Arabia Saud¨ª prepara un plan para derrocar a Sadam Husein

Convencidos de que el presidente George W. Bush est¨¢ dispuesto a invadir Irak, varios l¨ªderes ¨¢rabes pretenden evitar una guerra orquestando un golpe de Estado en Bagdad. Fuentes cercanas a la operaci¨®n se?alan que Arabia Saud¨ª est¨¢ preparando vigorosamente un plan detallado para animar a los generales iraqu¨ªes a derrocar a Sadam y su camarilla. Diplom¨¢ticos occidentales y ¨¢rabes se?alan que la propuesta saud¨ª requiere una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU.

La nueva resoluci¨®n decretar¨ªa una amnist¨ªa para buena parte de los oficiales iraqu¨ªes que participasen en la transici¨®n de poder en Bagdad. De ella quedar¨ªan excluidos ¨²nicamente 100 o 120 de los principales dirigentes del partido Baas, incluyendo a Sadam, sus hijos, sus familiares m¨¢s cercanos y quienes hayan formado parte del c¨ªrculo de poder durante largo tiempo. La amnist¨ªa se ofrecer¨ªa inmediatamente antes del estallido de la guerra como se?al a los generales de Sadam de que podr¨¢n salvar su propia piel con la garant¨ªa de la ONU. Y los saud¨ªes creen que ser¨ªa suficiente para derrocar a un dictador que ha frenado todos los golpes de Estado contra ¨¦l.

"Una amnist¨ªa para el resto del Gobierno ser¨ªa un jaque mate para Sadam", afirma un diplom¨¢tico conocedor de la iniciativa. Para satisfacer las exigencias internacionales de un desarme iraqu¨ª, la amnist¨ªa estar¨ªa condicionada a la cooperaci¨®n activa de sus beneficiarios en el cumplimiento de las resoluciones de la ONU sobre las armas de destrucci¨®n masiva.

Aunque la propuesta saud¨ª deja abierta la posibilidad de que Sadam acepte el exilio, diplom¨¢ticos ¨¢rabes dudan de que esa salida sea realista. Por el contrario, creen que la Guardia Republicana iraqu¨ª, el cuerpo militar mejor equipado y m¨¢s leal a Sadam, cambiar¨ªa de bando y entregar¨ªa al dictador.

Seg¨²n diplom¨¢ticos occidentales y ¨¢rabes, Arabia Saud¨ª est¨¢ sondeando el apoyo a su iniciativa entre los l¨ªderes m¨¢s influyentes de la zona y los pa¨ªses miembros del Consejo de Seguridad. Esta semana, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el primer ministro turco, Abullah G¨¹l, volaron a Riad para hablar del plan con el pr¨ªncipe Abdul¨¢ bin Abdelaziz al Saud. Sin confirmar los detalles de la iniciativa, el m¨¢ximo l¨ªder saud¨ª declar¨® a un grupo de periodistas que la guerra podr¨ªa a¨²n evitarse. Su ministro de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal, tampoco quiso hacer comentarios sobre el plan y se limit¨® a subrayar que los pa¨ªses ¨¢rabes quieren una ¨²ltima oportunidad para buscar una soluci¨®n diplom¨¢tica a la crisis antes de que se dispare el primer tiro.

La iniciativa supone un giro radical en la actitud saud¨ª. Mientras que la postura oficial todav¨ªa se opone a un cambio de r¨¦gimen en Bagdad, la nueva iniciativa constituye una pu?alada en la espalda de Sadam. Y lo que ha llevado finalmente a la acci¨®n a los cautos saud¨ªes es el reconocimiento de que con las decenas de miles de tropas adicionales estadounidenses en marcha hacia el Golfo, la Administraci¨®n de Bush est¨¢ realmente dispuesta a ir a la guerra.

La preocupaci¨®n que ha convencido a los saud¨ªes de la conveniencia de ponerse en contra de Sadam es la misma que les llev¨® a tolerar su r¨¦gimen durante tanto tiempo, incluso despu¨¦s de que invadiera Kuwait: la estabilidad. Riad tiene miedo de que una guerra en Irak desencadene el caos, una guerra civil entre grupos ¨¦tnicos o incursiones militares de vecinos como Turqu¨ªa e Ir¨¢n. Para los saud¨ªes, un golpe de Estado ofrece m¨¢s posibilidades de mantener el orden y preservar las instituciones necesarias para prestar servivios p¨²blicos como la seguridad, la sanidad, la electricidad y el agua. "Est¨¢n intentando organizar el derrocamiento de Sadam", afirma un diplom¨¢tico occidental. "El nivel de ansiedad ¨¢rabe sobre la guerra est¨¢ por las nubes".

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