La recuperaci¨®n de una joya del arte omeya

La Fundaci¨®n El Legado Andalus¨ª, dependiente de la Consejer¨ªa de Cultura, acaba de reeditar una obra publicada en 1975 y agotada en pocos a?os: Qusayr' Amra. Residencia y ba?os omeyas en el desierto de Jordania, que recog¨ªa los trabajos de conservaci¨®n realizados en el palacio omeya Qusayr' Amra por una misi¨®n arqueol¨®gica espa?ola enviada a Jordania entre 1971 y 1974 por el Ministerio de Asuntos Exteriores. En aquellos a?os, un equipo de restauradores dirigidos por el entonces director del Museo Arqueol¨®gico Nacional de Madrid, Mart¨ªn Almagro, hoy fallecido, redescubr¨ªa al mundo una de las joyas del arte omeya: las pinturas de este monumento que, en medio del desierto, fue residencia de reposo y caza con lujosos ba?os. Construido a principios del siglo VIII, cuando la pen¨ªnsula Ib¨¦rica acababa de incorporarse al mundo isl¨¢mico, se atribuye su construcci¨®n al califa Walid I o su hermano Sulayman.

El objetivo de la misi¨®n, integrada por Mart¨ªn Almagro, Luis Caballero, Juan Zozaya y Antonio Almagro, era limpiar las pinturas murales que recubren por completo las paredes interiores del palacio (considerado Patrimonio Mundial), casi invisibles por el abandono.

Una rica decoraci¨®n figurativa, la m¨¢s extensa del arte omeya, que refleja el refinamiento de esta dinast¨ªa y que incluye, entre otras representaciones, al rey visigodo Rodrigo entre los monarcas vencidos. Los trabajos consistieron en la eliminaci¨®n de las gruesas capas de humo, grasa y polvo que se hab¨ªan acumulado sobre las pinturas hasta hacerlas desaparecer casi por completo. La tarea result¨® ardua, pues los restauradores ten¨ªan que recorrer a diario m¨¢s de 40 kil¨®metros de pista de desierto y trabajar con l¨¢mparas de petr¨®leo.

Adem¨¢s, las de Qusayr' Amra no se hicieron con la t¨¦cnica de los frescos, sino que se realizaron como t¨¦mperas, "con colores aplicados con una cola, que con el tiempo se deteriora, provocando que los pigmentos del color se desprendan con facilidad", explica Antonio Almagro en la introducci¨®n de la segunda edici¨®n. Tambi¨¦n se consolid¨® la estructura del edificio y se efectuaron excavaciones. Almagro reconoce que el tiempo ha vuelto a afectar a las pinturas y se requiere una rehabilitaci¨®n definitiva del monumento.