre los dirigentes rurales del PP gallego, guardianes de los m¨¢s copiosos graneros de votos del partido.
El empuj¨®n que le faltaba para acabar cayendo lleg¨® ayer por la ma?ana. La reuni¨®n semanal del Consejo de Gobierno se vio sobresaltada por una noticia que acababa de difundir la Cadena SER. Una de las empresas de su familia hab¨ªa vendido material para limpieza de la costa afectada por el chapapote a otra firma contratada por la Administraci¨®n. No era una cantidad muy importante -el precio total de la operaci¨®n sum¨® 41.970 euros-, pero resucitaba un viejo fantasma que ha perseguido a Cui?a durante a?os: el espectacular crecimiento, paralelo a su carrera pol¨ªtica, del grupo de empresas familiares dedicadas a suministrar material de construcci¨®n, en muchos casos a obras de la Administraci¨®n p¨²blica. Despu¨¦s de empezar con una peque?a f¨¢brica de aluminio, la madre y los hermanos de Cui?a han pasado a dirigir un grupo que factura unos 48 millones de euros al a?o (8.000 millones de pesetas). Una de esas empresas fue la que suministr¨® trajes de aguas y palas para marineros y voluntarios. La empresa p¨²blica Tragsa, encargada de la limpieza de playas, confirm¨® adem¨¢s que la firma de la familia Cui?a hab¨ªa intentado optar a los contratos p¨²blicos de compra de material para la lucha contra la marea negra. La oferta se rechaz¨® por cara, seg¨²n Tragsa.
Sin datos a¨²n sobre el alcance de las revelaciones, Fraga compareci¨® ante los periodistas tras el Consejo de Gobierno, se limit¨® a leer un comunicado de Cui?a y rechaz¨® ¨¢speramente las preguntas sobre la inminente remodelaci¨®n del gabinete. Poco despu¨¦s, EL PA?S pidi¨® su versi¨®n al consejero y le pregunt¨® si cre¨ªa que alguien de su partido buscaba su dimisi¨®n. "No lo puedo decir, pero los caminos del se?or son inescrutables", contest¨®. Desde Madrid, arreciaron las llamadas a Fraga para pedirle que tomara una decisi¨®n. A primera hora de la tarde, convoc¨® a Cui?a y lo sorprendi¨® pidi¨¦ndole la dimisi¨®n. El consejero le entreg¨® poco despu¨¦s una carta manuscrita de once l¨ªneas: "Considero un deber presentar mi dimisi¨®n y espero poder aclarar que las empresas participadas por mi familia no cometieron ninguna ilegalidad ni irregularidad sino, simplemente, una donaci¨®n y una colaboraci¨®n en el caso del Prestige".
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