Scholz y Merz chocan por la inmigraci¨®n y la ultraderecha sin romper puentes ante una futura coalici¨®n en Alemania
El candidato democristiano, favorito para las elecciones el 23 de febrero, pone a la defensiva al canciller socialdem¨®crata en un duelo televisivo en un ambiente polarizado
![El canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, y el l¨ªder de la CDU, Friedrich Merz, antes del debate de este domingo en Berl¨ªn.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/F6TK37IJX2MKUCHZUT346LIX4M.jpg?auth=48c1239d4dcfe66cbc12b2e64774ce955a9cf428402ec48b1f60a0067155389b&width=414)
![Marc Bassets](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F77e7b3c3-f032-4be1-9b04-8d2f44667555.png?auth=743de4a55c2711401b95c7ca3206c9372e5d2c3a6ed91cc9bf3f9d64eec6d78a&width=100&height=100&smart=true)
El democristiano Friedrich Merz, favorito en las elecciones en Alemania del 23 de febrero, y el canciller socialdem¨®crata, Olaf Scholz han chocado este domingo por la pol¨ªtica migratoria y las relaciones con la extrema derecha en un debate televisivo duro en el fondo, pero respetuoso en las formas. Ambos se han acusado mutuamente, en los primeros minutos de una confrontaci¨®n de una hora y media, de incumplir promesas y carecer de credibilidad, y en ocasiones Merz ha logrado poner a Scholz a la defensiva. Al mismo tiempo, ambos se han cuidado mucho de medir sus ataques personales. Saben que las formaciones que lideran posiblemente est¨¢n condenadas a gobernar en coalici¨®n despu¨¦s de las elecciones.
Scholz ha acusado a Merz de haber ¡°roto un tab¨²¡± y ¡°faltado a su palabra¡± al aceptar hace 10 d¨ªas el apoyo de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) en varios votos parlamentarios sobre inmigraci¨®n. ¡°Desgraciadamente, no puedo estar seguro de que usted no vaya a repetirlo¡±, ha dicho el canciller, para sugerir que el democristiano ha roto el cord¨®n sanitario y un d¨ªa podr¨ªa aliarse con los radicales. El l¨ªder democristiano se ha defendido prometiendo, como ha hecho otras veces, que nunca pactar¨¢ con el partido Alianza para Alemania (AfD) ni aceptar¨¢ sus votos para gobernar. Y, en uno de los momentos m¨¢s tensos del debate, ha acusado al canciller de ¡°no vivir en este mundo¡± al hablar de la inmigraci¨®n en Alemania y ¡°contar cuentos de hadas¡±.
El debate abre la fase final de una campa?a marcada, primero, por el apoyo del magnate trumpista Elon Musk a AfD. Y, sobre todo, por la decisi¨®n de Merz, de aceptar los votos de la extrema derecha en el Bundestag para varias iniciativas sobre inmigraci¨®n. Socialdem¨®cratas, ecologistas, las iglesias cat¨®lica y protestante e incluso la excanciller democristiana Angela Merkel criticaron a Merz por votar junto a AfD y le acusaron de haber roto un tab¨² que debilita el cord¨®n sanitario frente a la ultraderecha. Centenares de miles de alemanes han salido a las calles de las principales ciudades para protestar.
Para Scholz, era una de las ¨²ltimas oportunidades para intentar la remontada que denodadamente busca desde que precipit¨® las elecciones al destituir en noviembre a los ministros liberales y quedarse en minor¨ªa junto a Los Verdes. Para Merz, se trataba de no cometer ning¨²n error de bulto y preservar su hasta ahora c¨®modo liderazgo en los sondeos. Para ambos, era un examen sobre la capacidad de recoser los puentes, rotos en campa?a, entre las formaciones moderadas.
No se han roto puentes en el debate, pero ambos han marcado sus diferencias respecto a los votos con AfD la pol¨ªtica migratoria o la econom¨ªa. Merz ha acusado a Scholz de inacci¨®n tras una serie de cr¨ªmenes y atentados perpetrado por extranjeros, y el canciller ha reivindicado haber hecho m¨¢s durante su mandato que los Gobiernos anteriores. Pero ha a?adido que la propuesta de Merz para rechazar en las fronteras alemanas a los demandantes de asilo rebasa los l¨ªmites del derecho europeo. ¡°Lo que propone el se?or Merz va en contra de los intereses alemanes¡±, ha dicho ¡°?Por qu¨¦ ser¨ªamos tan est¨²pidos de hacer algo as¨ª?¡± El democristiano ha se?alado que otros pa¨ªses ¡ªy entre ellos ha citado a Francia y Espa?a¡ª ya practican las llamadas ¡°devoluciones en caliente¡± que ¨¦l propone.
El formato, con solo dos participantes, provoc¨® cr¨ªticas e incomprensi¨®n. Participaban el mejor situado en los sondeos, Merz, y el tercero, Scholz. Pero quedaron fuera Alice Weidel, la candidata de AfD, en segunda posici¨®n en los sondeos, y el cuarto, Robert Habeck, de Los Verdes. Que los organizadores, las cadenas p¨²blicas ARD y ZDF, optasen por un duelo Scholz-Merz se explica por la tradici¨®n de enfrentar al canciller con el jefe de la oposici¨®n y principal aspirante a relevarlo, aunque Scholz ya ha dado a entender que si no gana ¡ªy vistos los sondeos es casi imposible que gane¡ªno piensa ser ministro en un Gobierno con otro canciller.
Ante la econom¨ªa estancada desde 2019 y la profunda crisis industrial, el canciller ha alegado: ¡°No fui yo quien invadi¨® Ucrania¡±. Se refer¨ªa a la crisis energ¨¦tica que supuso el fin del gas ruso barato para Alemania. Merz le ha respondido con una pregunta: ¡°?Por qu¨¦ en medio de esta crisis profunda energ¨¦tica desconecta tres centrales nucleares que funcionan?¡± A la pregunta de una de las moderadoras sobre el plan del presidente de EE UU, Donald Trump, para Gaza, Scholz ha respondido: ¡°Es un esc¨¢ndalo. El desplazamiento de poblaci¨®n es inaceptable y va en contra del derecho internacional¡±. ¡°Lo comparto¡±, ha dicho Merz.
El debate, moderado por las periodistas Sandra Maischberger y Maybrit Illner, se ha emitido desde los estudios berlineses de Adlershof, que fueron los estudios centrales de la televisi¨®n del r¨¦gimen comunista de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemania. Los debates electorales en el formato de duelo son una tradici¨®n relativamente nueva en este pa¨ªs: los primeros se celebraron en 2002, entre el entonces canciller, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, y el aspirante conservador, Edmund Stoiber.
ARD y ZDF hab¨ªa previsto al principio otro duelo entre Habeck y Weidel, pero el l¨ªder ecologista y actual ministro de Econom¨ªa se neg¨® a participar en este debate de segundo plato y adem¨¢s con la candidata de la extrema derecha. La cadena privada RTL ha convocado para el 16 de febrero otro debate en el que, esta vez s¨ª, estar¨¢n presentes los cuatro candidatos mejor situados: Merz, Weidel, Scholz y Habeck.
La discusi¨®n sobre la inmigraci¨®n y, en paralelo, sobre la relaci¨®n de los partidos moderados con la extrema derecha ha copado la campa?a, pero el efecto en los sondeos, por ahora, ha sido nulo. Lo curioso es que llevan meses como si estuviesen congelados: la CDU/CSU, en torno al 30%; AfD, el 20%; SPD, el 15%, y Los Verdes, un poco por debajo y, en alg¨²n sondeo, por delante de los socialdem¨®cratas. Como ning¨²n partido tendr¨¢ mayor¨ªa, y puesto que Merz ha prometido que, pese a sus pol¨¦micos votos en el Bundestag, nunca pactar¨¢ con AfD, el interrogante es si se ver¨¢ abocado a formar gobierno con el SPD, con Los Verdes o con ambos a la vez.
Hay campo para el entendimiento. Al abordar la econom¨ªa, Scholz ha defendido una flexibilizaci¨®n del l¨ªmite constitucional al endeudamiento, al que se achaca el d¨¦ficit de inversiones en Alemania. Merz, sin renunciar del todo a mantenerlo, se ha mostrado abierto a la discusi¨®n. En pol¨ªtica exterior, no han coincidido solo en condenar el plan de Trump para Gaza, sino al afirmar que la entrada de Ucrania en la OTAN, mientras dure la guerra, no est¨¢ al orden del d¨ªa. El centro, maltrecho tras una campa?a que aleja al centroizquierda del centroderecha, puede recomponerse.
Y la foto del debate, pese a las diferencias en inmigraci¨®n o en la econom¨ªa, no es la de dos l¨ªderes irremediablemente polarizados. Ser¨¢ dif¨ªcil que el duelo altere la campa?a. Un sondeo del instituto Forschungsgruppe Wahlen da un resultado igualado: un 37% de telespectadores cree que gan¨® Scholz; un 34%, Merz; un 29% los vio igualados. La ¨²ltima frase de cada uno resumi¨® bien el tono general. ¡°Tenemos un plan para este pa¨ªs¡±, ha dicho Merz. Y ha concluido Scholz: ¡°Solo votando al Partido Socialdem¨®crata habr¨¢ con seguridad un Gobierno que se preocupe porque Alemania avance y siga siendo estable¡±.
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