Rajoy agradece a Matas, Cascos y L¨®pez Veiga los servicios prestados

El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, declar¨® ayer ante los casi 2.000 cargos del PP que asistieron a la convenci¨®n que el "accidente" del Prestige es un "acontecimiento triste de consecuencias tambi¨¦n tristes". Reconoci¨® que hubiese preferido no tener que hacer esa intervenci¨®n, porque eso ser¨ªa la constancia de que "no pas¨® lo que pas¨®". Rajoy arranc¨® ayer cuatro aplausos durante su intervenci¨®n sobre el Prestige. El primero, que no el m¨¢s sonoro, al agradecer a tres personas los servicios prestados durante la crisis del petrolero: al ministro de Fomento, Francisco ?lvarez-Cascos; el de medio Ambiente, Jaume Matas, y el consejero de pesca de Galicia (aqu¨ª prorrumpieron los aplausos) Enrique L¨®pez Veiga. "Tienen m¨¢s t¨ªtulos que yo y han sido mucho peor tratados", sentenci¨® Rajoy.

Peque?a autocr¨ªtica

El vicepresidente arremeti¨® contra "los editorialistas de alg¨²n medio de comunicaci¨®n" que, seg¨²n la opini¨®n de Rajoy, cambi¨® de criterio a medida que evolucionaba la crisis, pero eso no despert¨® ninguna reacci¨®n en la concurrencia. Como tampoco lo hizo la peque?a autocr¨ªtica que dej¨® entrever Rajoy: "Es probable que no hayamos estado finos en alg¨²n caso, pero hemos estado con quienes de verdad sufr¨ªan los efectos de esta enorme desgracia".

Despu¨¦s pas¨® a criticar a la oposici¨®n: "No hemos tenido apoyo ninguno, ni siquiera esa llamada telef¨®nica de compromiso". Y fue al dejar caer el peso de las descalificaciones cuando obtuvo los mayores aplausos: "He debatido con el principal l¨ªder de la oposici¨®n. Tuve la seguridad de debatir con alguien que no sab¨ªa de nada. Aquellas palabras vac¨ªas, aquel conjunto de reproches... Era lo mismo de siempre. Supe que hablaba del Prestige porque yo estaba all¨ª. Ni una idea, ni una soluci¨®n, ni conocimiento, ni un m¨ªnimo de sentimiento. El objetivo era el mismo que el de Carmona [el diputado socialista de Madrid que dimiti¨® por hacer un chiste en el que dec¨ªa que si fuese necesario se podr¨ªa hundir otro barco]. Y los medios, los mismos que los de Caldera, ese hombre cabal, veraz y cre¨ªble".

Para concluir, Rajoy hizo acopio de la imagen de gallego ambiguo, con expresiones que despertaron las ¨²ltimas risas y aplausos: "Los gallegos somos como somos. Supongo que somos as¨ª y de la otra manera. Pero al final terminamos enter¨¢ndonos de lo que pasa y de lo que no pasa; o de lo que no pasa y pod¨ªa o no haber pasado".

Su discurso fue el ¨²nico de toda la jornada que hizo re¨ªr a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, quien al concluir Rajoy le estrech¨® la mano afectuosamente.