Un plan de Ca?ete para ampliar las zonas de cultivo reabre el conflicto del algod¨®n
Si los sindicatos aceptan la propuesta sobre subsidio agrario del ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, habr¨¢ acabado el conflicto que ha convulsionado el campo los ¨²ltimos meses. Pero en el medio rural perviven otros problemas: a las protestas de los agricultores de Almer¨ªa por las negociaciones comunitarias con Marruecos y los bajos precios que pagan las distribuidoras por sus productos hortofrut¨ªcolas, se pueden sumar ahora las movilizaciones de los algodoneros.
Los tractores de los cultivadores de algod¨®n ya tomaron Sevilla durante dos semanas en febrero de 2002, hasta que el Ministerio de Agricultura cedi¨® a la mayor parte de sus exigencias. El conflicto puede repetirse ahora por los mismos motivos: la ampliaci¨®n de la superficie de cultivo, que seg¨²n COAG, UPA y las cooperativas llevar¨¢ a un exceso de producci¨®n sobre el cupo establecido por Bruselas, con el consiguiente aumento en las penalizaciones a las ayudas que cobran.
En 2002, la Consejer¨ªa de Agricultura y las desmotadoras se alinearon con COAG, UPA y las cooperativas y, tras dos semanas de cortes de carreteras, y el ministro, Miguel Arias Ca?ete, cedi¨®. Frente a su pretensi¨®n inicial de imponer la rotaci¨®n de cultivo cada dos a?os (con una excepci¨®n de cinco hect¨¢reas) como ¨²nica medida de limitaci¨®n de superficie, el Ministerio acept¨® para la campa?a pasada que, para tener derecho a la ayuda comunitaria, los algodoneros ten¨ªan que demostrar haber sembrado en alguno de los tres a?os anteriores y que, a los afectados por la rotaci¨®n se les permit¨ªa sembrar la mitad de sus parcelas.
Administraciones enfrentadas
En la campa?a pasada, se limit¨® a 3.000 hect¨¢reas la ampliaci¨®n resultante de estas medidas; la superficie de siembra se qued¨® en 83.000 hect¨¢reas y la producci¨®n en 317.000 toneladas (el 95% en Andaluc¨ªa), una cantidad que permiti¨® una ayuda de algo m¨¢s de un euro por kilogramo.
Para esta campa?a, el Ministerio y la Consejer¨ªa empezaron a negociar un nuevo esquema de limitaciones. Previamente, Arias Ca?ete aprob¨® un decreto que confirma la rotaci¨®n obligatoria cada dos a?os, aunque con una excepci¨®n mayor (diez hect¨¢reas), y la posibilidad de aplicar criterios tradicionales. El ¨²ltimo borrador de orden para la campa?a 2003-2004 limita de nuevo las ayudas a los agricultores tradicionales, aunque en este caso ampl¨ªa esta restricci¨®n a cuatro a?os (hahaber cultivado entre 1999 y 2002). E incluye una excepci¨®n que ha provocado la oposici¨®n de una parte del sector: "se admitir¨¢ una superficie adicional de siembra de algod¨®n que no podr¨¢ superar las 8.000 hect¨¢reas".
Una nota enviada por el Ministerio a ¨²ltima hora de ayer aseguraba que la orden es fruto de un acuerdo con la Junta. Pero una fuente de Agricultura sostuv¨® tal acuerdo no existe. Seg¨²n esta fuente, la Consejer¨ªa baraj¨® que la excepci¨®n se situase en 5.000 hect¨¢reas y, tras consultar con el sector, propuso ayer por carta fijar esa limitaci¨®n en 3.000. El secretario regional de COAG, Miguel L¨®pez, transmiti¨® ayer al subdelegado del Gobierno central en Sevilla una contraoferta que tambi¨¦n establec¨ªa en 3.000 hect¨¢reas la superficie adicional. COAG pidi¨® adem¨¢s que los agricultores beneficiados est¨¦n obligados a sembrar la mitad de la superficie de sus parcelas, para evitar que se infle el mapa de agricultores tradicionales.
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